En octubre de este año Chile será sede de la Cumbre en Inteligencia Artificial para América Latina y el Caribe. El tema del momento, sin ninguna duda, despierta expectativas, asombro y preocupación en todo el mundo por el rápido avance de las tecnologías y el impacto que pueden tener en el futuro inmediato de los ciudadanos.

La preocupación del Estado chileno no es nueva. Existe desde 2021 una política nacional en inteligencia artificial (IA) que ha debido ya ir actualizándose por el rápido avance de la misma y la masificación de su uso. Carolina Gainza, socióloga, doctora en Filosofía y subsecretaria de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, quien encabeza estos esfuerzos públicos por darle contenido y realismo a todo lo que se comenta en redes sociales, dice que "las tecnologías digitales hace tiempo que vienen transformando nuestro mundo y la inteligencia artificial lo está haciendo aún más y de manera acelerada. Pensemos en el ejemplo de moda: el ChatGPT apareció hace unos cinco meses y ya creo que van en la tercera o cuarta versión y ha penetrado de una manera increíble, ha generado mucha discusión respecto a lo que es este sistema de procesamiento de información que nos permite generar proyectos, discursos para congresos. Frente a esta serie de efectos que está teniendo la inteligencia artificial en la educación, en el trabajo, en la salud, en múltiples aspectos de nuestras vidas, los estados tienen que tomar cartas en el asunto, hacerse cargo de los efectos y transformaciones que está generando la inteligencia artificial".

-Es tal la velocidad del avance de esta tecnología que de seguro ya la estrategia del 2021 ha debido actualizarse, ¿no?

-Por lo mismo, las preocupaciones van cambiando. Nosotros como gobierno, y como ministerio particularmente, nos hemos hecho cargo de la ampliación y de la actualización de la estrategia de inteligencia artificial y eso va de la mano con el impulso de esta cumbre regional, porque entendemos que, como país, pero también como región latinoamericana, es muy importante que tengamos una voz en la discusión mundial respecto a los caminos.

-Hay ya voces en el mundo que han solicitado congelar el avance de esto por unos tres o seis meses hasta que se establezca una política más global. ¿Cuál es la posición del Gobierno chileno?

-Justamente esta cumbre es para poder fijar posiciones, para establecer también una declaración de los estados latinoamericanos impulsado por nuestro país para tomar posición respecto a toda esta discusión de la inteligencia artificial. Nosotros, como el ministerio que ha estado más involucrado en lo que es esta estrategia, tenemos la visión, que también es de gobierno, de que no podemos parar el desarrollo de la inteligencia artificial. Todas las tecnologías han generado miedos e incertidumbres, preocupaciones. Nosotros como Estado tenemos que hacernos cargo y como gobierno también, de esas incertidumbres y preocupaciones que el desarrollo de la inteligencia artificial genera y ese hacerse cargo no es parar su desarrollo. De hecho, ningún estado a nivel mundial lo ha planteado de esa manera. Es un planteamiento que viene de los empresarios. Más bien lo que tenemos que ver es cómo podemos sacar lo mejor de estas tecnologías, cómo podemos apropiarlas, cómo podemos trabajarlas, cómo podemos ponerlas al servicio del bienestar de las personas y aminorar y controlar y trabajar en torno a los aspectos negativos que toda tecnología nueva ha tenido en cualquier momento de la historia. Nunca la solución ha sido parar el desarrollo tecnológico, sino hacerse cargo.

-¿Hay preocupación del Estado respecto del impacto que puede tener la inteligencia en términos de desinformación o fake news?

-La estrategia nacional de inteligencia artificial más bien se hace cargo de aquellos espacios en materia de IA donde necesitamos más investigadores, más conocimientos, más ciencia, tanto para el desarrollo tecnológico como también desde la