Panguipulli lanzó hace pocos días su campaña de invierno. Lo hizo en Concepción, porque ha identificado que muchos de sus visitantes provienen de la región del Bío Bío y la idea fue concurrir a invitarlos, para que disfruten en la zona lacustre de las múltiples actividades de la llamada "temporada baja". El 8 de julio la Corporación de Desarrollo Choshuenco, también vinculada a Panguipulli y a la Municipalidad de Los Lagos, realizará la presentación de la oferta turística invernal de 2023 del "Pueblo de Agua y Montaña", marca principalmente por las actividades en la nieve. Lo propio efectuó Huilo Huilo, poniendo igualmente énfasis en turistas de las regiones cercanas.

Estos esfuerzos, sin duda alguna, son positivos, porque ayudan en el antiguo y constante anhelo de romper la estacionalidad, ampliando las posibilidades más allá del verano, ya consolidado como una época exitosa. De hecho en febrero el Destino Siete Lagos fue uno de los que mayor ocupación hotelera tuvo a nivel nacional; sin embargo entre junio y septiembre, las cifras no siempre llegan a esos niveles esperados. Por lo mismo, todo esfuerzo comunicacional resulta positivo, más en una época de restricción económica como la actual.

A esa evidente contribución, sin embargo, le falta un apoyo regional más decidido. No se ve actualmente campañas público-privadas que promuevan a toda la zona de Los Ríos en conjunto, con un relato que una y que atraiga, más allá de una lista de actividades como se puede encontrar en www.descubrelosríos.cl

Por otra parte aún se encuentra en actualización la Política de Turismo; todavía no se nombra un director o directora local para Sernatur y si bien la Estrategia Regional de Desarrollo identifica a esta actividad como eje de la economía sustentable que plantea, no establece lineamientos claros para la acción.

Giras de promoción, folletería, páginas web, trabajo con tour operadores, presencia constante en espacios de consulta, son opciones que antes de la pandemia formaron parte de la agenda local. Retomarlas es necesario. Panguipulli lo sabe, pero no puede sola.

Cada 29 de junio se recuerda la ardua labor de valentía y compromiso de miles de hombres y mujeres que se dedican a la actividad pesquera a lo largo y ancho de nuestro país. Este día, coincide con la festividad de San Pedro, y San Pablo. El primero es patrono de los pescadores, en donde muchos fieles piden bendición y protección por sus salidas al mar.

Una de las tradiciones que se realiza ese día, consiste en pasear la imagen de San Pedro, donde es acompañada por una multitud de fieles en una procesión a mar adentro. Esta interesante y peculiar actividad, tienen lugar en los principales puertos del país, incluida en algunas caletas y embarcaderos en la Región de Los Ríos. Si bien el sector pesquero en Chile se ha industrializado, no podemos desconocer que la labor de la pesca artesanal representa la fuente laboral de miles de nuestros compatriotas. A partir de la década de los ochenta, este sector experimentó un considerable aumento en términos de pescadores y embarcaciones. Al final de la década de veinte de este siglo, la actividad creció aún más, visualizándose algunos problemas, como: falta de financiamiento para cubrir los costos de las faenas, ausencia de vínculos con los comerciantes de mercados mayoristas y falta de infraestructura para acopiar los productos de la pesca artesanal minoristas, lo que produce bajos ingresos.

Por otro lado, también debemos reconocer que la situación se vuelve más crítica, especialmente a causa de la gran disminución de peces, algas y mariscos en toda la zona adyacente a tierra. Para resguardar el recurso, se han establecidos vedas y cuotas máximas de captura, obligando a los pescadores a trasladarse cada vez más a mar adentro para poder llevar el sustento a sus hogares, arriesgando su vida, y franqueando las inclemencias del tiempo, tan frecuentes en estas latitudes.

La importancia económica, social y cultural de la pesca artesanal, requiere ir mejorando las condiciones de trabajo de quienes desarrollan esta destacada labor. Desde luego, tenemos que tomar en cuenta que, durante las últimas décadas en Chile, y también en nuestra región, la demanda por los productos marinos, ha crecido exponencialmente y se prevé que siga aumentando, especialmente en los servicios de restaurantes y hoteles.

Por lo mismo, serán necesarios nuevos enfoques y herramientas que permitan gestionar con éxito la pesca a menor escala. Por mi parte, siempre estaré dispuesto a apoyar las mejores ideas propiciadas al interior del parlamento que buscan transformarse en ley, creo que es necesario garantizarles a todas aquellas personas dedicadas a esta noble actividad, las mejores condiciones posibles para desarrollar su trabajo.

La Asociación Chilena de Seguridad conmemora hoy el vigésimo quinto aniversario de su creación, manteniendo sus oficinas centrales en Santiago. La Asociación Chilena de la Seguridad Regional Valdivia funciona en la ciudad desde el 1 de julio de 1970.

Reparan barrera de Feria

Un millón 800 mil pesos costará a la Municipalidad de Valdivia reponer las barras de contención para lobos marinos en la Feria Fluvial de la ciudad, luego de que fueran cortadas, presumiblemente por comerciantes del sector. La Feria fluvial fue remodelada a fines del año 2000.

Celebraron We Tripantu

Diversas actividades se realizaron con motivo de la celebración del año nuevo mapuche. En el Liceo Agrícola María Reina de la localidad de Purulon, Lanco, se realizó una ceremonia y feria gastronómica típica de la cultura tradicional.