Hedonismo y estupidez
En una semana en que la mayoría de los medios de comunicación, supuestamente masivos, hacen un gran esfuerzo para difundir farándula (me refiero a nuestro carnaval, denominado "Festival de la Canción"), creo indispensable hacer un alto y tratar de reflexionar, aunque sea por un rato.
Siento que estamos enfermos de hedonismo. Parece que sólo importa el placer o el apetito. Estoy seguro que el "estallido" o "asonada", en esencia, no fue más que la consecuencia de la disminución de nuestra capacidad de consumo (nos habíamos acostumbrado a darnos algunos gustos). Las demás explicaciones son florituras o bien, facetas ignotas.
Por otro lado, es indudable que la pandemia vino a fortalecer y, en ciertos casos, a hacer permanente nuestro aislamiento, nuestra vida "on line", nuestra vida en solitario. No es extraño, entonces, que los fundamentos de nuestra comunidad estén fuertemente socavados. Sólo así se explica que se haya intentado destruir la Nación chilena. El proyecto de la Convención estaba orientado a eso: poner fin a la República y destruir la democracia representativa. No debemos ni podemos olvidarlo.
Otro tema relevante es la estupidez, la tontería.
La Real Academia de la Lengua Española la define como la "torpeza notable en comprender las cosas". En 1976 Carlo María Cipolla, mientras impartía clases en Berkeley, publicó "Las leyes básicas de la estupidez humana". Entre ellas, la siguiente: "siempre, e inevitablemente, todo el mundo infravalora el número de estúpidos en circulación".
Cuando el hedonismo y la estupidez se dan la mano, cosa que ocurre con frecuencia, el resultado normalmente es la anomia, esto es, la ausencia permanente de normas. No está demás decir que entre la anomia y la criminalidad hay una relación directa. No le echemos la culpa a los conejos.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com
Guerra y poder
La contienda en contra de Ucrania, comenzó el 24 de febrero del 2022 y es innegable que muchas guerras han sido alentadas por creencias filosóficas.
La filosofía nos ayuda a comprender el conflicto a través del concepto de poder, justicia y derechos humanos. Esta contienda militar a menudo se refiere también como una disputa filosófica entre dos opiniones acerca de cómo nuestras vidas deben ser vividas. El análisis filosófico nos permite tener una opinión crítica con respecto a la guerra así como su influencia en la sociedad. Al estudiar el origen de la guerra y su motivación, podemos mejorar nuestra habilidad para abordar los problemas actuales del mundo. Por ejemplo, las ideas del filósofo judío alemán Max Horkheimer (1895-1973) tienen una profunda relación con nuestros entornos sociales y económicos modernos. El contexto detrás de sus escritos fue la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi y el capitalismo americano. Muchos de los horrores perpetrados en los campos de concentración fueron motivados por el pensamiento racionalizado del gobierno de Hitler, y similares a los fenómenos capitalistas como el consumismo desenfrenado y la dominación social. Por esto, es evidente por qué Horkheimer planteó su crítica de la razón instrumental.
A través de este análisis, se puede ver claramente cómo la filosofía desempeña un papel fundamental en entender los conflictos y la evolución de nuestros entornos sociales y económicos. El estudio de la filosofía nos ayuda a comprender el verdadero significado detrás de la guerra y a promover una comprensión crítica de la naturaleza de la guerra y su influencia en nuestras sociedades. La pregunta que nos queda es ¿Cómo podemos aplicar esto de manera práctica para abordar mejor los problemas del mundo moderno?.
Felipe Hernández B. Licenciado en Filosofía Universidad Alberto Hurtado
Discurso de Daniel Ortega
El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha mantenido una feroz persecución contra sacerdotes y religiosas. En cadena nacional expresó: "Fui formado en el catolicismo. Fui bautizado, di la primera comunión y fui confirmado, pero nunca le tuve cariño ni respeto a la mayoría de los religiosos". "Los obispos, los curas, los papas son una mafia".
Nicaragua ha expulsado del país a sacerdotes y monjas, otros obligados al exilio como el obispo José Báez. El obispo Rolando Álvarez, estando detenido, se negó subir al avión que lo llevaría al destierro; por tanto, fue condenado a más de 26 años de cárcel. Ortega, dijo: "Soy revolucionario gracias a Cristo"; "Cristo fue un ejemplo de humildad y por eso lo asesinaron". Para poder condenar a muerte a Jesús, participaron: letrados, religiosos, una muchedumbre manejada por los poderosos y Pilato. Uno de los perseguidores de los cristianos fue Saulo. Éste caminaba cerca de Damasco y oyó una voz que le decía "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?. Él preguntó ¿quién eres, Señor?. La voz le dijo "Yo soy Jesús, a quien tú persigues". La ONU y organismos de derechos humanos señalan que se han cometido crímenes de lesa humanidad en Nicaragua.
Derico Cofré Catril derico.cofre@hotmail.com