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hacernos cargo de las transformaciones de fondo, como la reforma tributaria que acaba de lanzar el Presidente, u otras reformas que requieren también la mirada de seguridad. Hace varios años que se vienen haciendo el diagnóstico de la necesidad de un ministerio de Seguridad. Esperamos concretarlo en nuestra administración, como también la reforma a las policías que le permita tener más eficacia y eficiencia a la hora de la persecución penal. Eso incluye también a la PDI y mirar en profundidad lo que ocurre en los otros problemas sociales. Si no, solamente vamos a estar tratando los síntomas y no obviamente los problemas más estructurales de la sociedad. Quiero transmitirles a las personas que nos estamos ocupando; son problemas difíciles de abordar, pero le estamos poniendo todas las capacidades de nuestras policías, del Estado, en fortalecer la persecución e ir a buscar el dinero, ir a mirar los flancos y vacíos y también observar por qué le ha costado tanto a las instituciones del Estado ir a perseguir de forma eficiente a los distintos grupos. Obviamente, hay cosas que son más particulares, como lo del Tren de Arangua, que se reconoce como un fenómeno que es más latinoamericano. Pero sin duda que existe toda la disposición y esperamos prontamente que el Presidente haga anuncios en esa línea.
-¿Qué medidas?
-Obviamente, le corresponde al Presidente poderlo hacer, pero esperamos prontamente estar en los distintos territorios haciendo los anuncios correspondiente para fortalecer las capacidades del Estado y mejorar también las capacidades investigativas de nuestras policías.
-El papá del carabinero Florido interpeló al Presidente públicamente diciendo que probablemente su hijo se inhibió de usar su arma de fuego por no sentirse respaldado. ¿Cómo está esa situación con Carabineros? ¿Se sientes respaldados por el Gobierno?
-Desde que asumí el cargo de ministra del Interior he mantenido la mejor relación tanto con la PDI como con Carabineros y su alto mando. Creo que hacemos un diagnóstico conjunto de que hay oportunidades en el proceso de reforma y fortalecimiento institucional que como gobierno y en conjunto con los altos mandos de ambas instituciones hemos conformado como un desafío. Entiendo el malestar y empatizo y comprendo que desde el dolor de un padre que ha perdido recientemente un hijo cumpliendo su labor, haya descontento y malestar, pero también creo que tenemos que seguir trabajando en conjunto para fortalecer las capacidades, que haya respaldo y que también se entienda que no hay una dicotomía entre el respaldo institucional a Carabineros, el uso de la fuerza debida y los derechos humanos. Eso jamás puede ser contradictorio. Las conversaciones que he mantenido con el alto mando han sido muy expeditas. No han existido solicitudes específicas, pero sí sin duda creo que tenemos que seguir trabajando para fortalecer las capacidades para seguir mostrando resultados que espera la ciudadanía.
-En este contexto se conoce el hecho de que un abogado del Gobierno se queda dormido y no llega a una audiencia para hacerse cargo en el caso del asesinato de un carabinero.
-Vengo justamente de una reunión con el general Yáñez en donde se le han dado excusas de este caso. Obviamente, esto no había ocurrido en nuestra administración, pero nos tocaba hacernos cargo y hemos tomado las medidas administrativas y le hemos pedido las disculpas correspondientes a la institución. Hemos ordenado las investigaciones porque nos parece absolutamente impresentable el proceder del abogado.
-El Gobierno ha declarado su intención de profundizar el diálogo en la macrozona Sur. ¿Ya comenzó?
-Tenemos un trabajo que se está haciendo con distintas comunidades entendiendo primero que el diagnóstico de nuestro Gobierno es que enfrentamos una comunidad que no tiene un solo líder, ni unos líderes, sino más bien son muchas comunidades, más de 3 mil distribuidas en más de 300 territorios, y no podemos comprenderlas como una cosa homogénea. Hay particularidades que son de cada zona y hemos pensado en hacer un trabajo de largo aliento que nos permita ir identificando las características de cada una de estas zonas y que permitan tener una interlocución directa con las autoridades ancestrales. Esas son las autoridades que nosotros consideramos válidas para el diálogo y a las cuales hemos invitado. Hemos tenido muy buena cogida, tanto de las comunidades históricamente pacíficas que esperan con ansias trabajar con el Gobierno, pero también de aquellos sectores que han estado en el medio del conflicto. Por eso hemos saludado de tan buena manera lo que ocurrió con los lonkos de Arauco. Creemos que estos son gestos que van en la línea correcta y clarificar que cuando hemos mirado escenarios similares en otros países, cuando han enfrenado problemas complejos como el tiene Chile, no son de soluciones inmediatas, sino que se trata de iniciar con decisión un trabajo a largo plazo que nos permita tener una paz duradera en chile.
-Hay grupos que han declarado que no están dispuestos al diálogo.
-Justamente por eso es la convocatoria que ha hecho nuestro Gobierno de deponer las armas y de sumarse a los espacios de diálogo y confiamos que en la medida en que vayamos dando resultados confirmando que las vías pacíficas y democráticas son la respuesta, y en conjunto con lo que pueda pasar con la nueva Constitución, se vaya clarificando que este es el camino correcto y el que va a traer mejores resultados. Creemos que se puede producir que el día de mañana aquellos que han optado por otras vías entiendan que ese camino no los va a llevar a ningún resultado positivo.
-¿Ha tenido algún efecto su llamado a deponer las armas?
