Apoyar campañas para el invierno
Frío y lluvia dejan al descubierto con más crudeza las situaciones de vulnerabilidad en la cual viven muchas familias en la región. El llamado es, entonces, a la solidaridad, una que pueda responder con calor humano real al período más difícil del año.
Comenzó el invierno y desde distintas organizaciones se han activado dispositivos para ayudar a quienes enfrentan esta época con menores recursos. Familias en campamentos, migrantes, personas en situación de calle, mayores que viven solos, son algunos de los grupos en los cuales se focalizan iniciativas como el "Código Azul" dispuesto desde el gobierno para abrir albergues en noches de lluvia y frío extremo.
Hasta la semana pasada siete adultos habían fallecido en distintos puntos del país en la vía pública debido a las bajas temperaturas, evidenciando situaciones de altísima vulnerabilidad, que parecen invisibles durante gran parte del año, pero que este período deja al descubierto con crudeza.
En Los Ríos hay convenios entre el ministerio de Desarrollo Social y las municipalidades de Valdivia y La Unión para mantener abiertos cuatro espacios de acogida; además en todas las comunas se desarrollan programas para distribuir material de abrigo. Por otra parte, también se encuentran operativos grupos particulares que entregan aportes y tiempo en ayuda de quienes más lo requieren.
Todos estos esfuerzos merecen aplauso público, pero no se debe olvidar que requieren recursos y manos que sumen.
En la capital regional, la organización de voluntarios Inka Trafkin puede ser ubicada a través de redes sociales para canalizar aportes a sus diversas campañas tanto para las rutas-calle, como otros servicios; la ONG Caminos de la Vida se hizo cargo de un espacio público; Migrantes de Los Ríos da acogida a quienes recién llegan a la zona; el comedor de San Francisco abre cada domingo; el Hogar Luterano atiende a niños y niñas.
Entidades como el Hogar de Cristo y la Fundación Las Rosas necesitan de socios colaboradores. De hecho ambas se encuentran en estos días en tarea de sensibilización respecto de las necesidades específicas de sus obras: calefacción y alimentos.
Claramente el momento actual es complejo en lo económico y para muchas personas se hace difícil efectuar donaciones; pero la indiferencia profundiza todavía más los problemas sociales.
El llamado es, entonces, a la solidaridad, una que pueda responder con calor humano real al período más difícil del año.