Alumnos de Fonoaudiología USS realizan atenciones con ayuda de perros entrenados
ASISTENCIA. Un mejor control de las emociones de los pacientes es uno de los beneficios de trabajar con canes, destacaron desde la casa de estudios.
Edu es un perro adoptado y fue entrenado para terapias asistidas por Psicoeducan en Valdivia, organización que trabaja con personas de distintas edades, desde la psicología, fonoaudiología, terapia ocupacional y psicopedagogía. Precisamente, este centro de terapia asistida con perros firmó una aianza con la U. San Sebastián, como centro de práctica para los estudiantes de la carrera de Fonoaudiología, situación que además permitirá entregar asistencia a 30 familias de la Corporación por la Neurodiversidad de Los Ríos.
La iniciativa, si bien se materializó con la firma de un convenio, se viene gestando desde inicios de abril del presente año y se espera pueda extenderse a otras carreras del área de la salud. "No se trabaja sólo el objetivo terapéutico, sino que otras esferas sociales. Ayuda a trabajar con trastornos de la esfera mental, física, emocional e intelectual, lo que significa que prácticamente podemos usarla para estimular todas las esferas de la vida del paciente", remarca Pamela Fuller, psicóloga y cofundadora de Psicoeducan.
Asimismo, en la esfera cognitiva, se puede mejorar la percepción visual y auditiva, como también estimular la atención, la memoria, el pensamiento y la comunicación. "Los pacientes adquieren y desarrollan nuevas habilidades, enriquecen el vocabulario, aprenden nuevos conceptos y definiciones, mejoran la comunicación social, la capacidad de establecer contactos, las habilidades sociales y realizan actividades espontáneas", acota Patrizia Macchiavello, directora de Fonoaudiología USS Valdivia.
Experiencia
Una de las pacientes del programa es Loreto, de 10 años de edad. Ella tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA) y recién comienza sus evaluaciones para que los profesionales busquen estrategias que le entreguen mayor funcionalidad en distintos aspectos, como el desarrollo del lenguaje y la comunicación, y desde su primera sesión el can Edu ha sido parte del equipo que interviene.
"El vínculo que se genera con Edu hace que sea un agente motivador. Identifican emociones en el perro e imaginan estrategias para enfrentarse a esas emociones", comenta Pamela Fuller.
De esta forma, los perros adiestrados por Román Cuevas, cofundador de Psicoeducan, con refuerzos positivos, para insertarse en programas de rehabilitación en áreas médicas, ayudan a proporcionar el estímulo necesario para alcanzar de forma más efectiva objetivos terapéuticos. "Las pautas se van dando con ciertas indicaciones al animal, voy adaptando su conducta, ayudando -por ejemplo- a seleccionar objetos como láminas, jugar con dados, llevar argollas a conos, canastos, entre otros. Además, guío al terapeuta en el actuar con el perro", señala Cuevas.
Como próximo desafío, Psicoeducan espera incorporar en sus servicios atenciones para adultos con daños neurológicos.