Lo que de verdad provoca miedos
Halloween fue el contexto elegido por Greenpeace para llamar a reflexionar.
La celebración de Halloween es reciente en Chile. Los primeros registros en torno a ella están en los años '80, con la apertura de mercados y viajes hacia Estados Unidos; antes, había algunos indicios en campamentos mineros pertenecientes a empresas inglesas o norteamericanas, culturas de las cuales viene el sincrético festejo cristiano-celta relacionado con el reino de los muertos.
En menos de 50 años la actividad se ha hecho muy popular y extendida; también es un éxito comercial. Pruebas de ello tuvimos en las distintas comunas de Los Ríos en estos días, con fiestas escolares, vitrinas adornadas y aglomeraciones en el comercio.
Así vista, la fecha está lejos del miedo presente en su origen milenario. Sin embargo, ella da oportunidad para múltiples reflexiones relacionadas con hechos espeluznantes, reales y actuales.
En esa línea, la organización internacional Greenpeace publicó este martes un mensaje de Halloween llamando la atención sobre diez "aterradores fenómenos que acechan a Chile y el mundo". Entre ellos: el derretimiento de glaciares, la tala de bosques nativos, el altísimo consumo y desecho de plásticos (51 kilos por habitante, cada año), el calentamiento de los océanos, un millón de especies es riesgo de extinción por la presión humana, gases de efecto invernadero, erosión y pérdida de suelos cultivables. Pero especialmente indican que el mayor horror es ver "la inacción de países y líderes políticos".
Sin duda que asustan esos antecedentes. Sobre todo porque no están vinculados a hechizos o maldiciones de seres malignos; sino que se deben a decisiones cotidianas en las cuales hay responsabilidad social compartida. Resulta inteligente, entonces, alzar la voz en esta época, para indicar cuáles son los miedos que enfrentamos, especialmente si Chile es uno de los países más expuestos a efectos del cambio climático.
Pero no todo es susto. Así como Halloween se termina con la llegada de la luz; los daños ambientales pueden enfrentarse con mayor conciencia comunitaria sobre el cuidado del entorno; comenzando hoy con acciones tan simples como reciclar disfraces y manejar bien los desechos de dulces y travesuras.