Realizan filme animado para conmemorar los 60 años del Cine Club UACh
CREATIVIDAD. Obra muestra los principales hitos de la sala que hoy funciona en un remodelado edificio en el Campus Isla Teja.
Un pingüino viaja en un tren a toda velocidad hacia Valdivia. Lleva en su poder una lata de película que debe ser proyectada en el Cine Club UACh en una función especial. Una vez en la ciudad se traslada, primero en una camioneta y luego en una micro amarilla que lo lleva directo al Campus Isla Teja donde está la sala de cine.
En medio del trayecto y como parte del paisaje, se advierten diversos iconos de la capital regional: Multitiendas Taboada, la costanera con el vapor Collico en las aguas del río Calle Calle, la Feria Fluvial, el Hotel Pedro de Valdivia y el Puente Pedro de Valdivia. Por todos ellos transita la breve historia del pingüino hecha con motivo de la celebración de los sesenta años del Cine Club UACh.
Se trata de un cortometraje animado en técnica stop motion 2D, del director Gabriel Miranda (estudiante de la carrera de Creación Audiovisual UACh) que debutó el lunes por las plataformas digitales del cine.
Es una pieza audiovisual de menos de tres minutos de duración que resume los principales hitos de la institución. Están, por ejemplo, la muestra Valdivia Cine & Video de 1994 (que fue la génesis del Festival Internacional de Cine de Valdivia), el cambio en el tipo de exhibición de las películas en rollos a disco duro y DCP; y un avance más reciente: la remodelación del edificio donde actualmente funciona el Cine Club.
Secretos
La obra fue realizada durante aproximadamente tres meses.
"Desde chico me llamaban la atención los cortometrajes hechos con la técnica de animación stop motion. Regularmente, los personajes estaban hechos de plasticina o de Lego y todo ocurría en maquetas, y era genial pensar que uno podía crear personajes e historias en casa con materiales del hogar. Recién en la universidad comencé a aproximarme a la técnica, lo que finalmente me llevó a apreciar más la animación como un medio que permite hacer volar la imaginación y, así mismo, explorar diversas formas de tratar temas y contar historias", dice Miranda.
Y agrega: "El cortometraje se hizo en animación digital 2D por dos razones. Primero que todo, el tiempo. En cuanto al proceso de producción, para poder llevar el guión a la pantalla, era la opción más viable, ya que contaba con el equipo técnico necesario. La otra razón fue estética, ya que esta técnica permite plasmar un tratamiento caricaturesco con más accesibilidad: rebotes con aplastamientos y estiramientos junto con una exageración de las expresiones de los personajes, tanto como para generar un tono cómico como para avanzar en la trama y, en conjunto, darle personalidad al cortometraje".
El filme es el segundo que se realiza en homenaje al Cine Club el último tiempo. En 2013 fue el estreno del documental "El cine del Alma Mater", del realizador y académico UACh Jorge Garrido.
"Siento que el cortometraje ha funcionado, que en general ha sido bien recibido y es muy bonito saber que ha logrado sacar risas como una evocación de vivencias en torno al cine y la ciudad".
Gabriel Miranda, Creación Audiovisual UACh
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