La educación de los menores de edad es una temática que ha estado presente en la historia de Chile desde sus inicios, pero fue solamente en 1833 cuando la Constitución la estableció como un deber del Estado. Antes, en 1823 se creó el primero Instituto Normal para formar docentes y en 1825 se estableció un Tribunal de Instrucción y se alineó una política para crear Escuela de Primeras Letras para niños y niñas; pero la asistencia era voluntaria.

Fue recién el 26 de agosto de 1920 cuando se promulgó la Ley de Educación Primaria Obligatoria, que estableció cuatro años de escolaridad para los niños y niñas de Chile (www.revistadeeducacion.cl).

En 1929 la cantidad mínima de años de asistencia a las escuelas se aumentó a seis años y en 1965, llegó a los ocho años.

En 2003, a través de la Ley Nº 19.876, subió a los doce obligatorios actuales, con ocho de formación básica y cuatro, media. Y si se aprueba el kinder -como esperan los especialistas de manera transversal- llegaría a trece años, una de las más altas de Latinoamérica.

Actualmente, la escolaridad efectiva promedio de las personas en el país es de 11,7 años, de acuerdo a la última Encuesta Casen. Por género, los hombres asisten como promedio 11,6 años y las mujeres, 10,96.

En Los Ríos, la cifra total pasó de 9,3 años en 2007 (cuando se creó la región) a 10,9 en el año 2020. Ese índice es mayor que en el de Los Lagos (10,7) y que La Araucanía (10,6); pero menor que el de Aysén (11,1) y que el de Bío Bío (11,3). Además, todos los números anteriores están lejos de las cifras de la Región Metropolitana y las regiones del Norte Grande, que superan el promedio de 12 años de educación por persona.

Mirar estos antecedentes resulta interesante en estos días en que comienza el año escolar y uno de los acentos de la llamada "reactivación educativa" está en evitar la deserción. Y es un desafío a nivel local. Si bien este año todavía no hay cifras oficiales, en octubre pasado -como publicó Diario Austral- desde la seremi de Educación indicaron una baja de 1,9% de las matrículas entre 2021 y 2022. En Valdivia había 700 estudiantes menos; mientras que en Río Bueno llegaba a 248, las dos comunas más preocupantes. Atender el tema es urgente, para que nadie se quede atrás.

La próxima semana se cumplirá un aniversario más de ese fatídico 8 de marzo de 1908, donde un premeditado incendio terminó con la vida de más de 120 mujeres en la fábrica Cotton de Nueva York, en los Estados Unidos. Ese día las trabajadoras de la empresa se encontraban en huelga producto de reivindicaciones salariales, y reducción a la jornada laboral, cuando en un abrir y cerrar de ojos, el recinto se vio envuelto en llamas, sin poder abandonar el lugar por encontrarse las puertas clausuradas.

Con los años, esta fecha es recordada a nivel mundial en honor a las víctimas, y a su vez el episodio se transformó en un símbolo de lucha para que las mujeres tengan las mismas condiciones laborales, oportunidades, derechos e incidencia social que los varones.

Sin embargo, fue en la primera mitad del siglo XX, durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, cuando las mujeres en Europa reemplazaron a los hombres en las industrias, mientras estos últimos en su gran mayoría se encontraban en el frente de batalla. Desde ese momento las mujeres demostraron y abrieron espacios en el mundo del trabajo, lograron sostener la economía de sus respectivos países, en momentos traumáticos que vivió en ese entonces Europa. A partir del término de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres avanzaron significativamente en una agenda de derechos como nunca antes.

En Chile, las mujeres a partir de la protesta lograron derribar la ley electoral de 1884 que les prohibía expresamente de ejercer el sufragio. Todo esto cambio cuando el Estado le otorga derechos políticos en 1935 para elegir y ser elegida en las elecciones municipales de ese año. Para esa ocasión se presentaron 98 candidatas, de las cuales 25 lograron acceder a un puesto a través del voto popular. Pero el triunfo final lo alcanzaron consiguiendo el voto universal en 1949, durante la presidencia de Gabriel González Videla, al promulgar la Ley Núm. 9.292.

Durante el presente siglo, las mujeres han sido protagonistas del quehacer nacional, donde se han destacado en la política, el arte, el mundo sindical, empresarial, deportivo, las ciencias, etc. En mi opinión, considero muy valorable que hoy las mujeres sean protagonistas de nuestra historia, es parte de los positivos cambios que ha experimentado nuestro país.

Gastón von Mühlenbrock

Diputado