entre otros, con algunos objetos de alto valor patrimonial que son parte de la colección.

Uno de ellos es una máquina de gran tamaño que era usada en el proceso de manufactura de calzado. Estuvo guardada por casi tres décadas en el Depósito de Colecciones de la Dirección Museológica UACh en la Isla Teja. Ahora se puede ver en la planta izquierda del primer piso del museo, en la sala rebautizada como "Complejo industrial de Valdivia 1860-1960".

Metodología

Además de la correspondiente investigación bibliográfica, el proyecto consideró encuentros ciudadanos con quienes viven en tres barrios históricos. Entre agosto y septiembre hubo jornadas de entrevistas e intercambio de recuerdos vinculados a las industrias, en las juntas de vecinos N° 24 de Isla Teja y N°4 de Barrios Bajos; y con las integrantes de la agrupación de adultas mayores de Collico "Otoños dorados". Parte de la experiencia consideró además viajes en taxis fluviales, con apoyo de Puerto Solar, para quienes participaron en el proceso.

Tras los encuentros barriales, el siguiente paso fue la creación del guión museográfico y el desarrollo de procesos técnicos y artísticos, ejecutados por Bitplay. Felipe Quezada, director creativo de la empresa, destacó la relevancia de la iniciativa: "Para nosotros ha sido una experiencia gratificante poder trabajar de mano junto al equipo del proyecto y de la Dirección Museológica. Además, es importante destacar que estamos integrando realidad aumentada en temas de animación 3D realista. Este va a ser el primer museo en Chile que integre esta tecnología dentro y fuera de sus instalaciones, así como relatos, animación e infografías".

Las cápsulas son "Vapor Canelos", "Migración global y local", "Complejo industrial de Valdivia", "Trabajo femenino en la industria" y "Vida infantil en la industria".

Alcance social

En el equipo del proyecto también están Yoselin Jaramillo (encargada de participación ciudadana), Lorna Rebolledo (encargada de educación) y Mariana Urrutia (comunicaciones, de la Dirección Museológica UACh).

"Gracias a la participación ciudadana se logró visibilizar lo que era la ciudad industrial de Valdivia y sacar los estereotipos de los diversos participantes en la historia de una ciudad en el auge de la industrial", dijo Jaramillo. Y Rebolledo, agregó: "Con este tipo de iniciativas buscamos que la ciudadanía se reconozca como un elemento integral de los procesos histórico y sucesos que puedan ocurrir dentro de sus ciudades, para construir así una ciudadanía conectada con sus entornos locales, así como procesos sociales e históricos, hecho que se verá reflejado en esta nueva museografía interactiva".

La iniciativa tuvo su hito de lanzamiento el martes en la Casa Anwandter. A la ceremonia asistieron autoridades locales y de la UACh, más algunas de las personas que participaron en las entrevistas. Un grupo de estudiantes de Historia y Ciencias Sociales UACh, que están realizando pasantías en el museo, efectuó los primeros recorridos guiados.

Para el primer trimestre del próximo año se espera la presentación de un juego de mesa que será usado como herramienta pedagógica en establecimientos educacionales de la ciudad.

5 cápsulas interactivas fueron ideadas como parte del proyecto que cuenta con recursos del Fondo del Patrimonio Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

100 años de historia están recogidos, a través de diversos hitos, en la iniciativa desarrollada para el Museo Histórico y Antropológico Maurice van de Maele UACh.

3 organizaciones sociales y vecinales fueron convocadas a participar en las entrevistas y jornadas de recuperación de relatos en torno a las industrias. Son de Barrios Bajos, Isla Teja y Collico.

La información del pasado industrial de Valdivia no tenía, hasta ahora, un tratamiento educativo. Así lo reconoce Carolina Maturana, directora del proyecto de creación de las cápsulas de realidad aumentada. "Otro de los elementos que motivó la iniciativa fue que la información disponible carecía de participación ciudadana, entonces nos propusimos reconocer que el esplendor sigue vivo a través de los barrios industriales. Por eso visibilizamos e hicimos dialogar esta memoria social, para que cobrara sentido desde lo patrimonial. Lo anterior va de la mano con la nueva museología, que permite que el relato ciudadano se incorpore como información que es igualmente válida a la académica", aclara la también coordinadora del área de educación patrimonial de la Dirección Museológica UACh.

Sobre los datos curiosos y los hitos descubiertos en el contexto del proyecto, la profesional destaca el cómo se volvió tradición, que familias enteras terminaran trabajando en las industrias.

"Era repetitivo, bajo la presión del dueño de la fábrica, que los hijos de los trabajadores comenzaran también a trabajar a temprana edad en lo mismo. Eso los obligaba a tomar una decisión fundamental: ir a la fábrica o ir al colegio. Por su parte, muchas mujeres conocían a sus esposos en las fábricas, lo que implica que estos lugares eran socialmente importantes", dice.

Y agrega: "En el proceso de modernización del trabajo industrial surge la mujer que también trabaja desde la casa y luego se vuelve operaria y deja el espacio doméstico. En general, se constituye la 'familia obrera' y una vinculación distinta de los vecinos y vecinas con la industria. Al abrir la caja de la memoria surgieron muchas cosas que no estaban proyectadas. El trabajo en general fue muy enriquecedor. Esperamos que eso se pueda observar en la nueva museografía en la sala del complejo industrial de Valdivia y en las cinco cápsulas de realidad aumentada, que fueron documentadas con las experiencias en los barrios".

"Nos propusimos reconocer que el esplendor sigue vivo a través de los barrios industriales. Por eso visibilizamos e hicimos dialogar esta memoria social, para que cobrara sentido desde lo patrimonial".

Carolina Maturana, Dirección Museológica UACh

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