Aguardar
al Señor
El evangelio de este domingo es un texto rico en enseñanzas, pero de todas la fundamental es estar atentos, siempre disponibles, preparados a su venida o más bien, debemos decir a sus venidas. Por sobre todo, estar atentos a escuchar su Palabra y a las necesidades de nuestros hermanos (Lc 12, 32-48).
Pero la pregunta que se nos viene a la mente es ¿cómo podemos estar atentos y disponibles a la Palabra de Dios?. Es el mismo Señor que nos indica cómo debemos estarlo: "Ceñidos y con las lámparas encendidas". Tener la vestidura ceñida significa estar preparado para salir en cualquier momento, estar listo para realizar cualquier tipo de trabajo, en cuanto nos sea requerido. La segunda imagen que usa el evangelio complementa la anterior: "Estar con las lámparas encendidas",quiere decir estar despiertos esperando la llegada de alguien, para que no nos encuentre desprevenidos, porque nadie sabe ni el día, ni la hora en que llegará el Hijo del Hombre. Como dice el salmo: "Para mis pies lámpara es tu Palabra; y luz para mis sendas" (Sal 119,105). La escucha orante de la Palabra del Señor se transforma en luz, para ver en nuestro camino de fe. Lo propio del discipulado es aguardar, es estar expectante ante la llegada del Señor.
Este esperar nos puede parecer contradictorio ante la rapidez del mundo actual, esperar requiere su cuota de paciencia, pero la esperanza cristiana no significa pasividad, es una espera activa. "Así como los centinelas esperan la aurora, así mi alma te espera Señor" (Sal 130,6), es una imagen bíblica que nos muestra cómo debemos aguardarlo pacientemente, pero despiertos con la esperanza de que la oscuridad siempre pasa y cada amanecer trae la luz y el descanso a los centinelas nocturnos.
En la medida en que el Señor nos encuentre despiertos, vigilantes y haciendo el bien, el reino de Dios estará cerca y haciéndose realidad en nuestras vidas. Esto es mantener vivo el sentido de estar preparados a su venida. Hoy nos podemos preguntar:¿Estoy preparado para recibir al Señor?, ¿cómo me visita Jesús hoy?, ¿estoy siempre con el corazón abierto a escuchar lo que el Espíritu Santo me quiere comunicar?. Que podamos vivir siempre atentos como si el Señor Jesús fuera a llegar hoy mismo y podamos tener la bienaventuranza del evangelio: "¡Feliz aquel a quien su Señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!".