Nuestra región es valorada y conocida por su infinita biodiversidad. Ya sea por su flora y fauna, cerros, lagos y ríos. Elementos que entregan un carácter de amplitud a la región, porque así como tenemos la cordillera de Futrono, tenemos la costa Valdiviana, y así como están las dunas de Colún, está también la nevada localidad de Coñaripe o Liquiñe en invierno. Con estas comparaciones, quiero que nos situemos en nuestro territorio como lo que es: una tierra vasta y diversa.

Y como hemos escuchado con anterioridad, así como Santiago no es Chile, Valdivia no es la región de Los Ríos. Y la capital del Ranco, no es solo aquellas comunas que componen la provincia. La descentralización debe avanzar y contemplar a aquellas comunas y localidades del territorio que sufren y lidian a diario con el rezago. Nos alegra profundamente cuando vemos avances significativos en obras de caminos, de agua potable, de obras portuarias, de alumbrado, de infraestructura, porque estos proyectos dignifican a las personas. Les entregan una mejor calidad de vida. Su día a día cambia, y todo empieza a funcionar de una manera distinta.

Actualmente, proyectos como el de la mantención del camino a Hueicolla en la Costa de La Unión, o la reparación y conservación de las barcazas Hua Hum y/o Pirihueico, o los procesos de participación ciudadana con localidades como Malihue en Mafil o Trapi en Río Bueno, e incluso la reciente publicación de la licitación para el alumbrado en Tres Chiflones, nos ayudan a acercarnos a soluciones concretas para enfrentar justamente el rezago, la aislación y la descentralización de las regiones y las comunas.

Nuestro trabajo entre lo legislativo y lo territorial, nos hace tener más presente que nunca que las regiones sí manejan un presupuesto menor para sus localidades apartadas. Que muchas veces las cosas están pensadas y diseñadas para Santiago, o que las decisiones hacia el territorio vienen desde esa mirada centralista. Profundamente lejanas a los requerimientos de nuestra zona. No obstante, como autoridades y representantes de la región, siempre hacemos presente, en cada reunión, en cada mesa, en cada proyecto, la relevancia de que se cuente con las miradas de quienes viven la realidad de estas zonas rezagadas, porque sino, seguiremos viendo el país con ojos de capital y no es así.

Hoy en día, nuestro llamado es a seguir impulsando iniciativas desde las regiones. Este año hemos tenido muy buen recibimiento de autoridades que disponen de fondos, hace poco con los alcaldes de La Unión y Lago Ranco logramos reunirnos junto al subsecretario de Desarrollo Regional, Nicolás Cataldo, para seguir impulsando proyectos que son una mejoría significativa en el cotidiano de vecinos y vecinas. Proyectos de canchas deportivas, de mejoras en infraestructura, mantención de servicios de Agua Potable Rural, entre otras medidas.

En marzo del año 2020 la vida de los habitantes de Los Ríos se vio profundamente alterada, luego de que aparecieron los primeros casos de una enfermedad desconocida, pero que estaba causando estragos en el resto del mundo, con miles de infectados y decenas de muertes. Se trataba del Covid-19, enfermedad respiratoria que tras su aparición en nuestro país obligó al gobierno a decretar una serie de medidas que buscaban disminuir el creciente número de contagios, con lo que se aplicaron cuarentenas, uso de mascarillas o el teletrabajo, entre otras estrategias.

Hoy, más de tres años después del inicio de la crisis sanitaria, lo cierto es que la pandemia parece haber quedado atrás, ya que con prácticamente la totalidad de la población inmunizada, la aparición de nuevos casos bajó radicalmente, al menos en las cifras oficiales.

Sin embargo, hay que cuestionarse si realmente la pandemia terminó. Según la mirada de expertos como la epidemióloga de la UFRO, Teresa Balboa, en realidad no es que haya terminado, porque en definitiva esta infección se va a quedar y será un virus más de los tantos que afectan a la humanidad. A su juicio, lo que probablemente esté ocurriendo es que se está avanzando a una especie de endemia donde siempre va a existir una cantidad más o menos fija de casos, pero sin grandes peaks, aunque tampoco se va a llegar a cero casos.

Entonces, ¿qué falta para que sea declarada endemia? Según la doctora Balboa, desde el punto de vista epidemiológico aún faltan registros, pero lo que se aprecia es que hubo un cambio de presentación de la enfermedad. De aquí se espera que no haya grandes cambios en la variante y por lo tanto el perfil de la enfermedad se va a mantener relativamente similar a como se conoce hoy, aunque sin generar una saturación del sistema de salud que es lo que importa en una pandemia.