Tasas de interés de 9,75%; dólar pisando los mil pesos; desempleo en 6,4% en Los Ríos y 7,8% a nivel nacional; inflación que podría alcanzar el 11%, guerra en Ucrania; situación interna de inestabilidad. Los datos se repiten semana a semana y repercuten en la confianza de las personas y empresas; en la economía regional y del país.

¿Qué hacer desde la comunidad y las familias frente a este escenario, que se traduce en problemas básicos como aumento de precios? Además ¿cómo comprender el impacto local de decisiones oficiales del Banco Central y del gobierno, para regular la macroeconomía?

Algunas de esas consultas fueron abordadas por la académica de la Universidad San Sebastián Constanza Caicha en una entrevista realizada por www.soyvaldivia en la cual explicó los sistemas de regulación, la forma en que opera la oferta y demanda de productos (tanto básicos como crediticios) y la necesidad tanto de priorizar el uso de recursos como de informarse antes de tomar acciones de inversión y compra, pues no se debe olvidar que el sistema funciona mejor en la medida que los usuarios y consumidores cuentan con más bases para tomar decisiones. Recordó también la conveniencia de reducir gastos, pues si bien las tasas de interés encarecen los préstamos (de consumo o hipotecarios); sí favorecen el ahorro.

En este contexto señaló que es positiva la entrega de aportes como el Bono de Invierno de 120 mil pesos, aprobado este miércoles en el Congreso, y que llegarán a más de 7 millones y medio de personas, poniendo énfasis en aquellas de menores ingresos, a quienes golpea más fuertemente la inflación, entendida como disminución del salario real: alcanza para menos, aunque se mantenga en los mismos montos.

La docente también se refirió a la colaboración comunitaria para generar compras (citó el ejemplo de la red de abastecimiento de Valdivia) y la valoración de los productos locales, aportando para que la economía regional se sustente en el tiempo.

Reflexionar respecto de estos puntos es importante, pues las soluciones generales -coincide la mayoría de los analistas- no se ven tan cercanas y los desafíos cotidianos pueden enfrentarse de mejor manera con planificación adecuada.

Muchos jóvenes esperan ansiosos las vacaciones para hacer voluntariado; dar parte de su tiempo de descanso para servir, lo cual no es una limitante en ningún caso, sino una oportunidad de recrearse, de conocer a otras personas, distintas realidades y efectivamente ayudar a otros. Al respecto los datos son categóricos. Según la 9ª Encuesta Nacional de la Juventud del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV,2018), el 27,8% de los jóvenes a nivel país -en el último año- ha participado en alguna actividad de ayuda a la comunidad o trabajo de voluntariado, cifra que rompe paradigmas, como que existe una falta de interés o indiferencia entre los jóvenes. También contrasta con los Voluntariados de Invierno de la USS realizados en San José de la Mariquina, donde hubo 150 postulantes.

Nuestra Universidad se sustenta en el Humanismo Cristiano, por lo que la propuesta de voluntariado coloca en el centro a la persona e impulsa principios como: la solidaridad, la alegría de servir y el sentido del deber; el valor de la caridad y la justicia. Y, desde este proyecto, es que de manera constante hemos recibido el respaldo de distintas instituciones como las municipalidades, escuelas, juntas de vecinos y la Junaeb, que nos han permitido en estos 10 años de voluntariado estar en las doce comunas de la Región de Los Ríos, lo que agradecemos infinitamente.

Ahora, desde la formación integral, un punto que trasciende es el liderazgo, porque los estudiantes además de poner en práctica sus conocimientos pueden desarrollar habilidades, como el trabajo en equipo, lo que sin duda será un sello en sus distintos quehaceres futuros.

Jim Collins, en 2001, nos entregó luces sobre qué puede hacer la diferencia a la hora de hablar de excelencia, quien en sus estudios a grandes empresas lo definió como "el nivel 5 del liderazgo", que en grosso modo es quien logra desarrollar "una grandeza duradera mediante una paradójica combinación de humildad personal y voluntad profesional".

En este mismo sentido, el que los estudiantes puedan sociabilizar con compañeros de distintas carreras, áreas y disciplinas, les permite ampliar su horizonte de posibilidades. Esto porque, sin duda estas actividades promueven la formación de profesionales más comprometidos con la comunidad, cercanos, con vocación de sentido público, responsables, apasionados y voluntariosos, que aportan al bien común.

Roberto Buchhorts Vargas

Director de Asuntos Estudiantiles de la U. San Sebastián sede Valdivia