Un día para pensar en la prevención
Ya es oficial: cada 22 de Mayo se recordará el terremoto de 1960 y en los colegios del país enseñarán sobre desastres naturales . Contemplan actos simbólicos, pero también educación para aprender a reaccionar ante emergencias que siempre estarán presentes en el país que habitamos.
El martes recién pasado fue publicada en el Diario Oficial la Ley Nº 21.454, que designa al 22 de mayo (22M) como el Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres Socio-Naturales, con el objetivo de mirar la historia nacional, además de preparar a las nuevas generaciones frente a esta materia.
La fecha recuerda al mega terremoto y tsunami de 1960 (9.5), que destruyó Valdivia por completo y afectó a toda la zona sur, cambiando desde el paisaje hasta la fe de las personas. Fue el sismo de mayor magnitud registrado hasta ahora en el mundo y marcó también un hito en el abordaje de este tipo de sucesos en la conciencia colectiva chilena.
Luego de esa tragedia se creó el primer comité para coordinar acciones y generar un Plan Nacional de Emergencias, iniciativa de la cual surgió la Oficina Nacional de Emergencias, oficializada en 1974. La presencia de la Onemi en todas las regiones data sólo 2008 y, luego de la ocurrencia del terremoto (8.8) del 27 de Febrero de 2010 con epicentro en Constitución, se evidenció la necesidad de reforzarla material y técnicamente. En julio de 2021 comenzó a operar el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, para actualizar y estandarizar procedimientos.
El Día de la Memoria no modificará esa institucionalidad ya instalada, pero la fortalecerá. Esto, porque visibilizará los desafíos que plantea el territorio que habitamos y la forma de vincularnos con él.
La norma establece la realización un acto simbólico cada año (un minuto de silencio a las 15:11 horas, momento en que comenzó a temblar en Valdivia) para reflexionar al respecto y hablar del miedo que situaciones como sismos, tsunamis, erupciones volcánicas, inundaciones, sequías, incendios forestales y otros desastres naturales causan. Pero, junto con ese primer paso, también se contempla la educación para saber actuar en momentos de emergencia, incluyendo la temática en los currículos escolares y extraescolares.
Desde Los Ríos, cuya historia inspira esta propuesta, se puede contribuir destacando la resiliencia como herramienta poderosa ante situaciones límite. Aquí el 22M dejó un aprendizaje que se puede compartir.