Ricardo Lagos se resta de la ceremonia en que se entregará propuesta constitucional
AUSENCIA. Pidió que ni siquiera lo inviten, en una sentida carta dirigida a la mesa de la Convención. Poco después, dicha testera decidió que sí se integrará a los ex jefes de Estado al acto del 4 de julio. Mundo político habla de "humillación" a expresidentes.
El ex presidente Ricardo Lagos anunció que en caso de ser invitado al acto de entrega de cierre de la Convención Constitucional, fijado para el 4 de julio, no asistirá al evento. Esta definición la hizo pública a través de una carta publicada en redes sociales poco antes de que la mesa del órgano constituyente votara a favor de extender invitaciones a los ex Mandatarios, decisión que contradijo la que se había tomado en primera instancia.
En una misiva cuyos destinatarios eran la presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros, y el vicepresidente, Gaspar Domínguez, el ex jefe de Estado recordó que ha tenido una relación cercana con la Convención, participando en varias instancias, como en la Comisión de Derechos Fundamentales por el secreto de los testimonios que formaron parte del informe Valech.
"Lo anterior refleja el interés que he tenido en colaborar, en las medidas de mis posibilidades, con el trabajo de la Convención Constitucional y por esto, dado las dificultades existentes ante el aforo que debe respetarse, le rogaría que no considere mi nombre en la Ceremonia de presentación del texto de la Nueva Constitución para dar lugar a personas que, con menos oportunidades de participación e interacción durante el trabajo de la Convención, puedan participar del evento y se informen a cabalidad sobre los alcances del texto propuesto", se lee en el texto.
Finalmente, Lagos recalca que "he decidido no participar en la Ceremonia de Clausura donde se entregará el texto final y prefiero dejar mi lugar a otra persona que lo requiera más".
Cambio de postura
Apenas un rato después de conocida la carta de Lagos, la mesa de la Convención revirtió su decisión inicial y decidió por votación de mayoría invitar a los ex Jefes de Gobierno.
Quinteros más los vicepresidentes adjuntos Francisco Caamaño (Pueblo Constituyente) y Natividad Llanquileo (pueblo mapuche) rechazaron extender las invitaciones, mientras que Domínguez y los vicepresidentes adjuntos Tomás Laibe (Colectivo Socialista), Yarela Gómez (Frente Amplio), Bárbara Sepúlveda (Partido Comunista), Luis Jiménez (pueblo aymara) y Hernán Larraín Matte (Evópoli) estuvieron a favor.
Tanto fue el ruido que generó en el mundo político la exclusión inicial de los ex Mandatarios que la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, afirmó que las otroras autoridades debían ser "parte de esta historia" y la presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros, aseguró que la decisión no estaba tomada.
Incluso el convencional socialista César Valenzuela había pedido "que ningún constituyente y ningún asesor se quiera pegar el show" en caso de que se decidiera incluir a Eduardo Frei, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.
"Una humillación"
Las mayores críticas a la mesa tras la publicación de la carta de Ricardo Lagos vinieron desde convencionales de derecha, quienes calificaron de "humillación" la situación que se hizo pasar a los ex Presidentes.
Roberto Vega (RN) sostuvo que el documento de Lagos "es muy triste, como de un padre que fue invitado a última hora al matrimonio de su hija y prefiere no asistir para no incomodarla. La fiesta del 4 de julio claramente no será la fiesta de todos chilenos, esa que muchos soñaron al votar Apruebo".
Manuel José Ossandón (independiente en cupo RN) dijo que la carta responde a una "humillación" hacia los ex Presidentes y aseguró que existía "un alto riesgo de funa" para ellos: "Todos, más allá de su postura política, estuvieron abiertos a colaborar con el proceso. Los convencionales de ultraizquierda mancharon el proceso y se farrearon esta oportunidad".