Si la región de Los Ríos pudiera crear su propia lista de regalos deseados para Navidad ¿qué pediría? Muchos pueden responder esa pregunta de manera distinta; pero seguramente existe coincidencia en, al menos, dos puntos: reactivación económica y cumplimiento de proyectos largamente esperados.

Y tendrían razón en esa enumeración de presentes necesarios. El año termina con un desempleo de 9,5% regional según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas; mientras que la ejecución presupuestaria -a octubre de 2023, último antecedente disponible- alcanzaba solamente el 62%, el cuarto nivel de cumplimiento más bajo del país; aunque superior al 58% de igual fecha de 2022.

Por otra parte, hay múltiples obras en compás de espera o con pequeños avances e inicio de alguna etapa. Entonces, sería un positivo regalo que ellas se materializaran sin contratiempos durante 2024, comenzando por los hospitales de Río Bueno y Los Lagos (ambos con primera piedra ya instalada); siguiendo por el nuevo SAR (Servicio de Alta Resolutividad) de Futrono; las plazas paralizadas en Valdivia; el relleno sanitario de Morrompulli; los planes de electrificación rural para Corral; la pavimentación de caminos vecinales en Panguipulli, Lanco y Los Lagos; el nuevo Hospital Regional; la pista de Aguas Quietas, el puente Cochrane; la construcción de viviendas para enfrentar el déficit habitacional en todas las comunas.

Avanzar en esas materias resultaría positivo desde la perspectiva de mejorar la calidad de vida de las familias, sobre todo aquellas en frágil condición social. Si bien la última encuesta Casen indicó una histórica disminución regional de la pobreza desde un 12,2% a un 5,9%; hay coincidencia en que esa cifra está influida por la entrega de subsidios y bonos; algo que se despejará en la próxima aplicación de la medición.

En otros ámbitos, un gran regalo sería el reforzamiento de la colaboración público-privada, que ha funcionado históricamente con corrección a nivel local, pero que requiere siempre de esfuerzos adicionales en beneficio de un desarrollo integrado, que contemple múltiples aristas de vida comunitaria, desde la seguridad a la convivencia pacífica y a la prosperidad económica.

Estamos terminando otro año y, más que reflexionar sobre el 2023, parece más razonable poner la mirada en lo que viene. Y allí nos encontramos con grandes desafíos, pero también con grandes oportunidades como productores de leche.

Por el lado de los desafíos, la creciente demanda por mayor productividad, eficiencia y rentabilidad necesariamente deberá conversar de manera cada vez más coordinada con el uso de los recursos naturales involucrados en nuestros sistemas productivos.

El suelo, el agua y los bosques irán cobrando más relevancia en la ecuación, ya que en el mundo hay mayor conciencia de que nuestras prácticas productivas deben considerar que se trata de recursos valiosos para el futuro de las próximas generaciones y por lo tanto nuestra vinculación debe tender a una relación diferente a como la hemos concebido tradicionalmente.

La disponibilidad de personas para ser parte de nuestros equipos de trabajo es otro aspecto que está cobrando más relevancia y que nos desafía a diario puesto que la solución no pasa exclusivamente por mayores remuneraciones -como solemos pensar en primera instancia- lo que nos obliga a ser más creativos y entender de mejor manera los requerimientos de nuestros potenciales y futuros colaboradores.

Por el lado de las oportunidades, hay consenso respecto de que los requerimientos por alimentos de alto valor nutricional y a costos razonables -como la leche- no sólo se mantendrán, sino que además se incrementarán a partir de una población que inevitablemente seguirá creciendo.

Los múltiples esfuerzos por reemplazar las proteínas de origen animal a partir de ingredientes vegetales no han superado la fase de ser generadoras de muy buenos retornos para sus promotores, pero no se vislumbran como una opción viable para satisfacer -por sí solos- todos los requerimientos alimenticios y nutricionales de la población del futuro.

Allí es donde la leche corre con ventajas y para quienes hemos dedicado nuestra vida a la producción de este alimento, se trata de una oportunidad inmejorable para seguir trabajando con el foco puesto en hacer las cosas cada vez de mejor manera y en sintonía con estos nuevos valores y desafíos.

No tiene mucho sentido quejarnos del clima, porque escogimos un trabajo que convive a diario con sus inesperados cambios, como tampoco aporta mucho responsabilizar a otros actores del mercado por nuestros pesares.

Lo que realmente ha movido y seguirá moviendo nuestra aguja como empresarios agrícolas es lo que ocurre "trancas adentro".

¡Feliz Navidad y lo mejor para el nuevo año que viene!

Paulina Carrasco Gorman

Según información entregada por la vicepresidenta comunal del Comité de Jardines Infantiles y Navidad, Ana María Zerené, la comunidad valdiviana realizó aportes que permitieron entregar un juguete a 15.000 niños. La encargada agradeció el apoyo solidario navideño.

Preparan "Puente a Puente"

Un 80% de avance presentan las obras de restauración del comedor de la Iglesia San Francisco de Valdivia, recinto que fue afectado por un voraz incendio el pasado 12 de agosto. Para efectuar estas obras se ha contado con aportes ciudadanos.

La tradicional prueba de natación Puente a Puente regresa el próximo fin de semana a Valdivia. La fecha ya está definida: 27 y 28 de diciembre; incluyendo también una versión especial para niños, organizada por el club Mundo Marino de la Asociación de Natación de Valdivia.

Iglesia de San Francisco