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proyecto y participar en un ta- ller de desarrollo documental en Francia, nos dimos cuenta de que nuestra idea tenía mucho más potencial como serie que como una película unitaria; así que iniciamos un largo, pero muy enriquecedor proceso de investigación.
Durante la preparación y la filmación de la serie, pude dedicarme a una de las actividades que más me apasiona personalmente y como cineasta, trabajar con comunidades y especialmente con niñas y niños, transmitiendo mi pasión y aprendiendo de ellos. No es un trabajo fácil, pero es muy gratificante y ellos siempre transmiten una energía y una alegría que ayudan a enfrentar cualquier dificultad.
Con un equipo todo terreno viajamos primero a Yucatán en México, y luego al Valle sagrado de Cusco en Perú, a la selva de la Sierra Nevada de Santa Marta y los Páramos de la región de Bogotá en Colombia. En Chile filmamos en la región de la Araucanía, en Curacautín, Icalma y Conguillio, y en la Región de Los Ríos en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter y en Calfuco. Terminamos nuestras filmaciones con las dos regiones más complejas en términos de clima y logística, el sureste de Marruecos, desde el desierto Sahara hasta Marrakech, y Senegal desde Dakar hasta las islas del Delta del Sine-Salum.
La primera temporada de "Los Niños del Agua" se estrenó recientemente el 3 de diciembre por el canal abierto de TVN y pronto se estrenará en Colombia en el canal nacional Señal Colombia. Luego, junto con nuestro distribuidor, trabajaremos en hacer llegar la serie a canales internacionales para poder compartir estos mensajes con públicos del mundo.
En paralelo, iniciaré el desarrollo de la segunda temporada, para la cual ya tengo ideas de países y culturas, partiendo por un capítulo muy querido que no pude filmar durante la pandemia por razones sanitarias, Rapa Nui. Tengo todo listo allá para filmar este capítulo protagonizado por una niña increíble, bailarina tradicional, surfista y ecologista que participa en campañas de concientización y protección del mar contra los micro plásticos. Para eso necesitamos levantar nuevos financiamientos, pero tengo fe de que esta nueva temporada se producirá pronto.
¿En qué países ha estado la serie?
-Nuestra serie "Los Niños del Agua" ha tenido un importante recorrido de mercados internacionales tales como DocsBarcelona en España, Cinekid en Holanda y Sunny Side of the Docs en Francia. Estas instancias profesionales han sido clave para desarrollar el proyecto, conseguir socios y financiamientos y levantar el interés de posibles compradores extranjeros como canales de televisión o plataformas.
En Sunny Side of the Docs justamente, habíamos sido seleccionados con nuestra serie en 2016 para el Pitch categoría Natural History y este año participamos junto con nuestra marca sectorial Chiledoc de la cual somos socios y allí conocimos a la empresa francesa de ventas internacionales Lucky You con quien acabamos de firmar una licencia de distribución. En todos los mercados donde participamos con la serie, colegas y agentes de la industria destacaron tanto la importancia de la temática como la originalidad de la mirada que queremos ofrecer al público, lo que me da esperanza respecto al futuro de la serie a nivel internacional.
¿Actualmente ha trabajado con productoras locales?
-Todavía no hemos visto mucho esa oportunidad, pero hemos trabajado con algunos. Por ejemplo, con Oreja de Oso que es una productora de sonido para medios audiovisuales. Quienes hicieron toda la parte de la post producción de sonido y el sonido directo del capítulo número uno de "Los niños del agua". Fue una súper buena experiencia y en el futuro queremos trabajar con más gente local, porque eso es lo que nos interesa también.
Actualmente formo parte de Nosotras Audiovisuales que es la agrupación de mujeres audiovisuales de Valdivia. Hay muchas mujeres profesionales muy capaces en el área. Lamentablemente no hay tanto trabajo como debería ser, pero creo poco a poco se va a ir aumentando, mientras la gente vaya conociendo que puede hacerse producción desde acá.
¿Cómo nació tu amor por el arte y el cine?
-Para empezar mi mamá y papá son artistas, entonces siempre mi mundo estuvo ligado a las artes en general. Al salir del cuarto medio supe que iba a estudiar arte también, además tuve la suerte que tengo familia en México. Entonces, cuando me pregunté dónde estudiar, obviamente se me dio la oportunidad de irme a México.
Estudié en la Escuela de Artes Visuales de Yucatán con especialidad en video arte, fue una súper buena experiencia estudiar allá lo que me permitió juntar el video y arte. Creo que esto fue como la base de todo lo que sé ahora. En la mitad de mi carrera, me di cuenta de que quería explorar más en el cine, no tanto en el video de arte y decidí irme a España estudiar dirección y guión de cine en el Centro de Estudios Cinematográficos de Cataluña. Fue ahí donde dejé de hacer video arte, ahora solo me dedico más al cine y no tanto a las artes contemporáneas. Siendo estudiante trabajé en una productora de cine y también para la universidad haciendo producción.
¿Qué significó para usted su etapa en México y España?
-México para mí fue la etapa más importante con respecto al conocimiento y práctica en general de las artes, me completó como artista y futura cineasta, es mi base más importante en mi carrera. Me llevó a ser una persona con una mirada más amplia en todos los sentidos artísticos. También me permitió descubrir la cultura maya yucateca, aprendí de su cultura y sus tradiciones mientras hacía talleres de video con las comunidades. Asunto que se conecta a mi juventud cuando compartí con la comunidad pehuenche en la Araucanía. Todo esto empezó a tomar sentido al sumarse a estas nuevas experiencias y creció mi interés por los pueblos originarios que inspiran hasta el día de hoy mi trabajo como cineasta. Me fui a Europa con el objetivo claro de aprender el oficio de directora, pero también con la certeza que regresaría a Latinoamérica para contar historias de sus pueblos originarios.
