Emergencia en barco con migrantes revela drama en el Mediterráneo
ESPERA. "Necesitamos que Europa haga su trabajo", dijo el capitán que esperaba con 95 rescatados a bordo. Más tarde Italia aceptó acoger a los más necesitados.
Agencias
El capitán del barco de la ONG alemana "Mission Lifeline", Marco Antonio Martínez, que ayer esperaba con 95 rescatados a bordo a que Italia les concediera un puerto para desembarcar, dijo temer por la seguridad de la tripulación y sus "invitados" ante el fuerte temporal que se avecina, con olas de hasta 6 metros, y pidió "que Europa haga su trabajo".
"Necesito que Europa haga su trabajo y obligue a Italia a cumplir la ley internacional, que nos den un puerto de refugio y más ahora que viene un temporal y, sobre todo, que se trate con dignidad a la gente que hemos rescatado. Nosotros no tendríamos que estar aquí, Europa debería estar rescatando con barcos civiles, porque nadie tiene que morir en la mar", dijo a Efe el capitán español desde su nave, el "Rise Above".
El buque esperaba ayer en el Mediterráneo junto al "Geo Barents", de Médicos Sin Fronteras, con 572 personas a bordo; el "Ocean Viking", de SOS Mediterranée, con 234, y el "Humanity 1", con 179, a que se les asigne un puerto seguro.
"La cubierta, la proa, la popa, los laterales, todo está lleno de gente", pues después de tres rescates efectuados en los últimos días hay 71 hombres, 24 mujeres -tres de ellas embarazadas-, 34 menores y 8 bebés, que están "muy cansados", dijo el capitán del "Rise Above", que tiene más de 55 años y sólo 25 metros de eslora.
Agregó que "llevaban varios días a la deriva, en barcos con mucha agua dentro y estaban muy asustados. Se te rompe el corazón, llevo cinco años en esto, pero no te acabas de acostumbrar, desde que empecé la cosa ha ido a peor".
En las condiciones actuales, "no puedo garantizar la seguridad de nadie", afirmó, enojado porque ningún país asume su responsabilidad, "ni Malta, ni Italia, ni Europa", porque "nadie responde a nuestra petición de puerto, aunque nos ampara la legislación internacional".
Martínez señaló que llevan días "pasándose la pelota de una autoridad a otra, mientras dicen que debe decidirlo el Ministerio del Interior italiano".
"Pero mi trabajo es ser capitán, me dedico a rescatar porque creo que en los derechos humanos y en la dignidad del ser humano y el derecho a la vida", enfatizó.
Asimismo, afirmó que "no podemos dar un paso atrás, nos apoya mucha gente en Europa que cree en la libertad y la fraternidad de los pueblos, y sobre todo en el derecho a la vida, un desembarcar en un lugar seguro, que no es ni Libia ni Túnez".
Muerte en el mar
El capitán del "Rise Above" reclamó que "es muy fuerte encontrarte con gente muerta, bebés muertos, enfermos, personas violadas y torturadas. Es una vergüenza. Pido un puerto ya y como ellos no quieren rescatar a personas y no quieren ayudar a evitar que la gente muera ahogada, que nos dejen trabajar a nosotros".
Martínez explicó que no tiene "miedo" y que "mientras tenga fuerzas y un barco", seguirá "luchando".
"No puede ser que la gente muera en el mar, con este tiempo no sé lo que voy a aguantar, pero para mi lo primero es la seguridad de mi tripulación y mis invitados y llegaré hasta el final", advirtió, aunque espera que "Italia entre en razón".
Italia acepta con matices
Tras un largo día, el Gobierno de Italia aceptó ayer acoger solo a los inmigrantes vulnerables y necesitados que se encuentren a bordo de los barcos de las ONG, mientras que expulsará a las naves con el resto a aguas internacionales, en el marco de su política de puertos cerrados a este tipo de misiones.
Según indicó ayer el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, se aceptó la posibilidad de que algunos de los inmigrantes puedan desembarcar, ya que ha sabido que entre estos hay mujeres embarazadas, bebés, cientos de menores y personas con fiebre.
Agregó que Italia permitirá a las naves humanitarias entrar en sus aguas territoriales y sus funcionarios determinarán quiénes necesitan ser evacuados.
Actualmente en el Mediterráneo central hay cuatro embarcaciones de organizaciones con más de mil inmigrantes a bordo rescatados. Hasta la fecha, tanto Italia como Malta se han negado a permitir el desembarco de estas personas.