Avancemos con unidad social
Nunca imaginamos que cuando nuestro país decidió llevar adelante un Proceso Constituyente nos íbamos a encontrar con las peores formas de hacer política y hoy parece mentira que la amenaza del fascismo esté plasmada en el texto constitucional que se plebiscitará el 17 de diciembre próximo.
Si luchamos tanto para conseguir derechos que permitieran devolver la dignidad a las chilenas y chilenos, cómo es posible que permitamos que exista una Constitución en la cual no se consagran derechos sociales de manera efectiva, manteniendo sistemas fracasados como las AFP y las Isapres; qué decir de la educación donde retrocedemos a niveles de precarización; la privatización del agua.Atrás van a quedar los anhelos de millones por una vivienda digna; las y los trabajadores veremos cómo impunemente se retrocederá restringiendo el derecho a huelga.
Esto nos debe indignar, no podemos permitir que se borre con el codo lo que millones exigimos en las calles. Qué le diremos a las personas en situación de discapacidad, a los niños, niñas y adolescentes, a nuestros pueblos originarios.
Por eso hoy es tiempo de unidad social política, unidad de la ciudadanía entera, que no se agota en que seamos una mayoría contundente en contra del texto constitucional, sino que son tiempos de avanzar hacia una unidad consciente que sea capaz de construir movimiento, con amplitud, generosidad y convicción, de aglutinar a todos los sectores para seguir luchando por un Estado Social y Democrático de Derechos para Chile.
Debemos despercudirnos y salir con fuerza, porque no podemos arriesgarnos a que se imponga en nuestro país una constitución de abusos, de privilegios, anti mujeres y que no consagra los derechos sociales básicos para las personas.
Tamara Pastén Castillo Presidenta Regional Partido Comunista Los Ríos
Lenguaje coloquial
El lenguaje coloquial es aquel que empleamos todos los días; es informal, espontáneo, relajado y expresivo, y. acepta "incorrecciones", como la omisión de la /b/ /d/ /g/ entre vocales: cu'o por cubo, a'ogado por abogado, na'a por nada, da'o por dado, ju'adores por jugadores; el lenguaje coloquial también acepta las contracciones como pa'qué, o ¿pa'onde vai? También abundan las redundancias: "Y ella le dijo a él, le dijo, yo no te quiero…no te quiero volver a verte a ti en mi vida". Los errores semánticos se entienden debido al contexto. Se utilizan repeticiones para transmitir intensidad, como en las empanadas estaban ricas, ricas; hace frío, frío. Aceptamos el uso del artículo ante nombres propios y apellidos: el Juan, el González, el Honorato, la Florencia.
En suma, usamos el lenguaje coloquial para lograr una comunicación rápida y directa. No hay que sorprenderse por su uso.
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleuxdresdner@gmail.com
Evitemos el amiguismo
El nepotismo y amiguismo en el nombramiento de notarios y de otros cargos es una manifestación de un mal sistema. Esos fenómenos son repudiables y ensucian la política y los políticos, disminuyen la ya baja confianza social y son de los peores ejemplos para la vida en comunidad.
La pregunta es por qué se producen esas malas prácticas. En general, responden a un interés por ocupar esos cargos, porque se obtienen ganancias más allá de lo que se considera "normal".
En el caso de los notarios, no existe una razón verdaderamente válida para esas utilidades sobre normales. El argumento que el sistema actual es por el resguardo a la fe pública no tiene asidero.
Primero, es posible simplificar y disminuir la cantidad de trámites que hoy deben hacerse ante notario. Junto a ello, también es posible y necesario tener una regulación y la correspondiente supervisión clara y firme, como en todos los casos en que la fe pública está involucrada.
Si existieran más notarios, especialmente en las zonas con mayor población, sin esa especie de garantía de altos ingresos que hoy tenemos, se eliminaría una fuente de presiones y malas prácticas. Para la debida transparencia, la respuesta a algunas interrogantes parece más que conveniente: ¿Por qué el número de notarios es limitado? ¿Por qué los conservadores y archiveros tienen zonas geográficas de un tamaño tal que su nombramiento es similar a obtener un seguro de vida?
Es evidente la urgencia de su reforma, por el bien de la fe pública, con competencia e innovación en favor de la población.
Hugo Lavados Montes Rector Universidad San Sebastián