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Y continuó: "El cisne de cuello negro es una especie protegida, ya que este santuario se creó entre muchas cosas para proteger la biodiversidad y cuidar a esta especie que tiene en este lugar uno de sus principales centros de reproducción. Entonces, hay una misión del Estado que se tiene que cumplir, pero que no se ha estado cumpliendo".
Araya enfatizó que "la muerte de los cisnes de cuello negro produce un efecto en el paisaje también y eso forma parte de los destinos de naturaleza que se han ido creando en el territorio para fomentar el turismo comunitario, como una actividad económica. Dicho de otra manera, la situación de lo cisnes es preocupante por el daño a la ecología del lugar, por el daño a una especie protegida, pero también por el efecto que provoca en el Santuario de la Naturaleza con sus dinámicas sociales, culturales y socioeconómicas".
El presidente del Consejo Consultivo creado para ejecutar el plan de manejo para el santuario enfatizó que "también hay molestia, porque este tema se analizó desde que se creó la primera mesa en el segundo semestre de 2018, pero no hemos avanzado nada, no tenemos la solución y si la situación no se denuncia en la prensa, no se le da continuidad. Seguramente ahora se va a rearmar la mesa, se volverá a discutir el tema y las propuestas de solución que hay".
Buscar una solución
¿Cómo encontrar una solución para evitar que los cisnes sigan siendo depredados? José Araya expone que "aquí, el dilema principal para buscar una solución son las competencias legales. Chile sigue siendo un país muy centralizado en su funcionamiento, lo cual significa que el santuario y la protección de los cisnes de cuello negro están bajo la tutela de Consejo de Monumentos Nacionales y de Conaf, que son los organismos que llevan la administración del santuario. Sin embargo, los lobos marinos dependen del Ministerio de Economía, porque la tutela legal de la situación de los lobos a nivel nacional y sus grados de protección dependen del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca).
Y continuó: "Acá hay que tomar un acuerdo entre las instituciones involucradas o bien reactivar esta mesa, pero para buscar una solución ya definitiva, porque lamentablemente la Conaf y las comunidades locales no pueden hacer nada mientras no haya una resolución de Sernapesca en torno a lo que se puede hacer o no con los lobos marinos, ya que hay una legislación que también protege a esa especie".
En esa línea, el dirigente lamentó que "la posición que ha manifestado el director regional de Sernapesca (Leonardo Llanos) es que esto es un fenómeno natural y que no hay que hacer nada. Si nosotros tenemos un servicio que piensa que esto es natural, entonces cómo nos vamos a sentar a la mesa a discutir. Nosotros tenemos que decir primero que estamos dentro de un área protegida que se creó para ciertas condiciones, entre ellas la protección de los cisnes de cuello negro, que el Estado tiene que resolver y no se puede quedar mirando desde la vereda, porque hay dos servicios públicos que no se ponen de acuerdo".
Con respecto a las ideas analizadas para sacar a la población de lobos marinos desde el santuario, el presidente del Consejo Consultivo afirmó que se plantearon ideas como "trasladar a los lobos marinos a otra zona, una experiencia que en algún momento se utilizó en otros lugares, de desplazarlos muy lejos para que no vuelvan. También, hace poco en el Consejo Regional se presentó una empresa que dice tener tecnología para instalar una especie de barreras de sonido que permitan que los lobos no suban al santuario".
"Los expertos nos han señalado que a los lobos hay que sacarlos rápidamente del santuario, porque si esta dinámica se mantiene, cada vez va a ser más compleja de resolver. Esto lo señalo, porque lo primero que nos dijo la gente que más conocía de este tema, en las primeras mesas, es que había que resolverlo rápido porque el lobo es un tipo de animal que va generando un acostumbramiento y se van sumando otros. Entonces, lamentablemente en cuatro años ya no son los cuatro lobos marinos que se decía en 2018, sino que ya tenemos colonias de lobos viviendo en el santuario y eso está generando un impacto ecológico en el territorio y el Estado se tiene que hacer cargo ahora", complementó Araya.
Al cierre de esta edición, no fue posible obtener una versión desde Sernapesca con respecto a la problemática que afecta a los cisnes.
"La acción de los lobos marinos es constante y no sólo termina en resultado de muerte para las aves, sino que también afecta procesos reproductivos".
Arnoldo Shibar, Director regional de Conaf
"Lamentablemente, ya no son los cuatro lobos marinos que se decía en 2018, sino que ya tenemos colonias de lobos viviendo en el santuario".
José Araya, Presidente Consejo Consultivo
2.782 ejemplares de cisne de cuello negro en el Santuario de la Naturaleza Río Cruces fueron contabilizados en el último censo, realizado durante mayo del presente año.
4 instituciones forman parte del Consejo Consultivo del Santuario de la Naturaleza Río Cruces y Chorocamayo: Comunidad Humedal, Conaf, Ministerio del Medio Ambiente y Consejo de Monumentos.
4.887 hectáreas de superficie forman parte del Santuario de la Naturaleza Río Cruces y Chorocamayo, lo que incluye los últimos 25 kilómetros del río Cruces y terrenos hundidos tras el terremoto de 1960.
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