¡Qué desperdicio!
El intento de transformar a Chile en un Estado Socialista y la subsecuente Dictadura Militar respaldada por la Derecha deberían habernos dejado una gran lección. Sin embargo, después de casi cincuenta años siguen existiendo quienes se rehusan a aceptar la realidad.
Da la impresión de que hay algunos cuya capacidad para pensar, sentir y comportarse de manera lúcida está afectada. Dicho en otras palabras, hay personas que parecen estar desconectadas de la realidad. Son quienes, por ejemplo, consideran que el proyecto de la Unidad Popular sigue estando vigente y también aquellos que consideran a Pinochet como una suerte de Mesías.
La Unidad Popular y la Dictadura Militar nos dejaron un gran legado: nunca más Allende ni Pinochet. Puesto en positivo: defensa y fortalecimiento de la democracia representativa, siempre; respeto por los derechos humanos, siempre; rechazo de la violencia política, siempre. Parece fácil y evidente. No obstante, ha habido períodos en que estos conceptos se han relativizado e, incluso, pulverizado. Parafraseando a Sergio Muñoz Riveros, la democracia no siempre ha tenido muchos defensores.
Lamentablemente, tanto el Gobierno como el Congreso han desaprovechado la oportunidad para destacar en conjunto los tres conceptos mencionados.
Es más, el Gobierno ha buscado por diferentes caminos reivindicar a la UP. Lo único que han logrado es que muchos volvieran a ver al Golpe como una reacción necesaria.
En la Cámara de Diputados y en estos días, mientras medio Chile se inundaba, a nuestros representantes poco les faltó para transformar el hemiciclo en un cuadrilátero. ¡Qué desperdicio!.
Con todo, estimados lectores, a no desmayar. El 12 de septiembre próximo volverá a salir el sol.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevives@gmail.com
Con Con
«Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina». Mateo 7, 21.24-27
¡Hace dos mil años les advirtieron, insensatos ambiciosos!
Prof. Dr. Roberto Matamala Elorz matamalaelorz@yahoo.es
Cardenal Silva y víctimas
Tras el golpe cívico-militar de septiembre de 1973, el cardenal Raúl Silva Henríquez, dijo: "Nos duele inmensamente y nos oprime la sangre que ha enrojecido nuestras calles, nuestras poblaciones, nuestras fábricas y las lágrimas de tantas mujeres y niños".
La creación del "Comité Pro Paz" el 6 de octubre de 1973 y la "Vicaría de la Solidaridad" el 1 de enero de 1976, testimonian su labor en defensa de los derechos humanos.
En marzo 1974 la Iglesia presentó a la Corte Suprema un "Recurso de Amparo Masivo" por los detenidos-desaparecidos, solicitando al Alto Tribunal la designación de un Ministro en Visita, solicitudes que fueron denegadas. El 20 de agosto de 1976 la Iglesia puso en conocimiento a la Corte Suprema de 383 casos de detenidos-desaparecidos.
Con la pregunta ¿Dónde están?, el 24 de mayo de 1978 la Vicaría de la Solidaridad publicó listado con los nombres de 618 personas detenidas-desaparecidas.
Sacerdotes víctimas de la dictadura: Juan Alsina, 31 años, fusilado en Puente Bulnes-Santiago (1973); Omar Venturelli, 31 años, ex sacerdote, detenido-desaparecido en Temuco (1973); Gerardo Poblete, murió a causa de las torturas en Iquique; Miguel Woodward, falleció por torturas en Valparaíso; Antonio Llido, detenido-desaparecido en Quillota. Andrés Jarlán, asesinado el 4 de septiembre de 1984 en Santiago.
Derico Cofré Catril derico.catril@hotmail.com
La papa
Suben precios y hacen puré la chauchera de la señora Juanita; no pelan una papa, ni llegan donde las papas queman. Parece que en Chile muchas cosas son "la papa".
Luis Enrique Soler Milla
