Hoy se cumple trece años del terremoto del 27 de febrero de 2010. Un sismo grado 8.8 con epicentro en Constitución, seguido de un tsunami que fue mal previsto por los organismos de seguridad; que causó daños en cinco regiones del país y que costó la vida a 525 personas, dejando a otras 23 desaparecidas.

En Los Ríos no hubo víctimas fatales, pero sí muchísimo temor. El recuerdo del sismo de 1960, que tuvo una antesala en Concepción el día previo, afloró de inmediato en la población. No llegó otro temblor mayor, pero sí se reportaron daños en casi 100 viviendas y 35 de ellas quedaron inhabitables. La Costanera de Valdivia colapsó, en el lugar donde hoy se levanta el péndulo de Foucault y en toda la costa hubo pérdidas por la subida del nivel del mar, especialmente en Mehuín, Bonifacio y Amargos.

Fue una tragedia nacional. Y la pregunta lógica para realizar hoy es ¿cuánto hemos aprendido de aquella experiencia; qué tan preparados estamos para enfrentar el próximo terremoto de gran magnitud que sabremos que vendrá en el sur durante este siglo, tal como han indicado múltiples investigadores locales?

La respuesta positiva es que hay avances significativos. Ahora sabemos que tras un temblor que obliga a corte de energía eléctrica hay que evacuar la costa en menos de 15 minutos, exista o no alerta oficial; conocemos rutas de evacuación de maremotos; todos los espacios públicos y privados deben tener delimitadas áreas de seguridad, mientras que en los colegios se debe enseñar a los niños y niñas cómo reaccionar ante una emergencia, manteniendo la calma y buscando refugio. También las normas de edificación se reforzaron y se han difundido mapas de riesgo, para que las personas tomen conciencia y no construyan en zonas cercanas a la costa o en terrenos de relleno. La institucionalidad evolucionó y hoy existe el Servicio Nacional de prevención y respuesta ante desastres , Senapred, con foco -precisamente- en prevenir y que tiene a disposición de la comunidad su programa "Familia Preparada" que se puede revisar en www.senapred.cl

Este día es una oportunidad para pensar en este tema. No se trata de ser alarmistas; todo lo contrario, porque la precaución nunca sobra.

Ser una comuna segura y ordenada, en el centro y en sus barrios; en las zonas urbanas y rurales; en la costa valdiviana, la salida norte, la zona sur y el sector del Calle Calle, es una tarea que nos convoca a todos y todas y para la que hemos estado arduamente trabajando. Así, quisiera compartir algunas reflexiones y contarles algunas noticias importantes y avances que hemos logrado últimamente. La primera, es que a menos de una semana de haber incorporado el nuevo sistema lector de placas patentes con el que cuentan hoy los vehículos de Seguridad Ciudadana, se detectó la presencia de un automóvil que tenía encargo por robo, dando aviso a la Policía de Investigaciones, quienes lograron detener a su conductor y recuperar el vehículo avaluado en más de 20 millones de pesos que fue robado en Macul, tras una violenta encerrona. Así, el mensaje para los delincuentes es claro: no les conviene venir a Valdivia.

Y qué decir del trabajo de ordenamiento de la costanera, el que a través de un enorme despliegue ha rendido sus frutos, en otro mensaje claro -esta vez- a los comerciantes ilegales que vienen desde afuera a vender sin autorización. Aquí no les conviene venir. Tenemos un municipio coordinado con las instituciones acordes en la materia, trabajando mancomunadamente para ordenar nuestras calles, en una tarea que necesita del apoyo y la colaboración de todos y todas para seguir avanzando a paso firme.

Esto acompañado del esfuerzo de nuestra dirección de Seguridad Pública y sus equipos, con quienes hemos realizado capacitaciones -por ejemplo- a comerciantes y organizaciones vecinales; hemos creado un total de 31 comités de seguridad en distintas poblaciones desde el año pasado; hemos promovido el uso de la aplicación Sosafe, la que hoy ya cuenta con casi 18 mil usuarios; hemos reforzado a sus equipos con casi 30 personas para las distintas labores que han realizado durante el verano, entre tantas otras acciones.

Sabemos que siempre hay mucho por hacer, pero estamos trabajando en ello y hay avances evidentes que son necesarios de destacar. Este 2023 partió con un verano seguro y ordenado, que nos permite proyectar un año de unidad y trabajo por nuestra seguridad y el orden público, para lo que estaremos siempre dispuestos.

Carla Amtmann Fecci

Alcaldesa de Valdivia