Mi pesar por la Uach
Hoy se cumplen 66 años desde el día en que llegue a Valdivia invitado por la naciente Universidad Austral de Chile para incorporarme a su planta académica. La UACH necesitaba gente para la tarea que en 1954 había iniciado el Dr. Eduardo Morales.
Lo he dicho muchas veces: los inicios no fueron fáciles. Escasos recursos y la animadversión a una nueva Universidad, libre del esclavizante centralismo, obligaron a una dura tarea que tuvo caracteres de heroísmo.
Hoy, a pocos meses del sexagésimo noveno aniversario de su fundación, la UACH vive una situación preocupante. Una circular emanada de Rectoría invita a personal de los distintos estamentos para que, conforme a criterios que la autoridad ha establecido, decidan voluntariamente dejarla Universidad en vista de la penosa situación económica que la afecta.
Me imagino el ánimo con el que la comunidad empieza un nuevo año.
¿Qué mensaje de esperanza podrán entregar los académicos a los estudiantes que, con ilusiones, llegan a las aulas? ¿Con cuánta incertidumbre podrán los funcionarios administrativos y de servicios seguir prestando su valiosa y necesaria colaboración? ¿Qué confianza depositarán los estudiantes en una Institución cuya vida está en riesgo?
Y Valdivia, capital de la Región de Los Ríos, que en algún momento sintió el orgullo de tener una Universidad, la primera del Sur de Chile, ¿mira indiferente el destino incierto de una Institución que la ha dado prestigio y que ha formado profesionales que han llevado su nombre a todo el mundo?
Lo digo con pesar: Me duele la Uach.
Omar M. Henríquez F. Padre Fundador de la Uach
Un año
Cuando llegaron, los más entusiastas decían que el Presidente iba a cambiarlo todo. Otro, según recuerdo, durante la campaña manifestó que había que "meterle" un poco de inestabilidad al sistema.
Lo primero que hicieron fue intentar ingresar a la capital del Wallmapu, Temucuicui. Todos recordamos a la ex Ministra del Interior huyendo del lugar, arrancando de los perdigones.
Lo segundo fue una extemporánea notificación presidencial: el programa de transformaciones que el gobierno había comprometido sólo sería posible si se aprobaba el proyecto que estaba elaborando la Convención. Con la Constitución redactada por cuatro generales (la de Lagos) no era viable. Digo extemporánea debido a que sobre ese particular nada había dicho durante la campaña presidencial.
Pasaron los meses y para sorpresa, por lo menos de la ex Ministra Siches, fue detenido por la policía el líder de la organización terrorista denominada Coordinadora Arauco Malleco. En Palacio hubo estupor. Da la impresión que nadie les había avisado.
Y llegó el 4/9. A pesar de la intervención electoral del Gobierno, no vista entre nosotros desde 1988, la opción del oficialismo fue clara y masivamente derrotada. Casi dos de cada tres ciudadanos votaron Rechazo. El proyecto político del Presidente y sus coaliciones se había derrumbado con estrépito.
Llegó el verano y con él los incendios forestales. La reacción del Gobierno fue tardía. Quedó la sensación de que estaban más preocupados de encontrar a los políticamente responsables (empresarios forestales y conejos) que de combatir los incendios.
Finalmente, la guinda de la torta. La reforma tributaria impulsada por el Ministro de Hacienda no fue aprobada en la Cámara de Diputados. Ni siquiera el bloque oficialista le entregó la totalidad de su respaldo. Parece que la culpa es de Piñera.
El TPP11 entró en vigencia y en la "Macrozona" se aplica el estado de emergencia.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com
Uniforme ¿obligatorios?
Las clases ya comenzaron, en momentos en que en nuestro país, precisamente, los uniformes escolares lideraron el IPC de comienzo de año con un 17%, y el costo de la vida se ha elevado muchísimo.
También en esta época vuelve a aparecer la temida lista de útiles escolares. Pero ¿qué tan obligatoria es? Es importante tener claro que ningún establecimiento educacional puede solicitar que los útiles sean adquiridos en un lugar determinado, o que sean de una marca específica, excepto por razones pedagógicas o sanitarias, que deben ser acreditadas por el colegio. Otro aspecto a tener en cuenta en las listas es que en ningún caso pueden incluir materiales de oficina o aseo, ya que estos deben ser proporcionados por la misma institución.
En cuanto al uniforme, cada colegio puede señalar como obligatorio su uso, pero debe estar especificado en el Reglamento de Convivencia Escolar y la obligatoriedad debe ser comunicada a más tardar en marzo. Su uso es exigible solo 120 días después de dicha notificación. Tal como los útiles, los colegios tampoco pueden exigir la adquisición del uniforme en una tienda o proveedor específicos, ni marcas.
Y lo más importante de todo: ningún establecimiento puede prohibir el ingreso o la permanencia de un estudiante que no cumpla con las normas del uniforme escolar. Tampoco puede ser privado de actividades escolares, ni poner una nota o calificación por el uso de este.
Pamela Docmac Socia Fundadora de Sostiene