Medidas urgentes, pero constantes
"Calles sin violencia" es una iniciativa para actuar ahora. Pero el problema también requiere trabajo de largo plazo.
Valdivia ha sido incluida entre las 46 comunas del país que aplicarán el plan "Calles sin Violencia" que contempla diversas medidas para reforzar la seguridad ciudadana.La noticia es alentadora y se ha producido acompañada de otra no menos relevante: el acuerdo entre el gobierno y Congreso para apurar 31 proyectos de ley relacionados con el combate al crimen organizado, mayor control sobre lo que pasa en las cárceles, seguir la "ruta del dinero" y hasta para crear un Ministerio de Seguridad.
Si bien la capital regional no presenta los niveles extremos de Santiago, por supuesto que hay señales preocupantes que se hacen frecuentes. El alza sostenida en la incautación de drogas; los ataques entre pandillas; los tiroteos en las calles y hechos como la balacera ocurrida el fin de semana pasado en la población Los Jazmines, a plena luz del día, viralizada a través de un video; son tristes pruebas de ello.
La región en general lo evidencia. Cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito para Los Ríos, al comparar 2019 con 2022 (años sin factor pandemia), señalan alzas en los delitos de mayor connotación social (9.571); en infracción a la ley de armas (206); en incivilidades (10.451); Receptación (189) y especialmente en violencia intrafamiliar (3.499).
Este último dato es decidor y debiera convocar esfuerzos, pues para lograr y mantener una calle sin violencia en el largo plazo, se debe también avanzar hacia un hogar y un espacio barrial sin ella. De ahí que sea importante reforzar, además, otras acciones de prevención anunciadas previamente, como atención de víctimas, recuperar recintos públicos y proteger entornos escolares.
"Calles sin Violencia" apunta a la urgencia del presente: hoy no queremos más venta de drogas en todas partes; no más balas locas que maten personas inocentes; no más atentados contra Carabineros. Pero el futuro requiere de esfuerzos profundos hacia resolver la raíz de todo aquello. Sabemos que declarar una intención no basta para que los problemas se terminen; se necesita medidas conscientes y constantes, que permanezcan más allá del eslogan.