El líder de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, juró este domingo ante el Parlamento por tercera vez como nuevo Presidente de Brasil para el período 2023-2027. Con su antecesor, Jair Bolsonaro, como gran ausente, celebró la "victoria de la democracia" que le permitió ganar las elecciones de octubre, a pesar de las "amenazas" de la oposición, mientras miles de simpatizantes oficialistas llenaban las calles de Brasilia.

"Si estamos aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña", declaró Lula ante el Parlamento, en su primer discurso después de jurar y recibir la banda presidencial de manos de una "representación diversa del pueblo" del país ante la ausencia del exgobernante.

Lula, de 77 años, subió la rampa del Palacio de Planalto, en Brasilia, pero en lo más alto no esperaba Bolsonaro.

En su lugar, ascendió a la parte alta del palacio presidencial acompañado por un grupo de personas que "simbolizan la riqueza y la diversidad del pueblo brasileño", entre ellos, un niño, afrodescendientes, mujeres, personas con discapacidad y el conocido líder indígena Raoni Metuktire

"Fue la democracia la gran victoriosa", que "superó" las "más violentas amenazas a la libertad del voto", apuntó en alusión a la campaña contra el sistema de votación desatada por el ahora ex Presidente Jair Bolsonaro.

También dijo que su investidura le pone un "fin al autoritarismo" y pidió, en medio de los aplausos de la mayoría de los legisladores, "democracia para siempre".

La ceremonia de investidura se celebró bajo estrictas medidas de seguridad, debido a amenazas de grupos radicales, con cierre de calles para vehículos y peatones.

Combatir el hambre

El nuevo mandatario también prometió "rescatar" del hambre a casi la mitad de la población del país.

"Nuestras primeras acciones apuntan a rescatar del hambre a 33 millones de personas y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileñas y brasileños, que soportaron la más dura carga del proyecto de destrucción nacional que hoy se cierra", dijo Lula.

En la misma línea, prometió "reconstruir" el país desde las "ruinas" en las que, según apuntó, quedó tras la gestión de Jair Bolsonaro, a quien no citó de manera directa.

"Sobre estas terribles ruinas asumo el compromiso de, junto con el pueblo brasileño, reconstruir el país y hacer nuevamente un Brasil de todos y para todos", afirmó el líder progresista.

Señaló que su equipo de transición hizo un diagnóstico de las cuentas públicas y encontró un panorama "atroz".

"Vaciaron los recursos de la Sanidad. Desmantelaron la Educación, la Cultura, la Ciencia y la Tecnología. Destruyeron la protección del medioambiente. No dejaron recursos para comidas escolares, vacunación o seguridad pública", denunció.

"romper aislamiento"

Lula también se comprometió a "retomar la integración" en América Latina para tener "un diálogo activo y altivo" con las otras regiones del mundo.

"Retomaremos la integración a partir del Mercosur, con la revitalización de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y otras instancias soberanas" que existen en Latinoamérica, declaró, mientras miles de personas copaban las calles de la capital brasileña en apoyo al nuevo Presidente.

Agregó que Brasil "romperá el aislamiento al que fue sometido en los últimos años" y "volverá al mundo" con las banderas de la democracia, combate al hambre y pobreza.

Brasil "vuelve a ser un país soberano", que asumirá todas sus responsabilidades sobre la Amazonía y pondrá a toda su diplomacia al servicio de la defensa de la democracia, "amenazada alrededor del planeta por un extremismo autoritario", afirmó.

Además, expresó su "convicción de que la política en sus más elevados sentidos es el mejor camino para la construcción de consensos".

"Negar o criminalizar la política es el camino de la tiranía", sostuvo.

77 años tiene Luiz Inácio Lula da Silva, que juró por tercera vez como Presidente de Brasil.

50,9% de los votos obtuvo Lula da Silva en las elecciones presidenciales, frente a un 49,1% de Jair Bolsonaro.

El ahora ex Presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue visto en redes sociales compartiendo con seguidores suyos en la ciudad de Orlando, en el centro de Florida, donde evadió la ceremonia de investidura de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva. Varios videos en Twitter lo muestran en un condominio de casas en Orlando tomándose fotos con seguidores y se estaría hospedando en una casa del deportista brasileño José Aldo da Silva, luchador de artes Marciales Mixtas (MMA). Bolsonaro partió el viernes de Brasil en el avión presidencial, poco después de dirigirse a sus seguidores y pedir una dura oposición a Lula da Silva.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, viajó la madrugada del domingo a Brasilia para estar presente en la toma de posesión de su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y "reactivar" las relaciones entre ambos países. "Ya estamos aquí compañero para acompañarte a ti y al pueblo Brasilero en este día de tanta esperanza para Brasil, Latinoamérica y el mundo. Un abrazo firme!", tuiteó al llegar.

Previo a la ceremonia, el mandatario aseguró que se trata de un hecho "histórico" y "un momento de mucha esperanza para América Latina".

"Ver además la resiliencia de Lula, el movimiento de los trabajadores, la amplia alianza que logró para obtener esta victoria. Es un aprendizaje para todos", agregó.

Boric mantendrá un encuentro con el líder del Partido de los Trabajadores (PT) durante esta jornada, donde hablarán sobre "la reactivación de la relación bilateral Chile-Brasil" y "proyectos de integración regional para enfrentar problemas urgentes en América del Sur, como migración e integración", según informó el Gobierno de Chile.

"Hay desafíos muy comunes. Mañana vamos a tener una (reunión) bilateral con el presidente Lula y ahí vamos a poder profundizar sobre temas regionales y bilaterales", aseguró el Presidente Boric.

El mandatario estuvo acompañado por el ex Presidente Ricardo Lagos (2000-2006), quien asistió como invitado especial de Lula. Además, Boric, que regresa hoy mismo a Chile, estuvo acompañado por la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, y la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo.

Lula asumió en presencia de autoridades de medio centenar de países, incluyendo veinte jefes de Estado y de Gobierno, encabezados por el rey de España y los líderes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay, así como los presidentes de Alemania y Portugal. "Esperamos que Brasil tenga un papel internacional muy activo", declaró el rey de España, Felipe VI, en su primera visita a Brasil desde que relevó a Juan Carlos I (2014). Las ceremonias oficiales concluirán con una recepción a las delegaciones extranjeras.

50 autoridades de diversos países asistieron al cambio de mando, entre ellos 20 Presidentes.