El científico chileno Ricardo Maccioni ha sido postulado al Premio Nobel por la contribución de sus investigaciones a la detección precoz y al tratamiento del Alzheimer, materia que estudia desde 1972. Su descubrimiento de la proteína TAU que afecta a las neuronas y que estaría en el origen de la enfermedad, es considerado uno de los grandes avances médicos del siglo XXI; además ha desarrollado fármacos potenciadores de la función neuronal (en base a plantas) y, hace exactamente un año, junto a su equipo, puso a disposición de la comunidad un test de detección temprana.

Ese examen necesita solamente una gota de sangre para alertar sobre la presencia de esta patología en una persona, con décadas de anticipación. Actualmente se realiza en el Hospital de la Fuerza Aérea en Santiago y aún no se ha masificado; pero hay gestiones para que pueda incluirse en Fonasa. Todavía no está cubierto, aunque la enfermedad es parte del Auge desde 2019.

Facilitar el acceso a prevención es importante, pues este mal crece. Hay más de cincuenta millones de personas viviendo con él en el mundo; mientras que en Chile llega a 200 mil y la tendencia es al alza, sobre todo en adultos mayores. En Los Ríos, como en el país, se estima que una de cada tres personas mayores de 85 años podría desarrollar síntomas de esta patología crónica, asociada a un deterioro progresivo de diversas funciones cerebrales y que daña la autonomía y calidad de vida de quien la vive.

En la región también se ha desarrollado importante investigación desde la Universidad Austral, tanto en laboratorio como apoyo a agrupaciones comunitarias de familiares de pacientes y, recientemente, con contribuciones en la elaboración de la "Guía de Práctica Clínica Demencia tipo Alzheimer" - patologías GES N°85, para atención en salud.

Las noticias sobre el alzheimer siempre permiten crear conciencia y la propuesta ahora es mirar hacia el alzheimer con responsabilidad, pues se puede prevenir con estilos de vida saludables: ejercicios físicos, actividad intelectual, vínculos sociales, alimentación balanceada. "Y meditación" aconseja Maccioni en una entrevista reciente (www.biobio.cl). "Está científicamente comprobado su efecto", recalca.

El invierno se ha dejado sentir en gran parte del territorio nacional y en especial la región de Los Ríos. Pero a pesar de sentir alegría por el agua caída, la lluvia ha dejado al desnudo serias deficiencias de infraestructura urbana, principalmente en la ciudad de Valdivia.

Desde luego, y a modo de ejemplo, cuando un estudiante prepara un examen a fin de semestre, lo hace planificando su tiempo, y disponiendo los materiales necesarios para tener éxito. Pasa lo mismo cuando las precipitaciones se presentan muy copiosas en nuestras latitudes y sus efectos pueden ser impredecibles; si no hay una preocupación planificada para mantener las calles, sobre todo en los Barrios Bajos, donde se producen lagunas que dificultan la vida de las personas.

Por otro lado, los más afectados son los sectores periféricos, y en especial los lugares de mayor concurrencia, en las cercanías de los paraderos de micro, donde el paso de los autos lanza el agua acumulada en las veredas y en las calles a los transeúntes. Todo esto afecta la calidad de vida de la mayoría de los habitantes de una ciudad.

A esto hay que sumar, lo que no es menor, la caída de árboles, interrumpiendo el libre tránsito, provocando cortes de luz y que en algunos casos, ponen en peligro la vida de alguna persona.

Por eso, hacemos un llamado a las autoridades locales y regionales, a buscar mecanismos de planificación con el objeto de prevenir los efectos de los meses de invierno, sobre todo para impedir la acumulación de aguas lluvias y evitar su obstrucción en colectores y calles.

No siempre es bueno reparar, porque al final el costo es mayor, además de las molestias de los vecinos. Nos parece más adecuado prepararse con antelación, disponiendo de todas las herramientas posibles para enfrentar el invierno complejo como las del presente año, donde a su vez tenemos un colapso en las vías de tránsito por el aumento del parque automotriz, y eso trae problemas de movilidad y que aumenta con calles que se confunden con pequeños esteros.

La planificación, para tiempos duros como son los inviernos valdivianos, tienen elementos anexos, y no sólo por la lluvia, sino también en un terreno que no permite el desagüe con facilidad. Prevenir nunca esta demás. Al final, los más beneficiados serán la ciudad y sus habitantes.

Gastón von Mühlenbrock Diputado