Decenas de miles de israelíes volvieron a manifestarse contra la reforma judicial impulsada por el gobierno derechista de Benjamín Netanyahu, en el contexto de un masivo movimiento de protesta que ayer se extendió al aeropuerto internacional de Ben Gurión y al principal puerto del país en Haifa.
Las protestas contra la polémica iniciativa, que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, se ampliaron a más frentes, abarcando incluso aire, mar y tierra, y en lo que los organizadores describieron como "una jornada de resistencia contra la dictadura".
Los asistentes se desplegaron desde temprano en distintos puntos del país, incluyendo en el principal puerto mercante, en la ciudad de Haifa, al norte de Israel.
Allí, una flotilla de reservistas de la Marina bloquearon el tráfico marítimo, argumentando que "en una dictadura, el mar está cerrado", en lo que representa la primera protesta en el mar desde que comenzaran las manifestaciones.
Como ya se ha hecho costumbre desde el inicio de las protestas hace diez semanas, los manifestantes se concentraron en instituciones educativas y políticas en distintas ciudades y bloquearon múltiples carreteras a lo largo y ancho de Israel, incluyendo la arteria principal de Tel Aviv, la autopista Ayalon.
Netanyahu
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, debió trasladarse en helicóptero hasta el aeropuerto de Tel Aviv mientras manifestantes contra la reforma judicial intentaban cortar sus accesos para bloquear la salida del mandatario con destino a Italia para una visita oficial.
Al mismo tiempo que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, urgió a Israel a garantizar la independencia de su Justicia y a rebajar la violencia con los palestinos, durante una visita a Tel Aviv.