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¿En colaboración con otras instituciones?
-En colaboración con universidades, con institutos. Hemos estado en directa colaboración con distintos ámbitos y en dos grandes ejes: la educación y también el apoyo y el fortalecimiento del emprendimiento en el ecosistema.
Lo más reciente es todo este programa y concurso de innovación que se desarrolló en conjunto con la Universidad San Sebastián, por ejemplo, que busca apoyar e incentivar la innovación en los emprendimientos cerveceros de Valdivia y también en la región, y lo que habla muy bien de lo que es este vínculo público-privado en fomentar y apoyar el ecosistema cervecero.
Dentro del ecosistema es muy importante el desarrollo del lúpulo y la calidad del agua, ¿cómo observan el tema de la disponibilidad de agua de buena calidad?
- Nuestra visión de largo plazo, que nosotros en Kunstmann llamamos nuestra visión 2030 y que también va hacia el 2050, es trabajar en armonía con los recursos naturales. Evidentemente está el tema del agua, que es súper importante en la cerveza, da grandes características al producto, y nosotros promovemos el uso responsable del agua en los procesos y también su reintegración al ecosistema en condiciones óptimas para que se armonice con el ecosistema donde está inserta.
Ahí hemos hecho distintos esfuerzos, en primer lugar, en iniciativas que reducen el consumo de agua. Hoy en día estamos en un estándar internacional de consumo de agua, que es bajo los cuatro litros de agua por litro de cerveza. Y también tenemos un estándar muy exigente en el tratamiento de esa agua y su reintegración en el ecosistema natural. Además, hacemos grandes colaboraciones con relación a los humedales que nos rodean, un trabajo conjunto con el Centro de Humedales, por ejemplo.
Sobre el tema del lúpulo, es algo que ha ido creciendo en la región. Yo diría que es un cultivo que tiene posibilidades de seguir desarrollándose en Chile, todavía es incipiente si lo comparamos con mercados internacionales, pero hay oportunidades de seguir creciendo y, sobre todo, que en el ecosistema se pueda apoyar este cultivo de lúpulo en el sur de Chile, que hace un par de años era inimaginable, pero ya se ha demostrado que se puede cosechar lúpulo en la región.
¿Cómo ha avanzado el rescate de semillas de lúpulo?
-Cuando comenzamos con el lúpulo trabajamos en rescatar algunos ecotipos que eran parte del sello cervecero de la región. Hemos avanzado exitosamente con esos ecotipos, hemos desarrollado algunas cervezas también con esos lúpulos, que le han ido dando una identidad propia a esta cerveza.
Hoy en día trabajamos con una mixtura, ecotipos locales y variedades que son probadas en distintas latitudes del mundo y que también tenemos en un patio de demostración aquí en la Cervecería para que los turistas los puedan ver y, sobre todo, podamos desde la Cervecería, y ojalá motivar a que muchos lo hagan, culturizar en torno a la cerveza y a la experiencia cervecera en el origen.
¿Cómo trabajan la idea del origen de marca, vinculada a Valdivia capital cervecera y sello local, hay trabajo con otras empresas?
-Aquí hay un gran protagonismo de la experiencia en el origen. Esa experiencia en el origen se da en la visita a una cervecería, se da en un bar cervecero, se da en todas esas dimensiones que han ido creando el sello de Valdivia como capital cervecera.
Hay algunas dimensiones que compartimos y fomentamos en conjunto en este ecosistema cervecero, la calidad en primer lugar, la experiencia en el origen que es muy importante y también la integración con la ciudad.
En nuestro caso siempre buscamos fomentar y apoyar la colaboración con instituciones, con la culturización en torno a la cerveza, de ahí nacen distintas iniciativas que vinculan a la ciudad con la cerveza.
En general, el mundo está en una etapa de crisis, ¿cuáles son los problemas que tiene la industria cervecera y como los están enfrentando?
-Yo diría que los problemas o los desafíos más bien son los que tienen muchos de los productores. Evidentemente, hay temas importantes en los costos en general que son crecientes y desafíos logísticos.
Por el lado de la demanda, en las circunstancias en que estamos siempre hay un desafío. Todo este contexto que se vive siempre es una oportunidad para que quienes hacen las cosas bien, tienen marcas de calidad, generan también una actividad como emprendimiento o empresarial de calidad, una cultura positiva y cuidando a quienes colaboran, puedan salir fortalecidos y, finalmente, mantener la propuesta de valor que se desarrolla.
Para eso es importante mantener la calidad en lo que hacemos y ser consistentes y, sobre todo, apoyarnos en el ecosistema, sumar entre todos y colaborar para que el posicionamiento de este sello valdiviano de la cerveza siga sólido. Esos son elementos importantes y nos tienen que ayudar en los momentos más desafiantes.
¿Qué falta en la región para que este trabajo que hace el ecosistema tenga más atractivo?
-Siempre la infraestructura que fomente el posicionamiento de la ciudad a nivel comunicacional y, por otro lado, la atención al visitante, es sumamente importante. Finalmente, Valdivia es una ciudad turística y entre todos tenemos que sumar fuerzas para fortalecer la infraestructura disponible para recibir al visitante, al entusiasta cervecero, y tenga una experiencia integral, aproveche de mejor manera los barrios cerveceros, pueda visitar un circuito cervecero, tenga buenas capacidades en términos hoteleros y logísticos, frecuencias para llegar a la ciudad, en fin, todo lo que estimule esa infraestructura es positivo para seguir posicionando este sello cervecero.