Chile cuenta con una Ley de Transparencia hace diez años. Ella resguarda, entre otras materias, el derecho de las personas de acceder a información pública y establece la obligatoriedad de las entidades a entregar los antecedentes requeridos, además de mantener antecedentes sobre su quehacer actualizados y de fácil acceso a la comunidad.

El Consejo Para la Transparencia (CPLT) vela porque esas disposiciones se cumplan y enciende alertas cuando no sucede así. Esta semana, por ejemplo, ofició a más de mil instituciones recordándoles ese deber de proporcionar y mantener datos, luego de que se hiciera público el eventual borrado de documentos sobre el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP11) desde la página web de la Subsecretaría de Relaciones Internacionales (Subrei).

A partir de esta acción del CPLT es bueno recordar el informe que entregó en junio pasado sobre la gestión de los municipios durante 2021 en Transparencia Activa (datos sobre gestión disponibles) y Derecho de Acceso a la Información (facilidad de acceso).

En ese estudio el promedio nacional de cumplimiento fue 71.93%. Los Ríos supera esa marca con un 72,64% , pero en el desglose, varias comunas bajo ese índice. En detalle, Lanco muestra el más bajo con 21.38% y Panguipulli el más alto con 95.96%. Valdivia llega a 79.8% y La Unión, 80%; mientras que las demás se ordenan: Corral 47.1; Paillaco, 54.43; Futrono 72.52; Los Lagos 81.24; Máfil, 81.45; Mariquina, 83.55; Río Bueno, 84.68; Lago Ranco 89.37. (www.consejoparalatransparencia.cl)

Luego de realizado el análisis, las entidades pudieron responder sobre las razones para estos índices. Muchas -no sólo locales- indicaron que no cuentan con personal para que efectúe las actualizaciones en los sitios web o responda a las consultas de los usuarios con rapidez. Un argumento que no exime de la responsabilidad, pero remite a los insuficientes recursos con que operan los gobiernos comunales.

Revisar estas capacidades es importante, porque el acceso a la información lo es.

Lo dejó claro en Consejo a través de un comunicado: "Es fundamental la gestión de documentos y la transparencia proactiva por parte de las instituciones. Si no es simple acceder a la información, no promovemos diálogos informados".

Ad portas de una nueva cosecha de granos en nuestro país, quisiera compartir información de interés que fue presentada en la reciente edición de Sago Fisurpor Ana Ballesteros del U.S. Grains Council, quien basó su interesante exposición en el informe de noviembre de oferta y demanda mundial agrícola que es preparado mensualmente por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

El fantasma de una probable recesión económica mundial ha influenciado en un freno en el alza de los precios de los granos que venía previo a la guerra y que se incrementó fuertemente con el conflicto bélico. Esta posible contracción de la economía global ha hecho especular sobre posibles efectos en la demanda de los granos, lo que ha resultado en una presión a la baja en los precios, y debería disminuir la probabilidad de volver a presentar, al corto plazo, alzas importantes en los granos.

Por otra parte, si bien la guerra no a dado luces de terminar, el efecto en la oferta mundial de granos ha sido, por ahora, menos catastrófica de lo previsto, lo que también ha aportado en una tendencia bajista de precios.

La producción mundial de trigo y soja se proyecta por sobre niveles del año anterior, lo que también produciría un freno a los precios de irse concretando esas proyecciones. Respecto al maíz, si bien se prevé una menor producción, se espera que la posible recesión y los altos costos actuales de alimentación animal, no den pie para seguir con alzas importantes.

En resumen, las señales mundiales indicarían que, si bien los precios de los granos seguirán elevados, no se esperan mayores alzas y posiblemente algunos ajustes a la baja.

Pero cabe destacar que el balance mundial de granos está tan ajustado, que señales de cualquier índole puede hacer sobre reaccionar los mercados en cualquier dirección (climáticas, bélicas, productivas, logísticas, económicas, etc..). Con una temporada con precios de los fertilizantes triplicados, precios de maquinaria y combustible a niveles récord, y en general con costos históricos de producción, el resultado de la cosecha para los agricultores se vuelve aún más sensible a como se comporten los precios en los próximos meses.

Sebastián Hoffmann P. Director Saval F.G.