Yukón y Jack London
Es muy probable que muchos número de lectores mantengan aún en su memoria recuerdos de los cuentos de Jack London, escritor estadounidense. Las descripciones que hace del territorio de Yukón -lugar donde vivió durante la fiebre del oro- y del río de igual nombre, que fuera camino al preciado mineral desde fines del siglo XIX hasta la primera parte del siglo XX, siguen siendo hasta hoy increíblemente ajustadas a la realidad.
Decidimos con mi esposa explorar, a comienzos de este verano en el hemisferio norte, dicho territorio que es gigantesco, cercano a los 450 mil kilómetros cuadrados y con una población de tan solo 44 mil personas. Adentrándonos en la ruta del personaje del cuento "Encender una hoguera", pudimos conocer en un breve tiempo algunos hechos impactantes de la naturaleza del lugar.
El río Yukón que nace en las afueras de Whitehorse -capital del territorio, ha sido la vía que por milenios han ocupado los salmones Chinook para dirigirse al mar, al Estrecho de Bering a unos 3,000 kilómetros de distancia desde su punto de partida en el lago Marsh. Si no son capturados por pescadores, al cabo de cinco años retornarán a su punto de partida para desovar y morir, navegando contra la corriente, cubriendo la distancia entre los meses de Abril y Agosto. Y el ciclo se repite. La vida animal en Yukón es variada y apasionante. Las ardillas árticas hibernan, bajando su temperatura corporal a -5 grados centígrados; en ese proceso las células del cerebro se destruyen completamente, pero cuando el período llega a su fin, recuperan su temperatura normal y las células cerebrales se regeneran. Los científicos estudian como aplicar dicho proceso a la cura de Alzheimer.
Yukón es un lugar de increíble belleza, soledad y silencio que hace sentir lo pequeño que somos en relación con la naturaleza. Por algo el lema de este límpido y pristino lugar de nuestra Tierra es: Yukon is longer than life…
Gustavo M. Astorquiza normaandgus@easterlink.ca
Rescate patrimonial
El 9 febrero de 2022 el Diario Austral informa del rechazo a la demolición de la casa de calle Serrano 985, inmueble que fue testigo de importantes y significativos eventos culturales, pero que no goza ningún tipo de protección legal, a diferencia las propiedades de calle General Lagos y gran parte de las casonas de calle Yungay que corresponde a la Zona Típica en base a Decreto Nº89 de 1991.
En diciembre de 2022 consulté por ley de transparencia al municipio si existían permisos para la intervención de estas propiedades de calle Yungay, donde la respuesta indica que no existen permisos los últimos 3 años (plazo de vigencia de los permisos).
Quienes circulamos por calle Yungay hemos visto como se han modificado algunas propiedades los últimos años, algunas con mejoras sustanciales como el Centro Cultural el Austral o modificaciones como el Convento San Francisco que cumplieron todas las exigencias legales tanto municipales como del Consejo de Monumentos.
Otras casonas se le mantiene de la mejor manera posible controlando la vegetación o simplemente borrando grafitis y manteniendo la pintura.
Por desgracia a otras propiedades francamente se les interviene negativamente como, por ejemplo, una que funcionó por largo tiempo una discoteca y nadie hace nada, incluso a esta casona se le retiró el revestimiento de su fachada posterior.
Existe en el Consejo de Monumentos Nacionales la denuncia N°2092-2023 desde el 5 de abril del presente año, por daño en espacio con valor patrimonial de acuerdo con lo dispuesto en la Ley 17.288, la cual, en más de 90 días solo tiene un número, que se asigna automáticamente por el sistema.
Al hacer esto público espero que las autoridades, no solo hagan algo, sino que cumplan con su deber.
Así no tener que llorar por la leche derramada como ha pasado tantas veces.
Álvaro Matamala Ubilla Arquitecto amatamalau@gmail.com
Ley Antiterrorista
Hablan de la Ley Antiterrorista. Bastaría reponer el artículo 1º original de la ley 18.314 que determina conductas terroristas y fija su penalidad, cuyo tipo penal no contenía el elemento subjetivo "cuando el hecho se cometa con la finalidad de producir en la población o en una parte de ella el temor" introducido por la ley 20.467 promulgada por el Presidente Sebastián Piñera en el año 2010.
Adolfo Paúl Latorre Abogado, Mg. en Ciencia Política
