"Yo observo que Chile hoy está más dividido que al inicio de este proceso, y eso es un problema"
El exsenador ve defectos en la propuesta de Constitución, como que es "extremadamente reglamentaria", que consagra diferencias entre personas indígenas y no indígenas o que "relativiza el derecho de propiedad". En cuanto a la crisis de seguridad, cree que existe un "cóctel" que mantiene a la democracia "seriamente amenazada" y critica a las actuales autoridades que antes validaban "el que baila, pasa".
Felipe Harboe cumplirá 50 años el 20 de julio, pocos días después de que la Convención entregue el borrador con la propuesta de texto constitucional. Exmilitante del PPD, con varios cargos en los gobiernos de la exConcertación como diputado, subsecretario del Interior y luego senador, hoy es parte de uno de "los 154" y mira con preocupación lo que está resultando del trabajo en el exCongreso Nacional. Lo que tiene más claro es que, gane el apruebo o el rechazo, el proceso es irreversible.
-¿Qué nota le pone al trabajo constitucional?
-Si fuera por cantidad de trabajo, yo creo que la nota 7 se queda corta, porque la verdad es que el trabajo ha sido mucho, hemos tenido jornadas muy intensas y difíciles. Redactar una Constitución es un proceso muy complejo y, además, intentar convencer a personas tan distintas ha sido un tremendo desafío ya no sólo político, sino que además académico y sociológico. Porque, evidentemente, cuando una gran mayoría de las y los convencionales no vienen del mundo de la formulación de políticas públicas o la redacción de leyes, entonces es un problema; y cuando una parte de ellos cree que se las sabe todas, es peor. Ahora, desde el punto de vista del resultado, yo creo que es una Constitución que tiene varios defectos.
-¿Como cuáles?
-Primero, es extremadamente reglamentaria. Es decir, se abandonó la idea de que fuera una constitución que fije valores, principios y reglas de funcionamiento, y se mete en detalles que son propios de la ley e, incluso en algunos casos, de reglamento. Esto yo lo entiendo, pero no lo comparto, porque la mayoría de la Convención tiene una profunda desconfianza en los legisladores, entonces no quieren dejarles a ellos la decisión que les corresponde. Ese es un problema. En segundo lugar, hay quienes, más allá de la confianza o no en el legislador, quieren imponer una visión de sociedad. Así como en la Constitución del 80 se impuso un modelo económico, una visión de sociedad, esta también va a imponer una al instalar en un texto constitucional ciertas definiciones e impidiendo al legislador hacer modificaciones futuras. En tercer lugar, quizás más complejo, es que es altamente identitaria, es decir, distingue la categoría de derechos en función de ciertas características de las personas y eso, a mi juicio, es completamente inadecuado. Algunas de las virtudes de la Constitución del 25, y que reprodujo la del 80, es que se refería a los ciudadanos como personas y eso las definía como iguales desde el punto de vista constitucional. Hoy día, cuando se establecen derechos distintos entre personas indígenas y no indígenas y se tiene un sistema judicial plurinacional que define el derecho de la propiedad de uno y otro en diferentes condiciones, lo que se está haciendo es fortalecer la división y no la unidad.
-Son artículos que se han aprobado con amplia mayoría.
-Los países y las sociedades no son producto del azar. Las sociedades y los países son el resultado del acuerdo de voluntades de hombres y mujeres que en momento determinado se ponen de acuerdo para vivir en comunidad. Lo que hacen es organizar esa vida en comunidad a través de un pacto social y ese pacto social resalta lo que los une. Bueno, este pacto social, a diferencia de otros en democracias occidentales, es uno que resalta las diferencias más que la unidad. Y eso es un problema. Porque parte de la crisis política, social e institucional que dio origen a este proceso, queríamos superarla