Un aumento de 55% en la cantidad de campamentos y de 52,69% en la cantidad de familias que viven en asentamientos precarios, experimentó la Región de Los Ríos en los últimos tres años. Así lo evidencia el último Catastro Nacional de Campamentos publicado por el Centro de Estudios de Techo Chile, que compara antecedentes desde 2020 a 2023.

Según esos datos, la región tenía 687 familias en veinte campamentos en el registro de la misma institución correspondiente a 20220-2021; mientras que ahora las cantidades subieron a 1.049 familias y 31 campamentos.

De ese total, hay 103 familias migrantes (9,8% del total) y entre todas las personas que enfrentan esta situación, 638 son niños, niñas y adolescentes menores de 14 años.

En cuanto a la distribución por comunas, Valdivia concentra la mayor cantidad con 637 familias en 12 campamentos.

Le siguen Mariquina con 149 familias en siete campamentos; Río Bueno con 97 familias en cuatro campamentos; después Panguipulli con 77 familias en dos campamentos; Los Lagos con 36 familias en dos campamentos; Lanco con 31 familias en dos campamentos; Corral con 13 familias en un campamento y La Unión con 9 familias en un campamento.

No hay antecedentes de Paillaco, Máfil, Futrono, ni Lago Ranco.

Estudio

Los resultados locales son más altos que el promedio nacional, que evidencian un alza de 33,13% en el total de asentamientos y 39,49% en cantidad de familias, totalizando 81 mil 643, el índice más alto -advierten- en casi 30 años. "Como consecuencia de la pandemia y de la crisis económica, atravesamos la mayor emergencia habitacional en nuestro país desde 1996. En ese contexto, a nadie debería sorprender que a quienes más han golpeado las consecuencias de la pandemia, el alza en el precio de los arriendos y la galopante inflación sea a los más pobres", indica la presentación del documento y añade que el catastro entrega "una foto actualizada de una dura realidad del país, que ha ido en aumento desde 2010, tornándose explosivo en los últimos años y la emergencia es de tal magnitud que no tenemos otra opción que enfrentarla con determinación sentido de urgencia y con un espíritu colaborativo entre el Estado, la sociedad civil y el sector privado".

Los datos de Los Ríos también son más altos que las regiones vecinas: La Araucanía marca 27,08% de alza en lugares ocupados irregularmente y Los Lagos, 3,23%; pero ambas igualmente suman habitantes en estas condiciones.

Las cifras mayores están en Aysén, con 166 % y en Arica-Parinacota, con un 70% más de lugares habitados de esta forma. Todos los antecedentes, de acuerdo a lo señalado por Techo, fueron elaborados a partir de información recogida de manera directa entre julio de 2022 y febrero de 2023 a través de 1.660 visitas a terreno efectuadas por los integrantes de los equipos de investigación, además de revisiones de publicaciones oficiales entregadas por las municipalidades y el Servicio de Vivienda y Urbanismo, Serviu, en las diferentes regiones.

Razones e historia

El documento elaborado por Techo también abarca los orígenes de los asentamientos precarios, las razones por las cuales las familias indican que llegaron a ellos y las condiciones básicas en las cuales habitan actualmente.

Al respecto, señalan que la data más antigua de un campamento aún vigente, es uno que se formó en la década de 1960. Luego hay dos surgidos en los '70; uno de los años '80 y cinco de inicios de la década de 1990; mientras que siete se asentaron entre 1990 y 2010.

La mayor cantidad, doce de los actuales 31, se organizó entre 2010 y 2020; mientras que solamente tres han surgido desde 2021 a 2023.

Acerca de las razones por las cuales una familia llega a vivir en los campamentos, según los datos recogidos un 80% indica que su motivo principal fueron los bajos ingresos y la necesidad de vivir de manera independiente; es decir, venían de una situación de allegamiento. La tercera razón es el alto costo de los arriendos, pero desde Techo piden poner atención a un dato clave: el 70% señala que no tenían empleo al momento de decidir llegar a vivir de esta manera.

En la presentación del catastro, el equipo de Techo Chile destacó la importancia de esta información, que la entidad genera desde 2010 . "Para muchos sería más fácil y cómodo no enfrentar esta realidad nacional y simplemente mirar para el lado; pero nosotros hemos decidido hacernos cargo y en el camino hemos logrado no solo volcar la atención de la ciudadanía y todos los actores de la sociedad hacia la problemática, sino que también influir en las políticas públicas de nuestro país (...) Estamos convencidos de que esta medición es un insumo clave para empezar a cerrar esta herida que tenemos como país, una grieta que ha provocado un retroceso de décadas en la vida y dignidad de los más pobres...".