Apoyo para las ferias costumbristas
Centenares son los esfuerzos desplegados en la región para presentar espacios de gastronomía tradicional durante el verano. Múltiples esfuerzos se realizan para impulsar este trabajo de las comunidades, las cuales ofrecen a los visitantes elementos culturales típicos y únicos de sus zonas.
Comienza la última semana de la temporada alta en la Región de Los Ríos y es importante que se apoye el trabajo de emprendedores y emprendedoras turísticos que apostaron por trabajar en estos meses; los primeros de verano con total normalidad desde la crisis que generaron el estallido social y la pandemia.
En particular resulta interesante relevar la labor realizada por agrupaciones sociales de mujeres y vecinos en las diferentes ferias costumbristas que se han desarrollado a lo largo de nuestra zona, las cuales suman más de 200 y generan empleo a más de 4.000 personas directa o indirectamente.
Comida típica, música popular y de raíz folklórica, además de la puesta en valor de las tradiciones en la costa y el campo, son algunos de los aportes que esos eventos realizan y para los cuales se han desplegado múltiples proyectos de colaboración, que apuntan al largo plazo de estas labores de pequeña economía familiar, pero relevantes como generadoras de recursos para todo el año.
En este sentido resultan muy importantes los esfuerzos efectuados para impulsar su formalización y mejoramiento. Algunos ejemplos son los desplegados desde la Universidad Austral de Chile para la caracterización de las actividades feriales (proyecto FIC liderado por el doctor Rafael Tamayo); del proyecto sobre bioseguridad impulsado por la académica Romané Véliz y ahora el reciente aporte de más de $3 mil millones, aprobados por el Gore para fortalecer el desarrollo de 115 recintos feriales a través de infraestructura, asesoría en inversiones y para la obtención de resolución sanitaria, además de mejorar infraestructura.
Municipios y Gobierno Regional trabajarán de la mano junto a las agrupaciones para avanzar en esta última iniciativa, cuya ejecución práctica será responsabilidad de la Fundación de Desarrollo Educacional y Tecnológico de La Araucanía y se aplicará en un plazo de 36 meses. Es decir, mirando hacia 2026 se busca que estos espacios, nacidos de manera artesanal e incipiente, como una respuesta para buscar recursos, se consoliden y jueguen un importante rol en el empuje del turismo con sello rural y social, pero cumpliendo mayores estándares de calidad y servicio para quienes los visiten.