Alfredo Castro y la película "Karnawal": "Me impresionó el mundo de la frontera"
CINE. El actor protagoniza la ópera prima de Juan Pablo Félix, que se rodó en el límite entre Argentina y Bolivia.
Amelia Carvallo
Ya está en cartelera "Karnawal", ópera prima del argentino Juan Pablo Félix, autor también del guión de esta historia que encaja en el género del coming-of-age donde alguien, generalmente joven, emprende un episodio vital que lo cambia.
En este caso es la vida de Cabra, un adolescente encarnado por el bailarín Martín López Lacci, que es avezado ejecuntante de malambo, esa danza enérgica de las pampas argentinas. El muchacho vive en una localidad fronteriza con su madre (Mónica Lairana) y la nueva pareja de ella, que es policía (Diego Cremonesi). Su vida da un vuelco cuando su padre, conocido como Corto y a cargo de Alfredo Castro, sale de la cárcel y se presenta en el hogar, justo en el tiempo de las celebraciones del carnaval.
Se llama "Karnawal" porque es una voz mezclada entre el castellano y el quechua. Eso cuenta el chileno Alfredo Castro al teléfono desde Uruguay sobre el nombre de la película con la que se hace presente en la cartelera nacional.
-¿Cómo llegaste a esta película?
-La invitación a sumarme se produjo cuando me llevaron un guion, me lo mostró el director Juan Pablo Félix y el productor Diego Rougier. Me gustó mucho el guión y me entusiasmé además porque era la ópera prima de Juan Pablo. Me gusta mucho trabajar en las primeras películas de directoras y directores, porque hay una inocencia y frescura que no es muy factible de encontrar en cineastas con mucha experiencia.
Cuenta Castro que nunca imaginó la cantidad de países que recorrería el filme de festival en festival. "Cuando leí el guion pensé que iba a ser una película que iba a tener éxito en nuestra región: en Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, toda Latinoamérica quizás, porque es una película muy localista, centrada en un baile como el malambo y un chico que se consagra a esa danza. Pensaba que era un tema muy acotado, que no se iba a insertar muy bien en festivales mundiales, y sin embargo la película terminó ganando cualquier cantidad de festivales, tanto el filme mismo como los actores, así que fue muy hermosa esa experiencia", asegura.
-¿Dónde fue filmada?
-La filmamos desde la frontera, en un pueblo llamado Villazón, en la frontera boliviana-argentina y fuimos bajando y bajando hasta Jujuy. Estuvimos en toda la zona norte de Argentina, parando en lugares muy hermosos y otros que es la devastación total, la pampa absoluta. Algo que me impresionó es el tema de las fronteras, la película trata ese tema, un mundo donde son más bien las mujeres las que trabajan pasando mercadería de un país a otro, vendiendo, cambiando. Me impresionó el mundo de la frontera y el trabajo de las mujeres también. Es muy fuerte de ver cuando son ellas las que mantienen los hogares y a los hijos con su trabajo.
-¿Cómo es el tiempo de carnaval en esos lugares?
-La película es interesante, porque plantea un paralelo simbólico entre lo que es verdaderamente el Karnawal que sucede en esa región, que consiste en que el demonio baja de las montañas borracho e invita a la ciudadanía, a los habitantes del pueblo a una fiesta que dura dos días donde todo está permitido, no hay nada prohibido, y eso está en paralelo a la salida de la cárcel de mi personaje de Corto. Es súper interesante la lectura que se puede hacer desde allí, que este hombre sale de la cárcel a cometer ilícitos, a cometer robos, nuevamente después de haber estado preso, en paralelo a la celebración del Karnawal.
-¿Cómo es la relación entre padre e hijo?
-La relación que tiene mi personaje con su hijo me parece muy hermosa y muy importante de tocar, porque es sobre el tema de la paternidad no asumida. Mi personaje es un hombre viejo, pero es como un adolescente en su actuar, en su pensar, tiene una estructura mental casi de un adolescente que comete errores y maldades, y es un ladrón, un tipo que anda armado, es un mafioso. No tiene asumida su paternidad, no siente la paternidad como una obediencia, como algo que hay que cumplir, no se siente ni con deberes ni con haberes, sino que circula por la vida con la libertad más absoluta, y eso influye en el hijo, en su forma de ser que, paradojalmente y hermosamente es muy riguroso, siendo bailador de malambo se conduce con mucho rigor para ser el mejor, siempre está preocupado de sus ensayos, de la competencia. Es muy cumplidor y responsable, a pesar de tener un padre que no cumple en nada, que nunca llega, que nunca aparece, que más bien siempre desaparece y se hace humo.
En su paso por festivales, Alfredo Castro ha sido galardonado en los certámenes de Guadalajara, en México; Málaga, en España; Toulouse, en Francia; con los Premios Sur y Cóndor en Argentina y los Platino iberoamericanos.