De vuelta a la presencialidad absoluta y con una agenda de 70 actividades (26 más que el año pasado) es la gran fiesta nacional por el Día de los Patrimonios. La conmemoración es propiciada por el Ministerio de las Culturas. Fue instaurada a través del decreto 252 del 2 de mayo del 2000 y se ha transformado en una gran celebración ciudadana en la que se invita a conocer la historia del territorio a través de sus habitantes y de instituciones de interés público como, por ejemplo, los museos.

En 2022 Los Ríos registró una participación de 10.000 asistentes a charlas, talleres y recorridos guiados con aforo limitado. Ahora no hay restricciones para los eventos que partieron ayer y finalizan hoy. La lista completa de actividades agendadas en la Región de Los Ríos está disponible en la página www.diadelospatrimonios.cl.

El significado

Celebrar el patrimonio fue una idea que se comenzó a discutir durante la segunda mitad de la década de 1990.

Juan Carlos Olivares, director de la Dirección Museológica UACh, destaca: "En su momento fue un atrevimiento pedir a las autoridades que se pudiera instaurar un día para el patrimonio. Fue en un momento en que la situación de los distintos patrimonios era de una amago absoluto, en un país que estaba comenzando a enrielarce en una instancia democrática. La situación de la gestión del patrimonio era tremendamente complicada, con presupuestos acotados. La crisis era por la falta de financiamientos, pero también de público asistente a los museos".

Y agrega: "Generalmente el patrimonio tiende a entenderse como lo arquitectónico, cuando en realidad también refiere a los usos, las costumbres y las tradiciones, son también elementos patrimoniales que demandan ser protegidos. Por ello siento que la celebración del Día de los Patrimonios debe dirigirse en cierta medida a esa comprensión distinta del concepto, que es hacia la que apuntamos quienes trabajamos en esta área".

Aunque destaca la opción de visitar edificios con valor patrimonial, Eduardo Galaz cree que igualmente debe haber una invitación a recorrer la ciudad con un sentido de acercamiento al patrimonio.

El geógrafo y magíster en gestión e innovación en turismo, junto con el psicólogo y actor Cristóbal McIntosh, es creador del Circuito Cultural Huella Isla Teja.

El proyecto iniciado en pandemia consistió en investigar la historia del sector, la identificación de lugares históricos y el establecimiento de un recorrido guiado. Hasta la fecha, con el regreso a la presencialidad, en la experiencia han participado cerca de 500 personas. "Nuestro esfuerzo y el de otras instituciones, es sacar el entendimiento del patrimonio desde un enfoque de catálogo o de eruditos, y llevarlo al común de la ciudadanía. Nosotros lo planteamos como algo que se vive desde el entendimiento, que se vive con el cuerpo al caminar y observar la ciudad; y que se vive desde la emoción. Es que todos los lugares tienen una memoria que se activa cuando los visitas y eso es también un canal válido de aprendizaje. La gente debe dejar de ser receptora pasiva de los patrimonios, ya no es suficiente estar frente a alguien que te entrega una información y tú simplemente la asimilas. Ahora debe existir un diálogo y una situación mucho más vivencial de cada cual", dice.

Y agrega: "El patrimonio se vive. No nos sirve que esté ahí afuera y nadie lo toque. Al valorarlo es que recién podemos asimilar en qué consiste".

Avances y retrocesos

El Día de los Patrimonios cumple en cierta forma con la misión de generar conciencia sobre el respeto a la historia. Eso es algo que a juicio de Lorena Liewald no se ha logrado del todo.

La historiadora, directora del Centro de Estudios Cervantinos de la Universidad San Sebastián, aclara: "En comparación con hace diez años efectivamente hay más conciencia. También, más empoderamiento que no necesariamente es