"Mantenerme vigente en la música, el ajedrez y la vida es un desafío..."
DESAFÍOS. La enseñanza del deporte ciencia y el canto son los ejes en la vida del ex profesor valdiviano.
Fascinado entre la labor que desarrolló como profesor de Estado en la enseñanza técnica profesional, su amor por el ajedrez y su afición al canto, Jorge Mendoza Rifo se autodefine como un hombre multifacético. De esta manera, a los 78 años de edad se esfuerza por mantenerse vigente y seguir aportando a un medio que en la actualidad lo tiene como protagonista de la música y la enseñanza del deporte ciencia en la región.
¿Cómo fueron sus años iniciales como cantante?
-Siempre he realizado varias actividades y más que nada fui profesor. Canto desde los 15 años, inspirado por mi madre, que tocaba guitarra en las convivencias familiares. En 1972 grabé un single, un vinilo llamado "Me voy de jarana" en el sello Philips, en un estudio dirigido por Luis Torrejón, quien fue una eminencia a nivel nacional. Mi carrera como cantante se centra en boleros, baladas y valses peruanos. También tuve la gran experiencia de conocer a Carlos Urquiza, arreglador de los temas del 'Pollo' Fuentes. Grabé otros discos que quedaron solo en el recuerdo, porque nunca salieron al público. Así que me dediqué a cantar en eventos, hasta el día de hoy. Una vez en Lebu, Arturo Millán (ex cantante nacional) me aconsejó que no era el momento para dedicarse a la música, porque el artista no vive de eso, en cambio lo de profesor era algo seguro. Era un momento en el cual tenía que decidir si era profesor o cantante.
¿Cómo califica su experiencia como profesor?
-Tuve etapas muy importantes, como haber trabajado durante 17 años en colegios industriales de Curicó. Hay recuerdos buenos y también de los otros. Hay cosas que puedo calificar con nota 7 y otras con un 3. Entre los buenos recuerdos está haber ganado una pasantía para estar dos meses en Europa, eso fue lo más grande. También destaco la posibilidad de haber estudiado y terminar mi carrera de profesor en la Universidad Técnica del Estado, cuando era paradocente y la ley permitía estudiar a los funcionarios de la educación y mantener su sueldo. Era una especie de beca.
¿En qué momento apareció el ajedrez en su vida?
-Cuando tenía 15 años y estudiaba en Angol. También practicaba atletismo, así que me dedicaba harto al deporte y en los estudios andaba 'al 3 y al 4'. Hasta que tuve que preocuparme de mis estudios y salir adelante. También fui jugador y ya como profesor hice talleres en Curicó y el Liceo Industrial de Valdivia. Hasta que después de jubilar hice el curso de monitor de ajedrez, salí aprobado y obtuve el título avalado por la Federación de Ajedrez. Entonces comencé como monitor en el Liceo Armando Robles y la Escuela Alemania de Valdivia; seguí en Los Lagos, con talleres en las escuelas Francia, España y Antilhue, organizando también simultáneas y campeonatos. Luego llegó la pandemia y me quedé de brazos cruzados. En ese tiempo y como una alternativa, me dediqué a hacer las cápsulas de video "El ajedrez de don Fermín", como recurso educativo para trabajo en sala de clases. Ahora he realizado talleres en el Liceo Santa María y la Escuela Chile y el próximo año espero continuar en otros colegios.
¿Hay algo más que esté realizando en el mundo del ajedrez?
-Además de hacer clases, fabrico tableros normales, juegos de madera y tableros murales. Gané un proyecto, en el cual me apoyó Sercotec. Tengo una pyme y vendo artículos de ajedrez.
¿Qué proyectos tiene en la parte artística?
-Estoy postulando un proyecto a fondos del Ministerio de las Culturas, que consiste en la grabación de un CD de temas con relacionados con Valdivia, con 1.000 reproducciones. También quiero seguir participando en eventos, ya que como adulto mayor me fortalece seguir trabajando, mantenerme vigente y tener la mente ocupada en cosas importantes. Mantenerme vigente en la música, el ajedrez y la vida es un desafío permanente.
¿Se siente satisfecho con todo lo realizado durante su vida?
-Aún no, porque creo que me falta cosas por hacer, cumplir algunas etapas importantes. Un sueño era estar en algún programa importante de la TV, pero siempre fue un espacio muy cerrado.