La obra de circo familiar "Masa Madre" tendrá ciclo de 8 funciones en el GAM
SANTIAGO. Trabajo que dirigen Alluitz Riezu y Francisco Arrázola se podrá ver por primera vez fuera de la macro zona sur.
Cuando se estrenó en 2019, la obra de circo familiar "Masa Madre" tuvo una circulación más bien limitada. Es que el estallido social y la pandemia impidieron darle mayor presencia a la propuesta que ahora vive un segundo aire.
Hasta la fecha, ha sido presentada en escenarios de las regiones de La Araucanía, Los Lagos, O'Higgins y Los Ríos, con un paso reciente por el Teatro Educativo de las Artes de Panguipulli.
El año pasado, la propuesta estuvo en la cartelera del Mercado de las Artes Escénicas realizado en Valdivia. Ello permitió que fuera elegida para ahora llegar por primera vez a Santiago y al GAM. Entre el sábado 13 y el domingo 21 tendrá ocho funciones, con un elenco integrado por Paz Ibarra, Carla Sánchez, David Díaz, Cristián Proboste y Rodrigo Vivallo. También viajarán Valentina Kappes (técnica e iluminación) y Diego Álvarez (registro audiovisual).
El sentido
"Masa Madre" es dirigida por Alluitz Riezu y Francisco Arrázola. La propuesta nació en el contexto de residencias creativas hechas por el Centro de Experimentación Escénica, en las que Arrázola dirigió la de circo.
El objetivo central fue precisamente generar una obra que, al margen de las exigencias creativas, tuviera un elenco y costos de producción asociados más bien reducidos.
"Al principio no hubo mucho tiempo para investigar, entonces llegué con las premisas de un espejo por un lado y la cocina por otro, que los junté y terminó siendo 'Masa Madre'. El uso de elementos tal vez no tan habituales en las artes escénicas tiene que ver con mi formación como actor y con que la escenografía pasa a ser un elemento necesario para generar contexto y acciones concretas. Me cuesta pensar en un espacio vacío y en la sugerencia de que el intérprete está haciendo algo", dice Francisco Arrázola.
En "Masa Madre", las acciones giran en torno a dos objetos cotidianos: la cocina y el pan. "Son lugares reconocibles que le permiten a las personas poder entender mejor lo que ocurre sobre el escenario. La cocina que mostramos bien podría ser la cocina que hay en la casa de los espectadores. Eso te genera mayor identidad, cercanía e intimidad", agrega el director.
Los cambios
En su regreso a escena, la obra presenta su tercer cambio de elenco. Las modificaciones han sido circunstanciales y son parte de un proceso creativo en el que es factible hacer cambios. "Es que la obra está por sobre los intérpretes y aunque hacer circo es complejo, se ha demostrado que existen artistas lo suficientemente talentosos como para sacar adelante nuevas funciones", explica Arrázola.
Las funciones en Santiago serán financiadas con fondos del GAM.
"La cocina que mostramos bien podría ser la cocina que hay en la casa de los espectadores. Eso te genera mayor identidad, cercanía e intimidad".
Francisco Arrázola, Director de la obra
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