Regalos, actividades y aglomeraciones son las imágenes que asociamos al Día de la Niñez, que se festeja hoy a nivel nacional, en medio de un ambiente de ofertas similar al de la Navidad. Pero así como en diciembre el contexto dista mucho del verdadero sentido religioso de la fecha; ahora también: la idea del primer domingo de agosto es visibilizar derechos de niños, niñas y adolescentes; no tapar con compras una reflexión necesaria. Pese a lo anterior y aunque se desvíe la materialización del objetivo, captar la atención sí permite hablar sobre respeto, cuidado, consideración de opiniones y protección comunitaria.

Esas son las propuestas de la Convención Internacional ratificada por Chile en agosto de 1990 (de ahí la fecha), que por primera vez llamó a los países de la ONU a tomar decisiones pensando en el bienestar prioritario de las personas menores de 18 años de edad en materias como educación, salud, ambientes libres de violencia y entornos no contaminados, entre otras materias; algo que vino a profundizar la Declaración Internacional de los Derechos del Niño expresada en 1959. Mencionar estos puntos, que también han formado parte de las discusiones recientes en el país, parece normal. Sin embargo no se debe olvidar que en el mundo hay más de 79 millones sometidos a trabajo infantil y que en Chile el maltrato físico o sicológico llega a 73%; o que la deserción escolar postpandemia se eleva a 220 mil estudiantes de enseñanza básica y media. Además, de acuerdo a cifras del INE, Chile tiene cada vez menos niños entre 0 y 14 años; mientras en 1992 representaban el 29,7% de la población, en 2050 se espera que lleguen solamente a 14,2%.

En Los Ríos la tasa de natalidad ha bajado desde 12 a 11,1 en los últimos cinco años y actualmente se calcula que hay 77 mil habitantes menores de 15 años, quienes viven preferentemente en las comunas de la zona norte de la región. En Valdivia, el porcentaje es de 17%.

Los números permiten establecer un escenario general sobre la realidad y orientar las determinaciones. En este caso, permiten señalar que hay metas para alcanzar, especialmente en garantías de calidad de vida y de igualdad de oportunidades.

Tal como lo anunciamos hace algunos días en este mismo espacio, la semana que termina logramos concretar el primer paso de una idea que veníamos madurando hace bastante tiempo: cómo ofrecer un espacio de participación para los jóvenes interesados en integrarse de manera decidida en el día a día de sus respectivas lecherías familiares y, en ese proceso, transformarse en protagonistas del recambio generacional tan necesario y complejo en este tipo de empresas. Con este objetivo, nos reunimos con un grupo de hijos y sobrinos de productores lecheros que acogieron de manera entusiasta nuestra invitación y junto a quienes pudimos compartir la propuesta que desde el Directorio de APROVAL logramos generar para abrir la conversación y el análisis de este fenómeno -presente en casi todos los países lecheros del mundo- donde la continuidad de las operaciones lecheras se ha visto cada vez más complicada al no existir mucho interés de los jóvenes por ser parte de estos emprendimientos que en muchos casos trascienden a una, dos y hasta tres generaciones.

Con gran satisfacción pudimos constatar que los jóvenes asistentes valoraron en forma unánime este espacio que intentamos abrir junto a ellos.

Nos sorprendió gratamente la actitud proactiva y positiva con relación al futuro de la lechería y la motivación frente a temáticas como la tecnología, la innovación, el bienestar animal y la sustentabilidad de los procesos productivos.

Esta buena disposición y motivación para participar de una iniciativa inédita a nivel nacional, no sólo se quedó en palabras, ya que al término de la jornada dimos forma a un plan de trabajo inicial para los próximos seis meses, donde comenzaremos a visitar las empresas de los integrantes del grupo para conocer su realidad productiva y además compartir las experiencias de integración a las empresas familiares.

Este gratificante primer acercamiento nos obliga como Aproval a redoblar los esfuerzos para acompañar este proceso que hemos abierto.

Las ideas iniciales que propusimos para desarrollar fueron enriquecidas en esta jornada con otras iniciativas que iremos afinando en el transcurso del plan de trabajo que definimos de manera conjunta, con el fin de afianzar al grupo inicial de jóvenes interesados en esta agenda, pero con la voluntad y la convicción de mantener las puertas abiertas para otros jóvenes interesados en incorporarse a este nuevo y atractivo desafío gremial.

Directora Aproval Leche A.G.

Fernanda Galle Riquelme