"Vivo las 24 horas con psicópatas en la cabeza"
"Todos tenemos un lado oscuro que es fácil de explorar", dice el escritor norteamericano John Katzenbach. El superventas autor de "El Psicoanalista" vino a Chile para presentar "El club de los psicópatas".
"Si tu evitas la violencia en este mundo, no irías a ningún lado", dice tranquilo John Katzenbach (1950), el escritor, periodista y superventas norteamericano mientras se acomoda en un sillón de uno de los camarines del Teatro Oriente, en Providencia, minutos antes de presentarse en un auditorio frente a 800 personas. Allí conversó junto a la estrella de televisión nacional Carlos Pinto sobre psicópatas y asesinos en serie, los temas que lo han hecho vender millones de copias de libros como "El psicoanalista", "Historia del loco", "Un final perfecto" y "Retrato en sangre".
Maestro del suspense psicológico, en su primera visita a Chile Katzenbach se da el tiempo para dedicar libros y sonreír a las cámaras para las fotografías que le toman. Calza zapatillas deportivas blancas y viste chaqueta de gamuza café. "Las razones por las que las personas son violentas en todos los países siempre son las mismas, solo que se ven diferentes, pero siempre son los mismos patrones", complementa mientras observa con mirada grisácea la sala.
Katzenbach está en Chile presentando "Jack's Boys", traducido al español como "El Club de los psicópatas". Allí cuenta la historia de Alpha, Bravo, Charlie, Delta y Easy, un selecto grupo de asesinos seriales fanáticos de Jack el Destripador que se conectan a través de la dark web (una red alternativa con claves de acceso) para vanagloriarse de sus crímenes hasta que dos adolescentes los descubren y la trama se convierte en cacería.
-Habitualmente vemos que los psicópatas trabajan solos. ¿Cómo surgió esta idea del club?
-La idea de instalar a cinco psicópatas juntos me pareció original y divertida. No encontré nada en la literatura sobre un club de psicópatas como este. Parejas, uno contra otro, pero como los chicos de Jack, nada, excepto por las SS alemanas en la Segunda Guerra Mundial.
- ¿Cómo surgió la idea del libro en esta era de las redes sociales?
-Cuando creé a los personajes del libro, pensé en la pareja de adolescentes que desafía a los psicópatas. Las redes sociales están en todo el mundo. Cualquiera puede escribir lo que sea sobre cualquier persona. Considerando esta idea del anonimato en redes, nació la novela.
Terror en las redes
"La idea del anonimato no necesariamente nos hace anónimos. Siempre hay una persona tras un ente que parece perverso", dice el autor cuando piensa en los elementos de la vida digital cotidiana que quiso imprimir en "El club de los Psicópatas".
-En tu larga carrera, el manejo del thriller tiene que ver con humanos en situaciones límite. ¿Cómo te vas nutriendo de material para ir armando tus personajes? Pareces ser una persona tranquila…
- Lo soy. Pero todos tenemos un lado oscuro que es fácil de explorar. Y ese es parte del trabajo del escritor: tratar de comprender que no es sólo maldad y que ahí hay que iluminar para crear un personaje. Yo parezco un tipo tranquilo, pero secretamente estoy pensando en dispararte y comerme al traductor… ¡Jajajá!
-¿Cómo haces para despegarte en tu vida cotidiana de los psicópatas que has ido creando?
-Si no hubiese sido capaz de dejarlos de lado, me habría vuelto loco hace tiempo. Pero todos los personajes están en mi habitación cuando escribo y a veces me tocan el hombro. Escribo en la mañana, hago ejercicio en la bicicleta estática, almuerzo y luego reescribo todo y a la mañana siguiente leo y puedo reescribir de nuevo.
-Y cuando haces ejercicio, ¿te olvidas de tus personajes?
-¡No! Siempre me están dando ideas. Vivo 24 horas del día con psicópatas en la cabeza, ¡pregúntale a mi esposa!
-La dark web es uno de los temas que aparece dentro del libro. ¿Qué pudiste investigar sobre ese mundo y esos personajes que interactúan ahí?
-Es muy peligroso. Si quieres buscar un sitio para saber cómo cortarle la cabeza a alguien, lo haces en segundos. En la dark web puedes encontrar lo que sea. Los muchachos de Jack trabajan ahí y cualquier persona con un poco de conocimiento podría hacer exactamente lo mismo que hacen ellos y que para estos psicópatas es solo rutina. No hay ninguna diferencia con lo que hizo Jack el Destripador en Londres en 1880.
-¿Cómo enfrentas el terror a la hora de escribir y cuándo fue el momento en que se transformó en el eje de tu obra?
-El miedo es algo divertido. Puedes tener a un soldado enfrentando la muerte y no siente nada y puedes tener al mismo soldado con una araña en su pierna y que empieza a sudar como un loco. Cuando escribo, exploro en esos distintos tipos de miedo.
-El miedo modela gran parte de nuestra vida en sociedad. ¿Cómo te sientes dando una gira por el mundo presentando libros donde el eje es el terror psicológico?
-Todos vivimos con miedos. Para mí, la única forma de lidiar con eso después de la pandemia es transformar ese miedo en personajes para mí y para las personas que leen mis libros.
-Cada día en la crónica roja local aparecen nuevos psicópatas en acción ¿Qué elementos los delatan?
- Hay un libro que fue escrito hace 75 años por el psiquiatra Hervey Cleckley, "La máscara de la sanidad", donde explora que los psicópatas parecen, hablan y actúan como cualquier otra persona. Pueden ser amantes de los perros. En Estados Unidos tuvimos un psicópata como presidente hace poco.
-En Chile estamos en medio de una ola de violencia muy difundida por los medios. ¿En tu experiencia esa es una puerta de entrada para el aumento de personalidades psicópatas o asesinos en serie dando vueltas?
-No. Siempre han existido ese tipo de personas entre nosotros y siempre las habrá. Lo que es diferente es la tecnología que tienen ahora disponible. La internet les da una avenida grande para practicar la violencia y no veo que exista una forma de disminuirla.
además de escritor, John Katzenbach tiene una larga experiencia como periodista judicial.
El club de los psicópatas"
John Katzenbach
Ediciones B
632 páginas
$18.000
Por Franco Fasola
"Todos los personajes están en mi habitación cuando escribo y a veces me tocan el hombro".
Lorena Palavecino