Réquiem para Sergio Boisier
Para todos los que tuvimos el honor y el privilegio de conocer de cerca a Don Sergio Boisier, siempre será motivo de satisfacción y de profunda nostalgia recordar su persona y la seriedad de su trabajo en torno al Desarrollo Regional.
Lo recuerdo poseedor de un carácter fuerte, cálido y exigente, irradiando seriedad y preocupación, de rostro acogedor, de ojos pequeños y vivaces que revelaban su gran inteligencia, guardando distancia, dispuesto siempre a aportar con su conocimiento, mostrando con modestia, su enorme riqueza espiritual y gran calidad humana.
Resulta iluminador recordar sus palabras cuando señalaba: "Si queremos afirmar la regionalización, se debe ser capaz de dejar atrás las ambiciones políticas y los repartos de poder entre grupos. La administración pública requiere excelencia, moralidad y capacidad probada".
Con distinción y talento, conquistó el respeto, aprecio y reconocimiento de todos sus alumnos y de muchos valdivianos, en particular de aquellos que seguimos sus enseñanzas y orientaciones en torno a la apasionante tarea del Desarrollo Regional y Territorial. Su extensa obra alcanzó las fronteras del conocimiento, adquiriendo un gran notoriedad a nivel internacional, no sólo fue un prestigioso teórico del desarrollo regional, sino qué además, acometió muchas labores prácticas como consultor del PNUD en varios países de América Latina, en nuestro país destacó entre otros, por su labor en "El proyecto de Desarrollo de la Región del Biobío"; o en su gran aporte y compromiso a la creación de la "Región de Los Ríos", no sólo en la elaboración del constructo teórico de dicho proceso, sino que además como "Asesor Metodológico" en la elaboración de la Estrategia de Desarrollo Regional, donde además él es autor del primer capítulo: "Conceptos Orientadores", donde esboza las orientaciones y el marco teórico para la elaboración de este instrumento de planificación.
Pocas veces en la vida uno puede tener la oportunidad de compartir la obra de un hombre tan excepcional. Quiera Dios que su obra y su ejemplo continúen creciendo indefinidamente para provecho de las futuras generaciones y de nuestra patria.
Ahora sólo nos resta ser fieles a su memoria y a su ejemplo.
Iván Neira Navarrete ioctavio.neira@gmail.com
Prevención cáncer de mama
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, a inicios de octubre, mes de la campaña mundial de concientización del cáncer de mamas, fue enfática al decir que esta enfermedad se puede prevenir y no es una condena a muerte si se detecta a tiempo.
Esta patología también afecta a los hombres, pero en baja frecuencia. El 85% del cáncer de mama se da en mujeres que no tienen antecedentes familiares. Si la enfermedad se descubre precozmente se puede tratar y, de hecho, 9 de cada 10 mujeres se puede salvar. Si se hacen tarde los exámenes preventivos solo 3 de cada 10 pacientes tiene una oportunidad de sobrevivir.
Existe un menor riesgo de padecer esta enfermedad en las personas que realizan actividad física, consumen menos alcohol, no fuman y mantienen un peso adecuado. Factores de riesgo son los factores genéticos (antecedentes de cáncer de mama por la línea materna); mujeres nulíparas (sin hijos) o aquellas con menopausia precoz.
Desde la obstetricia educamos a las mujeres de todas las edades en los consultorios, hospitales, clínicas y centros educativos de la importancia del autocuidado.
(...) Esta es una patología que está incluida en el GES desde los 50 años en adelante. No obstante, cabe señalar que encontramos mujeres cada vez más jóvenes que padecen esta enfermedad (inclusive desde los 15 años). Realizarse la mamografía y la ecotomografía mamaria si tiene algunos de los signos mencionados es de suma urgencia. La prevención es bastante importante debido a la prevalencia y el alto índice de esta enfermedad en nuestro país.
Cecilia Garrido Directora Obstetricia UNAB (VM)
¿Cuándo ir al especialista?
La mera presencia de ciertos síntomas como nerviosismo, temor o tristeza no necesariamente configuran una enfermedad de salud mental, sino que pueden ser reacciones normales a las situaciones que enfrentamos. Existen eventos frente a los cuales lo raro sería que pudiésemos seguir tan felices como antes.
Para poder diferenciar entre las reacciones vivenciales normales y cuadros patológicos que requieran tratamiento usualmente nos centramos en 2 elementos principales: Un primer elemento es la reactividad. En cuadros patológicos solemos tener reacciones excesivas a estresores menores. Es muy comprensible tener pena y llorar en un duelo, no lo es tanto si lloramos porque no hay nuestro sabor preferido de helado.
Otro elemento es el impacto funcional. En cuadros no patológicos los síntomas pueden estar presentes en nuestro día a día, pero no limitan ni afectan nuestra capacidad de desempeñarnos en nuestra cotidianidad, ya sea en el trabajo, con la familia u otros.
Por lo tanto, si tenemos síntomas que afectan a nuestra funcionalidad y/o que son excesivos o sin un estímulo claro la recomendación es consultar a un especialista en salud mental para que pueda hacer un diagnóstico y orientar en un tratamiento.
Psiquiatra Tomás León U. Memoria, Hospital Del Salvador