Japón le dio un golpe Mundial a Alemania
QATAR. Los germanos entraron rebelándose contra la FIFA y los asiáticos revirtieron el marcador y se quedaron con un triunfo histórico.
Redacción/Agencias
La selección de Japón desnudó las carencias de una atrevida Alemania, que antes de empezar tapó sus bocas ante los fotógrafos en señal de protesta por no poder lucir el brazalete "one love" y que, luego, fue silenciada en el césped y castigada por no liquidar cuando pudo, quedando relegada al último lugar del grupo E.
Los nipones consiguieron así uno de los grandes triunfos de toda su historia y el segundo gran batacazo de Qatar 2022 tras la victoria de Arabia Saudita sobre Argentina: la prensa nipona hablaba de hazaña histórica, mientras en Europa masticaban palabras como "humillación" y "deshonra".
Parecía que un penal inocente del portero de Japón iba a impulsar a los germanos a un triunfo imprescindible en la lucha por los octavos antes de medirse el domingo a la selección española.
Quedó demostrado que la "Mannschaft" no es un equipo totalmente sólido pese a su cómoda clasificación para este Mundial de Qatar. En cambio, Japón ratificó que, esta vez en su continente y con una gran generación de jugadores, quiere dar la batalla.
El plan táctico había sido el previsto. Hajime Moriyasu, DT de los nipones, resguardó a su equipo a la espera de algún contragolpe, circunstancia que estuvo muy cerca de ofrecer sus réditos, y los germanos de Hansi Flick dominaron con el balón en los pies, pero sin precisión para definir.
Los asiáticos ofrecieron el debut mundialista del joven Takefusa Kubo, que se sumó a otras figuras que, principalmente, militan en la Bundesliga. Mientras, los tetracampeones tuvieron algunos jugadores insignes como Thomas Müller y otras grandes promesas como el delantero del Bayern Múnich, Jamal Musiala.
Las instrucciones de Moriyasu eran claras. Paciencia, orden y salir a la carrera cuando la ocasión lo permitiera. Así incluso llegaron a dar un susto de entrada a los germanos. A los ocho minutos Maeda batió a Manuel Neuer, pero estaba en fuera de juego.
La zaga alemana entendió el mensaje: era necesaria la máxima concentración y contundencia para evitar sustos como en el Mundial de Rusia.
Un gol que no sirvió
La "Mannschaft" metió una marcha más y, sin avasallar, fue poco a poco metiendo en su área a Japón, cuyo capitán, Maya Yoshida, despejó un disparo que parecía entrar. Luego, el portero cometió un penal sobre David Raum, que no desaprovechó el Ilkay Gündogan.
El gol despejaba un tanto algunas de las dudas que podía haber en los jugadores de Flick y consolidaba su superioridad ante el luchador conjunto japonés, un hueso duro de roer que en cualquier caso no iba a rendirse tan fácil.
El VAR evitó que al descanso se llegara con una ventaja mayor al anular por fuera de juego un tanto de Kai Havertz, y los palos tras el descanso con disparos de Serge Gnabry y Gündogan, sin olvidar cuatro tapadas seguidas de Gonda.
Tuvo la sentencia el bloque germano. Desaprovechó sus ocasiones y la inspiración de Musiala, dejando vivo al conjunto japonés.
Los asiáticos siguieron creyendo en sus contraataques y sus cambios tuvieron la recompensa con los goles de Ritsu Doan y Takuma Asano, cuya entrada, junto a la de Takumi Minamino, descolocaron a la defensa rival, para ofrecer el segundo bombazo del torneo ante una Alemania obligada a mejorar si quiere pelear por el título.
Protestas germanas
Sumado al mensaje de los jugadores, tapándose la boca en señal de que son "callados" por no dejarlos usar el brazalete, también hubo otras pequeñas muestras de descontento y rebelión contra la FIFA y la organización del Mundial.
Por ejemplo, el portero germano, Manuel Neuer, salió al campo de juego con zapatos de fútbol que llevaban los colores de la bandera multicolor y la ministra del Interior de Alemania, que estuvo presente en el estadio Khalifa, se sentó junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, con la jineta que él mismo prohibió.