¿Cómo empezó su carrera vinculada al cine y cuáles fueron tus primeros trabajos?
-Mi vinculación con el cine inició en mi carrera de Artes Visuales en México, donde dediqué la mayoría de mi tiempo al videoarte, instalación y fotografía. Ahí me volví una aficionada al cine arte y poco a poco mis ganas de estudiar cine fueron cada vez más claras. Mis primeros trabajos fueron en la escuela de arte y luego en Barcelona, pero yo diría que el primer trabajo profesional, ganador del fondo audiovisual en Chile y con una gran producción fue mi cortometraje ficción "El Salto de la Princesa" en 2012. Luego realicé pequeños documentales por encargo y personales, también trabajé como asistente de dirección y producción en varias productoras de cine, televisión y publicidad por algunos años en Santiago de Chile.
¿Qué significó para usted el Santo de la Princesa?
-"El Salto de la Princesa" fue mi primer proyecto ambicioso como directora y con una producción bastante grande. Curiosamente fue producido en esa época por mi amiga Verónica Lyon, quien es valdiviana, la mayoría del equipo técnico eran valdivianos. Fue una experiencia muy linda trabajar con este equipo, que hoy en día después de 11 años sigo viendo y teniendo una linda amistad. Este cortometraje fue estrenado en Valdivia y tuvo un recorrido de más de 20 festivales de cine y obtuvo muchos premios nacionales e internacionales. Fue un gran inicio para mi carrera como cineasta, el guión está inspirado por un epew pehuenche (relato oral) de la zona donde crecí, en Malalcahuello.
¿Qué significa Raki Films?
-Raki Films es una empresa familiar que iniciamos junto a mi esposo Sylvain Grain el 2013 con la idea de desarrollar y producir películas y contenidos desde el sur de Chile para el mercado nacional e internacional a partir de nuestra preocupación por el medioambiente y nuestro interés por las culturas nativas. Iniciamos produciendo la película "El Origen del Cielo", estrenada en el Festival Internacional de Cine de Valdivia. Luego desarrollamos un proyecto documental que dio finalmente vida al proyecto de serie "Los Niños del Agua".
Iniciamos su desarrollo en el año 2016 y después de un gran recorrido de mercados y pitches internacionales, el 2019 ganamos un fondo del Consejo Nacional de Televisión de Chile y en 2020 cerramos un acuerdo de coproducción con RTVC Señal Colombia, lo que nos permitió entrar en producción. Hoy en diciembre por fin logramos estrenar.
El año 2024 Raki Films se enfocará en el desarrollo de cuatro proyectos importantes, la segunda temporada de "Los Niños del Agua", la escritura de mi primer largometraje ficción "Montaña Azul", un proyecto en coproducción con Francia ganador del fondo de escritura de guión del CNCA, el desarrollo de otra serie para televisión y un largometraje documental que aún no podemos revelar su contenido, pero todos los proyectos tienen en común, el cuidado del medio ambiente, ecología, divulgación científica y las culturas ancestrales.
¿Cómo es el trabajo que desarrollan ustedes en la ciudad?
-A través de Raki Films podemos a proyectos y fondos culturales desde Valdivia. Acá el ambiente cultural e intelectual es diferente a otros lugares de Chile, acá hay una riqueza cultural enorme, tenemos mucha gente talentosa de distintas áreas. Valdivia es una ciudad que tiene absolutamente todo, lo que más falta son los apoyos para postular a los proyectos. Considero que esto es uno de los desafíos más grandes, cómo podemos levantar iniciativas desde acá.
¿Por qué se vino a vivir a Valdivia junto a tu familia?
-Con mi marido estuvimos un tiempo viviendo en Francia y cuando decidimos venirnos a Chile, la idea siempre fue encontrar algo en el sur. A mí me gusta mucho, entonces buscamos una ciudad donde yo tuviera contactos como amigos en el área del cine, cultura y las artes. Así llegamos a Valdivia. Es una ciudad que posee una cultura activa y que tiene una buena educación para los niños, en la Escuela Casa Pindal de Punucapa.
Valdivia es una ciudad que se adapta a la vida que queremos llevar, lo que significa mezclar el trabajo, la cultura y nuestra familia. Estábamos buscando una ciudad que no fuera tan grande, que tuviera calidad de vida para los niños, naturaleza cerca y cultura activa cercana a nosotros, donde pudiéramos trabajar con nuestra empresa de manera libre y también creativa.
Me siento muy a gusto en Valdivia por varias razones. Mi abuela nació en Valdivia hace 90 años y mi bisabuelo siempre me contaba de niña que le encantaba Valdivia y que había vivido aquí cuando empezó su carrera de psiquiatra. Tenía que cruzar el río en bote porque no había puente en esa época, década de 1910. Así contaba él.
Yo tengo un vínculo también de muchos años con Valdivia por el Festival de Cine y por amigos del mundo de las artes. Así que no fue coincidencia llegar a Valdivia y el territorio me confirmó que tiene mucho por ofrecer y la industria creativa tiene aquí un gran potencial por desarrollar.
Este año, mi segundo hijo también nació en el Hospital Base de Valdivia, así que mi conexión con la ciudad es más grande que nunca y espero seguir creando desde aquí por mucho tiempo más