Preocupación por reacciones

Con profunda preocupación hemos presenciado las reacciones de sectores conservadores a la reciente designación de ministros y ministras por parte del Presidente Boric. A las nuevas ministras se les cuestiona a priori y en su condición de mujeres, de profesionales. Por su parte, al nuevo Ministro de Educación se le encara su condición de militante comunista. Más preocupante aun es que estas reacciones provengan de personas de las cuáles esperaríamos actuaciones menos sobreideologizadas.

En particular me refiero a una carta enviada a este espacio por el señor Mauricio Pilleux. En mi opinión, escrita en lógica de guerra fría y en ella, su odio se explicita de forma elocuente. Guste o no al sr. Pilleux, el Partido Comunista de Chile es parte de la alianza de gobierno y como tal el Presidente de la República puede y debe contar con la disposición de todas y todos sus integrantes para llevar acabo su programa de gobierno. Es en función de dicho programa que fue elegido democráticamente. Guste o no al sr. Pilleux.

Por ello, su protesta no solo no tiene nada de respetuosa, sino que tampoco posee coherencia. Viene de una persona que ejerció como decano en tiempos donde nuestra Universidad Austral de Chile fue intervenida por la dictadura militar y sus autoridades designadas; en tanto, sus académicas, académicos y estudiantes, reprimidos.

Por su parte, las desigualdades que arrastra el sistema educativo y los efectos de la pandemia en los aprendizajes y el bienestar de las comunidades educativas son desafíos no menores que debe afrontar el ministerio.

Podemos no estar de acuerdo con determinadas políticas y podemos sugerir otros cursos de acción; eso es democracia.

Por ello, invito al sr. Pilleux a abandonar sus estereotipos y aportar al diálogo educativo con altura de miras.

Alberto Galaz Ruiz Académico del Instituto de Ciencias de la Educación, UACh

Mes del corazón

A nivel mundial, en agosto se conmemora el Mes del Corazón como una manera de sensibilizar y prevenir a la población sobre las enfermedades cardiovasculares y sus respectivos cuidados. En este contexto, el "colesterol malo" o LDL, y la hipertensión representan, en la actualidad, dos amenazas reales que pueden afectar la salud cardiaca de una persona.

Entre los factores que pueden incidir en el nivel de colesterol malo en una persona, el factor genético es uno de los principales, a lo que hay que sumar otros cuadros como el sobrepeso, sedentarismo y una dieta rica en grasas.

(...) En tanto, la hipertensión o alza mantenida de la presión arterial en el sistema cardiovascular por sobre los límites fisiológicos es una enfermedad silenciosa. Para saber si se es hipertenso, es importante controlar los niveles de presión en varias ocasiones, especialmente cuando la persona se encuentra relajada y libre de molestias o dolores.

En forma crónica, la hipertensión produce el envejecimiento arterial prematuro, lo que implica el desarrollo de placas de grasa, tortuosidad de las arterias y oclusión de las de pequeño calibre. En forma aguda, aumenta la posibilidad de un accidente cerebral hemorrágico o de un infarto cardiaco. Como medidas de prevención es importante llevar una dieta pobre en sal y alcohol, control del peso y mantener una actividad física permanente.

Dr. Roberto Aspée Especialista en Cardiología

El flagelo de la informalidad

La encuesta suplementaria de ingresos de los ocupados (ESI-2022) no hace más que evidenciar el estancamiento del sector productivo nacional y la consecuente debilidad del mercado laboral para generar empleos de buena calidad. En ella destaca que el 50% de los ocupados percibe ingresos por debajo de los $502.604, con una caída del ingreso medio real (pérdida del poder adquisitivo del salario promedio de los ocupados) y un aumento de la brecha de género que se estimó en un 21,7% en desmedro de las mujeres. Todo esto acompañado por un crecimiento de los trabajadores por cuenta propia (independientes) que presentan el menor ingreso mediano con $301.552 y donde también las mujeres perciben los menores ingresos con solo $201.041.

Claramente, estamos frente al flagelo de la informalidad laboral y, por ende, de la precariedad del trabajo, que tiene su máxima expresión en los nuevos microemprendimientos, que se están generando más bien por necesidad, que, por oportunidad, liderados fundamentalmente por mujeres con cerca de un 60% del total, según la última Encuesta de Microemprendimiento del Ministerio de Economía (2022).

Guillermo Riquelme Académico Facultad de Cs Sociales Universidad Autónoma

En su reciente visita a la región de Los Ríos, la ministra del Trabajo Jeanette Jara hizo alusión a la ausencia de solidaridad y a la reciente explosión de individualismo que se ha posicionado en la opinión pública nacional, redes sociales y también en el mundo político.

Frases como "Con mi plata no", se han popularizado, debido a la propuesta del Gobierno que busca mejorar las pensiones de personas mayores de manera urgente, proponiendo para esto lo que se conoce como pacto social.

No me deja de sorprender el hecho que pasáramos de un profundo deseo de "colectivismo", a fines del 2019, a ser paladines de lo individual en la actualidad, influenciados fuertemente por un fenómeno que es social y mediático, pero tiene su génesis en un sector político ideológico.

Actualmente la derecha promueve estas narrativas, que ponen a la propiedad privada casi por sobre el bienestar del ser humano, desconociendo en parte que no es posible vivir aislados y que la sociedad se construye en base a uno de los valores más nobles: "la Solidaridad".

No es posible que, en un país, o como dijo el ministro Marcel "en una familia", nos neguemos a colaborar a que esas personas mayores, que aportaron a construir el patrimonio del cual nosotros hoy nos beneficiamos, vivan su vejez en malas condiciones, con una pensión o jubilación de pobreza, tomando en cuenta todos los problemas económicos y de salud que enfrentan a causa de sus años.

Es la solidaridad, aquel valor inconmensurable que nos hace más humanos y al mismo tiempo mejores ciudadanos, entendiendo que somos importantes como individuos y al mismo tiempo como conjunto, compartiendo una bandera, un territorio, un sentimiento y una cultura.

Por eso es importante que nos movamos hacia un sistema de protección social, hacia el respeto por el prójimo(a).

Nos quieren hacer creer que vivimos solos, pero nos necesitamos.

Ana María Bravo Castro

Diputada por Los Ríos.