El 3 de diciembre se realizará el IX Carnaval del Parque Urbano y Deportivo Humedal Catrico en Valdivia. Los vecinos y vecinas saldrán a las calles con comparsas, carros alegóricos, música y participarán durante el día en diferentes actividades, que culminarán con un concierto con artistas invitados.

Con el evento buscan celebrar la primavera, pero también la alegría de volver a los espacios públicos sin restricciones tras la pandemia y contar con un lugar de grandes dimensiones y belleza, rescatado del olvido y el abandono gracias al tesón comunitario, hasta convertirse en un área donde se protege a la naturaleza y beneficia a más de 30 mil personas.

El Parque tiene una historia de más de diez años y fue levantado en dos etapas. La primera se encuentra completamente terminada y la segunda, pronta a ser inaugurada. Si todo resulta bien, la ceremonia podría realizarse a mediados de diciembre, dando inicio a una gestión innovadora, a cargo de Serviu, y con apoyo de una gobernanza público-privada.

En esa nueva forma de administración suman esfuerzos la Corporación Catrico, la Municipalidad de Valdivia, el Gobierno Regional y la Universidad Austral de Chile, a través del CER. Hace un año conformaron un grupo de trabajo y acordaron generar un modelo de administración que promueva la participación comunitaria, especialmente en las áreas de mantención, educación ambiental, conservación, limpieza, diseño de actividades culturales y deportivas.

Los dirigentes Francisco Vásquez, Nilo Zúñiga, Ramón de la Barra y Carlos Corvalán lideran la Corporación en esta materia y esperan buenas propuestas para garantizar el futuro del parque y corregir algunas falencias que ya han visto: vandalización del skate park que quedó fuera del cierre perimetral; más seguridad y mejoramiento de las obras que presentan deficiencias, como las duchas de las canchas recientemente inauguradas, pero que ya no funcionan. Aspiran también a control de administración, para que las inversiones -más de 2 mil millones de pesos- sean efectivamente garantizadas con obras de calidad.

Están llenos de entusiasmo frente al desarrollo del recinto. Por ello el carnaval del sábado tiene un sentido especial. Y la invitación es abierta.

En las últimas semanas fuimos testigos de un nuevo paro que involucró a los distintos gremios de camioneros del país. Cortaron carreteras, dejaron sin abastecimiento a distintas ciudades y localidades a lo largo de la zona norte y sur de Chile y afectaron los trayectos diarios de miles de chilenos y chilenas. Si bien logramos ver que el gobierno y los gremios llegaron a un acuerdo, está no es la primera vez que la ciudadanía sufre las consecuencias de un problema de privados.

Si bien hay demandas legítimas como mayor seguridad, contar con espacios aptos de descanso y descarga, ¿por qué acceder a la petición de rebaja de un 35% en los combustibles estandarizados, si todo el país está viviendo y pagando de igual forma el acceso a éstos? Me parece inaceptable que se paralice el país buscando acceder a privilegios que nadie más podrá optar, comprometiendo el abastecimiento de localidades, y que el resultado sea una ganancia para los privados.

Ahora más que nunca urge reforzar alternativas de conectividad y distribución como lo son los trenes. El funcionamiento de un país no puede quedar a la merced de unos pocos. Historia que, lamentablemente, no es nueva, por lo demás.

En el plan de Gobierno se propuso la gran idea de "Trenes para Chile", un proyecto que -de ser realidad- solucionaría muchos de los conflictos que vivimos en los últimos días. Sería extraordinario recobrar nuevamente la cultura ferroviaria. Volver a unir el país en una columna vertebral larga y angosta, que la gente vuelva a viajar en tren, que por lo demás, son menos contaminantes y por ende más amigables con el medioambiente.

Que transportemos nuestros productos por todo el país de manera veloz y económica. Sin duda, el aprendizaje que deberíamos tener es que situaciones como la del paro de camioneros es que no pueden ocurrir nuevamente. Si hay que empezar a trabajar en algo para anticiparnos, es en impulsar un buen proyecto de trenes para Chile.

Cuando pensamos en el futuro, en las transformaciones, en el planeta, en nuestras familias, tomamos consciencia de que hay ciertos cambios que son necesarios, que tenemos que trabajar con más convicción que nunca. Porque de eso se trata, de avanzar y dejar algo mejor a las generaciones venideras.

Alfonso de Urresti

Senador