Hace unos días rendimos nuestra cuenta pública, correspondiente al segundo año de gestión a cargo del Gobierno Regional de Los Ríos. Allí plasmamos el trabajo que hemos realizado junto a nuestros equipos, municipios, los servicios públicos y organizaciones sociales, con un fuerte énfasis en el desarrollo social y humano.
El 2022 fue un año muy complejo para cumplir la meta del gasto del 100% de ejecución presupuestaria. Se colocó a prueba toda la capacidad administrativa, técnica y política en la toma de decisiones. A pesar de todo pudimos cumplir con una meta alta del gasto, sobre el 98% no perdiéndose ningún recurso, ya que el saldo no gastado ha pasado a saldo inicial de caja año 2023, nueva disposición presupuestaria obtenida en nuestras negociaciones como Asociación de Gobernadores con el Ministerio de Hacienda.
Esta crisis fue un hecho tangible, que demuestra la urgente necesidad de fortalecer la regionalización, entregando mayor capacidad de decisión y gestión a los territorios y sus autoridades. Ha sido complejo porque a pesar de la vocación regionalista del Presidente Boric, los escollos políticos, administrativos, técnicos, culturales y financieros son enormes, a veces avanzamos un paso y retrocedemos dos. Quitarle poder al centro en este país ha sido de enorme sacrificio histórico, resistencia enorme a los mínimos cambios, existencia de una institucionalidad que tiene una práctica centralista desde su origen, incluido nuestros propios partidos políticos, además una cultura de dependencia centralista que tiene, lamentablemente, muchos aliados en nuestras propias regiones.
Esta semana el Presidente también rindió su cuenta pública, una cuenta también desafiante, especialmente en regionalización porque las propuestas que ha hecho en materia de ley han sido insuficientes, principalmente porque no se ha tomado una decisión rotunda en cuanto a los delegados y delegadas presidenciales y donde se requiere traspasar las principales tareas de coordinación y de jefatura política de los servicios en la región.
Creemos que la última propuesta legislativa, que sólo hace un cambio de nombre a la figura de los delegados, involuciona en la democratización de los Gobernadores electos y sus responsabilidades ante la ciudadanía.
El Presidente se ha comprometido a revisarla con nosotros antes que entre a la discusión legislativa, esperamos nos permita producir los cambios necesarios y lógicamente colocarla en la línea que corresponde a un país que quiere fortalecer las regiones.
Estamos avanzando en lo financiero, pero lamentablemente seguimos entrampados en lo político.
