Probablemente uno de los problemas más importantes que presenta la ciudad de Valdivia durante el invierno, es el incendio de viviendas. No es raro escuchar en una conversación cotidiana, los casos de personas a las cuales se les ha quemado su vivienda, perdiendo todo lo que tenían en su interior.

Frente a estas situaciones de catástrofe, es normal que las personas experimenten una situación de crisis aguda o incluso un trauma, ya que hay que considerar que, no sólo se han perdido los bienes materiales, sino que también muchas veces los recuerdos u objetos, que no se pueden volver a recuperar. Peor aún, si a raíz del incendio, hay algún fallecimiento, ya sea de personas o de mascotas. Por ello, las personas pueden experimentar síntomas que son comunes a las crisis y que pueden durar varias semanas.

Cuando sucede este fenómeno, muchas veces es la comunidad la que se activa para ayudar a la familia. De este modo, podemos encontrar la presencia de bomberos, como también amigos, colegas, vecinos u otros familiares quienes inician campañas de recolección (ropa, alimentos, materiales de aseo, etc.) para apoyar a los damnificados. Asimismo, hay que buscar un nuevo lugar donde la familia pueda instalarse momentáneamente, hasta que pueda contar con una nueva vivienda. Sin embargo, algo que tiende a dejarse de lado en estas situaciones, son los síntomas psicológicos que aparecen y que están presentes durante todo el proceso.

En este contexto, una técnica que ayuda mucho a brindar apoyo emocional, a la posible adaptación y evitar futuras patologías de salud mental, son los primeros auxilios psicológicos.

Los primeros auxilios psicológicos se describen como una técnica humanitaria frente a situaciones de crisis, que puede realizar cualquiera persona si está capacitada para ello. Su objetivo es recuperar el equilibrio emocional y prevenir el desarrollo de secuelas psicológicas. Cuenta con 5 pasos, los que se encuentran descritos en el protocolo ABCDE. Los estudios han demostrado, que esta técnica resulta ser muy efectiva cuando se aplica en la situación de crisis. De esta manera, la posibilidad de capacitar a distintos actores sociales en esta técnica, podría ser de gran ayuda para las situaciones de incendio de viviendas. Así, junto con la ayuda material y de albergue, se podría abordar la ayuda psicológica, con el objeto de que las personas puedan sentirse mejor, adaptarse más fácilmente a la situación y evitar las secuelas psicológicas que conlleva la crisis o el trauma.

El abuso sexual de niños y niñas menores de edad es un delito deleznable y doblemente reprochable, si se considera que significa robar la inocencia y marcar la vida de un menor. Cuando un niño es víctima de abuso sexual se corta su línea de desarrollo sicológico y ese daño se observa en su etapa adulta. La experiencia muestra que éstos son delitos que tienen una alta tasa de reincidencia, de manera que la sociedad no puede permanecer indiferente y debe proteger a sus menores.

De acuerdo con estudios realizados antes del periodo de la pandemia por Covid-19, 168 millones de niños en todo el mundo y 12,5 millones en Latinoamérica abandonaron su infancia y sus estudios para ingresar al mercado laboral. Se estima que en Chile hay más de 200 mil menores que trabajan, muchos de manera informal.

Desde el segundo semestre del año 2019 se comenzó a aplicar en Chile el denominado Índice de Vulnerabilidad al Trabajo Infantil, herramienta estadística creada por la OIT y la Cepal. Entre los factores de riesgo se cuentan la deserción escolar, el índice de pobreza y la accesibilidad demográfica, pero también hay factores que actúan como protectores, como la realización de con-troles de la Dirección del Trabajo.

Con el tiempo, los fundamentos originales que tuvo el Día del Niño, que se celebró el pasado domingo, se han perdido casi por completo, hasta transformarlo en ocasión de consumo. Tal vez es necesario detenerse a reflexionar acerca de los fundamentos que dieron vida a esta celebración, recordando la necesidad de dar la protección necesaria a nuestros niños en forma permanente.