El patrimonio cultural se entiende como un bien o conjunto de ellos que constituyen un legado o herencia que se traspasa de una generación a otra y que opera como testimonio de la existencia de nuestros antepasados, de sus prácticas y formas de vida.
En Chile sobreviven muchas construcciones, declaradas monumentos nacionales, abandonadas a su propia suerte, sin tener los debidos cuidados para preservarlos en el tiempo. El deterioro, por el paso de los años, es algo inevitable, aunque hoy la ciencia se ha transformado en un aliado en la conservación de centros patrimoniales, que en el pasado no hubieran tenido ninguna oportunidad ante los agentes ambientales, físicos y químicos.
Por otro lado, más con el propósito de educar y formar conciencia en la población, se ha legislado para disponer de normas más ejemplarizadoras para quienes dañen un monumento nacional. Aunque en mi opinión, la sanción debiera estandarizarse a países con fuerte identidad cultural, donde las penas son aún mayores para quienes atenten contra la preservación de vestigios históricos y naturales.
Hay que tener en cuenta, que la presencia masiva de visitas a estos sitios que forman parte de nuestro pasado, puede llegar a acelerar su deterioro y ponerlos en peligro. Es por eso, que es necesario la prevención, y asistir inmediatamente el más mínimo detalle, por ningún caso esperar que se acumulen falencias porque esto traería consecuencias graves para su restauración.
En lo que se refiere al patrimonio local, esta es muy relevante por la multiplicidad de culturas que fueron protagonistas en el pasado histórico de nuestra región. Hoy, gracias al esfuerzo del Estado, la empresa privada y de particulares, se ha podido vincular y articular la cultura con el turismo, permitiendo potenciar a cientos de pymes, que se ha traducido en la creación de nuevos empleos, e ingresos. Por ejemplo, la comuna de Corral, y la localidad de Niebla, por cuanto en el verano, sus fortificaciones atraen a miles de visitantes, destacándose la llegada de extranjeros provenientes de distintas partes del mundo.
Desde luego no puedo desconocer los esfuerzos realizados desde el Estado en la preservación de estos lugares, pero aún queda mucho por recorrer, ante las falencias que se perciben a simple vista. Paralelamente, se debe mejorar el circuito camino a la costa, disponer de los servicios adecuados, e indispensable para atraer un mayor número de turistas.
Cuidar nuestros monumentos nacionales, no solo es importante para resguardar la memoria histórica, si no también es necesario darle auge al turismo en nuetra Región de Los Ríos.