-Hemos estado trabajando con la PDI y hay distintos procedimientos para retener las armas, particularmente de La Araucanía, pero entendemos que quienes hoy activamente han mantenido una respuesta armada contra el Estado todavía no han vislumbrado que ese es un camino absolutamente incorrecto. Nosotros hemos hecho reiterados llamados y esperamos que en la medida en que el resto de las comunidades se sumen a la convocatoria del Gobierno, obviamente puedan ir vislumbrando que este es el camino correcto.
-¿No es un poco ingenuo creer que la CAM u otros grupos van a devolver las armas?
-Esto no es un llamado vacío. Creo que la hoja de ruta que ha planteado nuestro gobierno tiene distintas aristas que tienen que ver con la restitución territorial, con el respeto de nuestros pueblos originarios, con la inversión intersectorial tanto para las comunidades mapuche como no mapuche, porque entendemos que esta es una zona donde se enfrentan los mayores niveles de pobreza y rezago a nivel nacional, pero también entra en la lista la seguridad. Dentro del plan del Buen Vivir está el desarticular las bandas que operan dentro de lo ilícito. Eso está dentro del plan porque la seguridad es necesaria para el buen vivir y el desarrollo de las comunidades de la zona.
-¿Cómo evalúa el apoyo de la coalición de Gobierno? No ha habido unanimidad por ejemplo en la votación de la extensión del estado de emergencia…
-Me quedo con la amplia mayoría de parlamentarios de Gobierno que nos han apoyado y respaldado para utilizar este instrumento por parte del Presidente.
-Pero también hay proyectos que vienen para discutir, no solo en seguridad, sino en pensiones, reforma tributaria y otros. ¿Ahí sí están alineados?
-Tengo la sensación de que, y espero que así sea, que a la hora de la votación, sobre todo en las medidas transformadoras que son el corazón del funcionamiento de nuestro gobierno, haya más consenso en ello que en estas que son más operativas para el funcionamiento de lo inmediato.
-Fue público el impasse entre el PS y el ministro Jackson. ¿Complica esto al Gobierno?
-Tenemos un diálogo fluido con los presidentes de partidos y también nos hemos estado acercando, además de las reuniones cotidianas que tiene nuestro ministro Segpres, a los distintos jefes de bancada y, a pesar de que puedan existir algunos problemas puntuales, en general he podido ver y sentir el apoyo de todos los partidos del Gobierno a los distintos desafíos que enfrentamos. Se entiende que ser Gobierno no es fácil, que hay a veces decisiones que no son tan populares y creo que particularmente he podido ver el apoyo y el respaldo de cada uno de ellos en momentos difíciles que ha vivido nuestro Gobierno.
-¿Y usted, como jefa política del Gobierno, cómo definiría el actual estado de su coalición?
-La consolidación de una coalición no es por decreto. Creo que ha existido un trabajo continuo, tanto de los ministros y ministras, de acercarse a los distintos parlamentarios del Gobierno para mantenerlos informados y creo que el gran trabajo es ese trato continuo con cada uno de ellos, y también con los presidentes de partido, para que ellos conozcan hacia dónde está avanzando el Gobierno y se sientan parte en las definiciones, tanto en las populares como en las impopulares que nos toca tomar como Ejecutivo. En eso creo que hemos ido avanzando a pasos agigantados.
-Sobre el proceso constituyente, ¿cómo cree que va a estar el país el lunes 5 de septiembre?
-Espero que estemos celebrando con una marraqueta… jajá. Sin duda nos toca como Gobierno acompañar al país en este proceso y nos hemos comprometido con informar y asegurar que el proceso se viva con tranquilidad y en orden y esperamos que la gente pueda concurrir a votar de forma ordenada y que se disponga de todos los medios para ello.
-¿Puede haber prescindencia del Gobierno? Ya hay tres ministros que han dicho que votarán apruebo.
-Creo que los hechos en los que repercute, y así lo hemos conversado con Contraloría, es en los fondos públicos. El actuar institucional, más allá de las opiniones que puedan decir cada uno de los ministros en torno a sus votos, está comprometido desde el Presidente de la República en que vamos participar para que este proceso se pueda llevar en orden y en paz.
-¿Y usted, votará Apruebo?
-Obviamente me corresponde como ministra del Interior que este proceso se lleve adelante en orden y en paz y en eso hemos estado concentrados este último tiempo.
-¿Qué le falta o le sobra al borrador?
-La mirada de nuestro Gobierno ha sido cautelosa en no involucrarnos en un debate que le corresponde a la Convención Constitucional, pero evidentemente también vemos algunas similitudes que tienen que ver con el proyecto que le presentamos como Gobierno a la ciudadanía, y que tienen que ver con transformaciones y derechos sociales que vemos de muy buena manera que estén en este texto constitucional y que son necesidades que siente la ciudadanía. Por eso, me tomo de las palabras del Presidente de que esto no puede transformarse en una pugna, no puede transformarse en buenos y malos, ni los apruebo versus los del rechazo, sino más bien en encontrarnos en que todos queremos un país desarrollado que ojalá proteja derechos sociales, pero que también proteja libertades individuales y ese empalme está en el ánimo de nuestro Presidente y también espero de gran parte de la ciudadanía.
El debate constitucional "no puede transformarse en buenos y malos", recalca la ministra.
"Entendemos que quienes hoy activamente han mantenido una respuesta armada contra el Estado todavía no han vislumbrado que ese es un camino absolutamente incorrecto".