Daño a Chile
Iban a cambiarlo todo, todo. ¿Se acuerdan?. Terminarían con el neoliberalismo y nada menos que en la supuesta cuna de este flagelo. Iban a ponerle fin a la Constitución redactada por cuatro generales, con el objeto de sentar las bases de un Estado socialista. Quisieron desarticular el Estado Unitario para transformarnos en uno fragmentado. Buscaron socavar la independencia del Poder Judicial. Iban a "jibarizar" el Senado para erradicar a la oligarquía. Anhelaban ser el preludio del fin de la democracia representativa.
Felizmente y con una participación electoral sin precedente, casi dos de cada tres ciudadanos no estuvo de acuerdo con la propuesta respaldada por el Gobierno y la Izquierda colonizada por el PC. El resultado del Plebiscito de Salida nos permitió escapar de aquella insensatez. Como dijo Serrat, habíamos aprendido que hay ciertos caminos por los que no vale la pena volver a transitar.
Mientras tanto, iban a terminar con el C.A.E.; pagarían la "deuda histórica" a los profesores; refundarían a Carabineros; terminarían y, en todo caso, no volverían a utilizar el estado de emergencia, poniendo fin a la "militarización" del Wallmapu (¿o era Wallmart?); erradicarían la corrupción y, en materia de lo que algunos denominan eufemísticamente "derechos sexuales y reproductivos de la mujer", pasaríamos a ser modernos.
Prometieron que la educación sería pública (ya lo era), gratuita (ya lo era) y de calidad. En esta materia, COVID 19 y Colegio de Profesores de por medio, el retroceso ha sido enorme; y lo que es peor, en ciertos casos, no pocos, irrecuperable.
Quisieron reescribir la historia de la UP y del Golpe y, lo único que lograron fue fortalecer a la Derecha.
Es cierto que nuestra declinación o decadencia no empezó con la actual administración. No obstante y en poco más de año y medio, ¡cuanto daño le han hecho a Chile!.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com
Consternación y pesar
El funesto hecho acaecido en un sector de Las Ánimas, donde un menor de edad perdió la vida, nos muestra que, como sociedad, nos hemos descuidado. Como veterano de la Educación Básica, me llevó a la reflexión, con muchísima pena y pesar, pensé ¿cómo y por qué ese pequeño llegó a vivir y a terminar su vida de esa forma? Esta meditación me transportó a la misma edad del niño( 6 décadas atrás): la edad de estudiar, jugar, reír, la edad de soñar y de la esperanza, aunque haya carecido de todo.
Por cierto, era otro mundo, donde no existían los vicios( para nosotros) y tanta extravagancia, pero, gracias a Dios, habían baluartes de contención, que rescataban a centenares de niños huérfanos, jóvenes vulnerables,etc.. Samaritano rol, que realizaron las instituciones privadas, sin lucro: cristianas (católicas y evangélicas) y la JOC (Juventud obrera católica). Por ejemplo, los curas Franciscanos y Salesianos y los jóvenes de la JOC, cubrieron, modestamente nuestras necesidades básicas con la ayuda de sus mismos feligreses y apoderados: alimentación, vestuario, educación, valores, entretención, amor y cariño (no había lugar para el ocio).
Hoy, esas instituciones, imposibles de sustituir, que cumplieron una importante y santa función, que le correspondía al Estado, ya están olvidadas o no están, y si alguna funciona, a duras penas, es sólo por amor
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com
La salud parte por casa
La conmemoración del 10 de octubre como el Día Mundial de la Salud Mental alcanza a Chile como uno de los países de la región con altas prevalencias en esta materia, el segundo que más se deterioró con la pandemia, con un presupuesto para salud mental que alcanza el 2,4% de la partida total de salud, muy bajo el 6% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y sólo con 5 de las 85 patologías GES para salud mental. ¿Cómo podemos abordar esta crisis cuando la brecha de recursos es tan grande?
La respuesta es: partamos por casa. Sabemos que la vida en familia es una tremenda oportunidad para proteger la salud mental de todos y todas.
No podemos separar a la gente en partes y abordar la salud mental como un problema individual, como un asunto laboral o personal, o como algo que solo existe cuando hace crisis. Debemos entender que la salud mental "parte por casa", en el centro de las relaciones que tenemos con quienes más nos importan en la vida.
Raúl Perry Fundación San Carlos de Maipo