"Mediante variedades mejor adaptadas podemos aportar a la sustentabilidad..."
ENFOQUE. La docente profundizó en los desafíos de la agricultura vinculados al cambio climático e iniciativas en desarrollo.
A fines de 2022 regresó a Chile, luego de vivir once años en Holanda, donde realizó un doctorado en la Universidad de Wageningen y se desempeñó como académica. Daniela Bustos es ingeniera agrónoma por la Universidad Austral de Chile, casa de estudios a la que retornó como docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias en enero de este año, gracias a un proyecto de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) de Subvención a la Instalación en la Academia.
Su área de investigación es el desarrollo y la aplicación de modelos estadísticos y de cultivos para predecir la adaptación de éstos a diversas condiciones ambientales. Ello, integrando variadas fuentes de información: variables genéticas, edafoclimáticas, fisiológicas y tecnología de imágenes. Todo esto, a fin de aportar a la identificación de variedades más resilientes al cambio climático.
En ese ámbito, actualmente ejecuta un proyecto FONDECYT denominado "Haciendo nuestra MAGIA: Aplicando un enfoque de mejoramiento fisiológico integrador utilizando una población MÁGICA para desarrollar genotipos de trigo (Triticum aestivum L.) adaptados a sequía y calor".
Además de la investigación, su interés es la docencia. Por ello, contribuirá a la formación de estudiantes de pre y postgrado en materias vinculadas con el análisis de datos agroalimentarios, donde transmitirá su conocimiento sobre el uso de nueva tecnología, como drones, sensores y marcadores moleculares, "esto, combinado con bases ecofisiológicas", explicó. El curso del Magíster en Ciencias Vegetales se denomina "Análisis de genotipo a fenotipo para predecir la adaptación de cultivos".
Estamos en un contexto mundial, donde es necesario asegurar la producción agroalimentaria, ¿cómo contribuir desde nuestra región de Los Ríos a ello?
-En Chile en general, tenemos una alta variabilidad climática y esa variabilidad, sobre todo en el contexto del cambio climático, se va acentuando a través de los años. Por ejemplo, este año vemos el fenómeno de El Niño extremo, como nunca se había visto; entonces, no todas las variedades de cultivos están preparadas para enfrentar esa magnitud de estrés y esa variabilidad que vamos a tener entre año y año.
Desde esa mirada, podemos contribuir a la sostenibilidad agroalimentaria a través de la producción de nuevas variedades de cultivos, por ejemplo, que sean más resilientes y más tolerantes al estrés, que sean más estables a través de los años, que cuando aún venga un año más estresante podamos tener un rendimiento que sea suficiente para alimentar a la población.
¿Cuál es la situación hoy día de la región y nacional con relación a la producción de alimentos? ¿Se está haciendo difícil la producción de algunos alimentos?
-Chile, por ejemplo, es un importador neto de trigo; a pesar de que producimos trigo un porcentaje importante del que consumimos viene del extranjero, entonces, toda la contingencia internacional, incluso cómo está el clima en países como Canadá por ejemplo, afecta los precios de los insumos básicos como el harina en nuestro país.
¿El cambio climático está incidiendo en que vayan avanzando o modificándose las zonas donde se producen determinados alimentos?
-Con el cambio climático, tenemos ese movimiento de los cultivos, en el sur ya tenemos viñas