Prigozhin, el multifacético rebelde que amenazó a Putin
GUERRA. El líder del grupo paramilitar Wagner fue un delincuente antes de convertirse en empresario con servicios de catering y una fábrica de trolls.
Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, tiene tantas facetas como negocios que le dieron el apodo de "Chef de Putin", y actividades ilegales que le acarrearon sanciones internacionales. Es empresario, exdelincuente, fundador de una "fábrica" de trolls para redes sociales, mercenario y fue el rebelde que desafió al presidente ruso, Vladimir Putin.
Prigozhin ha criticado duramente en los últimos meses al ministro de Defensa, Serguei Shoigú, y al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, a los que ha desafiado constantemente.
Su experiencia como jefe de los temidos mercenarios rusos, conocidos por su brutalidad y el uso de mazos y métodos de tortura contra propios y enemigos, según las denuncias de excombatientes y videos del grupo de la calavera, la labró en países como Sudán, Mali, la República Centroafricana o Libia.
Pero no siempre fue el líder de miles de combatientes de Wagner, grupo que solo reconoció finalmente en septiembre de 2022 haber creado en 2014 cuando "comenzó el genocidio en el Donbás", según dijo, en línea con el argumento utilizado por Putin en febrero de 2022 para lanzar su guerra contra Ucrania.
Nacido hace 62 años en San Petersburgo, Prigozhin fue antes que empresario delincuente, pues pasó 10 años en prisión en la década de 1990, aunque nunca reveló la razón.
Al salir de la cárcel vendió hot dogs mezclando la mostaza en la cocina de su familia y ganando 1.000 dólares al mes, según dijo en 2011 a un portal de su ciudad natal en una de las raras entrevistas que dio entonces.
Pero aspiraba a mucho más y sabía cómo hacer buenos contactos entre la comunidad empresarial y más tarde entre la élite política rusa.
El ultranacionalista consiguió pronto abrir su primer restaurant y a entrar en el mundo del catering para cenas de gala o de ilustres invitados de Rusia. Putin ya era presidente y llegó a llevar a invitados como George Bush a uno de sus locales.
Pronto se adjudicó con su empresa Concord contratos gubernamentales de catering y para escuelas en Moscú. Ya se había ganado el apodo de "Chef de Putin" y, según una investigación del ahora encarcelado líder opositor ruso, Alexei Navalni, habría logrado contratos estatales por valor de al menos 2.500 millones de euros.
Su fábrica de trolls
Decidió servir al Estado ruso en otra faceta cuando creó la fábrica de "trolls" de San Petersburgo que Estados Unidos acusó de interferir en las elecciones presidenciales de 2016.
Solamente reconoció en febrero de 2023 haber sido el fundador de esta estructura, que lanzó en 2016 una campaña en redes sociales para manipular a la opinión pública antes de los comicios presidenciales que ganó Donald Trump. Tres de sus firmas fueron sancionadas en EE.UU.
Volver a ser mercenario
En febrero de 2022, el empresario decidió volver a centrarse en su compañía de mercenarios y enviar a sus combatientes a Ucrania, donde empezaron los problemas con el mando militar de Rusia, que inicialmente no dio el crédito a los wagneristas cuando habían tomado alguna localidad, lo que enfureció a Prigozhin.
El conflicto estalló este año durante la lucha por Bajmut, finalmente tomada por los mercenarios en mayo en la batalla más larga hasta ahora en Ucrania, cuando acusó a Shoigú y Guerásimov de dejar morir sin suficiente munición a sus hombres.