El lejano tiempo en que la música vivía en casetes
"Casete nacional" (Ediciones Tácitas) es una compilación de 188 carátulas de casete: esas cintas que sonaban en los antiguos walkman y que se retrocedían o adelantaban -muchas veces- girándolos en el eje de un lápiz Bic.
En Las últimas composiciones de violeta parra está "gracias a la vida", escrito a mano.
"El caset pirata" de los prisioneros incluye fotos de los conciertos en vivo de la banda más emblemáticA DE LOS AÑOS EN QUE BRILLÓ LA CASETERA EN LAS CASAS CHILENAS.
"Exposición de carátulas chilenas" es el subtítulo del libro "Casete nacional" (Ediciones Tácitas), a cargo de los poetas y editores Jaime Bristilo Cañón y Miguel Naranjo Ríos. Se trata del despliegue de 188 cubiertas producidas en nuestro país a lo que se suman sólidos textos sobre la historia del formato y una nota a la edición.
El libro incluye todos los tipos: desde las sencillas, que llevaban la información básica de las canciones, hasta otras con las letras o un mensaje explicativo. La mayoría son musicales, pero también está el humor (como las de Daniel Vilches o Hermógenes Conache), la educación (para enseñar mapudungún) o recitadas por poetas (como Floridor Pérez), que, en su conjunto, muestran la variedad de uso de este democrático soporte de baja fidelidad que tuvo su boom en los años ochenta y noventa.
Bristilo explica la idea del libro: "Cuando lo concebimos, pensamos en la producción chilena de casetes en sentido amplio. Si bien predomina la representación musical, estimamos apropiado extender la muestra a diversas manifestaciones de nuestra cultura local. Por lo mismo, el libro expone carátulas de producciones documentales, bandas sonoras de películas, obras de teatro, poesía, humor, política... en fin".
"Varios son verdaderos documentos históricos, músicos reconocidos, otros de los que tal vez no se tenga noticia, así como ediciones de sellos nacionales, transnacionales, autoediciones, rarezas. Y casetes editados en estos últimos años, además. Confiamos en que este libro sacará sonrisas, recuerdos y conversaciones", acota.
Esta muestra considera portadas desde 1977 ("20 cumbias a todo ritmo", de Los Viking's 5) hasta 2016 ("Mala madre", de Camila Moreno). Se termina la producción masiva de casetes a principios de este siglo, con la autoedición de René de la Vega, entre otras grabaciones. En el libro se expone la evolución del trabajo visual que implican las portadas.
En la micro
Como bien apuntan los editores en la introducción a la muestra, esta memoria sonora tiene que ver con los "Walkman" o Personal Stereo, que servían para acompañar los viajes en micro o caminando por la ciudad. Miguel Naranjo recuerda el aparato: "Tuve varios Walkman que en un sinnúmero de descuidos cayeron al piso hasta hacerse añicos. Escuchaba harto Black Sabbath, Lucho Barrios y mucha cueca. Recuerdo que en el patio del Campus Oriente, donde estudié, una chiquilla que me gustaba me despojó coquetamente de mis audífonos y se los puso, pero al oír cueca me los devolvió con desprecio y nunca más supe de ella".
Otro adelanto que marca la introducción es la imagen del casete virgen, que se ocupaba para grabar lo que fuera: copiar otro casete, canciones de radio o para hacer cintas personalizadas dedicadas a alguien más. Naranjo recuerda la última cinta que grabó: "Fue el de Rush, "Exit...Stage Left". Lo pasé desde mi vinilo doble a un casete virgen de 90 minutos, para llevarlo a unas vacaciones en las Termas del Flaco hasta donde fui con una radiocasete a pilas".
Al mismo editor, las letras de las canciones escritas en las carátulas lo llevan de vuelta al pasado: "Me devuelven al viaje en micro escuchando en mi Personal Stereo el casete mientras leía las letras, aunque es impresionante la cantidad de erratas que tienen estos envases".
Sobre sus propias colecciones, Naranjo se lamenta: "Cuánto me hubiera gustado conservar aún todos los casetes no originales que tuve algún día y que no sé por qué me deshice de casi todos ellos. La colección perdida ha sido mucho más grande que la conservada". Bristilo, en tanto, no renuncia a la búsqueda: "digamos que Diógenes todavía no está satisfecho".
Las elegidas
Bristilo dice que "desde el punto de vista de lo más evidente, el diseño, se ve que los diseñadores -que no siempre fueron reconocidos en los créditos- tuvieron que ser capaces de conjugar lo estético y lo expositivo en un formato de menor holgura. Con relativo ingenio y presupuesto, se las arreglaron para llamar la atención del consumidor sin renunciar al cuidado estético y al criterio artístico".
Miguel Naranjo considera que, dentro de esta selección de carátulas, "la de la Banda 69 y "El caset pirata" de Los Prisioneros serían las más efectivas", a su gusto.
Para Bristilo, escoger sus favoritas es difícil: "Son varias mis predilectas: 'Las últimas composiciones de Violeta Parra', la de 31 minutos, la de Luis Dimas y La Banda del Capitán Corneta me parecen icónicas. La de los conciertos de jazz en el teatro Astor de los años 1965-66 tienen por sí mismas un valor documental. Va a sonar a demagogia, pero en el libro tengo 188 favoritas", resume Bristilo.
Las cumbias de los vikings 5 fue la banda sonora de los malones en los años 80.
"Casete nacional"
Jaime Bristilo Cañón y Miguel Naranjo Ríos (editores), Ediciones Tácitas, 328 páginas, $25.000
Por Cristóbal Gaete
"Cuánto me hubiera gustado conservar aún todos los casetes no originales que tuve algún día y que no sé por qué me deshice de casi todos ellos".
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